IV

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[Changbin]

Salí de la tienda, en dirección a mi casa, una jugosa y hermosa mujer estaba esperando en el sótano para que me divirtiera con ella, debía hacer que gente que me conocía me viera fuera de casa, por si le dijo a alguien donde iba a estar.
Llegó un mensaje a mi móvil.

[Tzuyu: ¿es verdad que Sana salió contigo?]

Esta perra, le dijo a Tzuyu, ella está rogandome que la folle, pero aún no es el momento

"No, ella me engañó, estaba esperando en la cafetería por ella, pero no llegó, simplemente entre y compré, unos minutos más tarde, ella no llegó, muchas quieren salir conmigo, y ella que tuvo la oportunidad, ts, me dejó plantado, qué humillación"
Respondí tratando de engañar a su amiga, y funcionó, Tzuyu siempre tan idiota

[Tzuyu: Esa... Te dije que salieras conmigo, vamos]

"ahora no, ahora me encuentro yendo al bar, pero no se aceptan damas allí, otro día será"

Entré lentamente en mi oscura casa, no quería que alguien viera las luces prendidas, tendré una cuartada, por si comienzan a sospechar de mi. Solo había un problema, su puto móvil, no dejaba de sonar, joder, solo son las 10:30 pm, lo apagué y lo aventé a un lado, no quiero que me molesten, ella, empezaba a recobrar la consciencia, y el dolor en ella estaba ahora presente, ahhhh, se ve tan hermosa con sus piernas ensangrentadas y moradas, la toque lentamente haciendo que esos guantes blancos de látex que llevaba se tiñeran de un rojo, abrí sus piernas y con mi erección ya cubierta por un condón la penetre de una sola estocada, ella dio un grito, o trató de hacerlo, pues la mordaza en sus boca se lo impedía, subí su blusa, tiene unos senos hermosos, me apetece morderlos, pero si descubren el cadáver, pueden identificarme inmediatamente.
¿Y si lo lavo después? Pensé, tengo ácido en la parte de arriba donde esta el inodoro.
Mordí fuertemente la parte rosada de éstos, dejándolas ahora rojas. Las lágrimas que brotaban de sus ojos, se veía exquisita, ver como lloraba con cada estocada, con cada mordida.
Dios, y luego esa pequeña cintura que apretaba, pellizcaba, esa piel blanca que con mi agarre comenzaba a enrojecer, llena de marcas. Quiero, debo dejarla así. Completamente marcada
Tomé una navaja, mi ropa yacía lejos de esta escena, por ningún motivo quiero que alguien me descubra, debo ser cuidadoso.
Con la navaja, hice finos cortes sobre su pecho hasta su ombligo, la sangre brotaba de esos cortes no tan profundos, ella, se movía para librarse, pero solamente me hacía sentir más extasiado.

— Eso es, ¡muévete! — gruñi roncamente, no podía hacer tanto ruido, nadie nos escuchaba, pero me gustaba más así, silencioso.

Ella comenzaba a querer gritar, y sus lágrimas habían humedecido aquella cinta que tenía en su boca.
Los sonidos que emitía se volvían más altos con cada estocada.
Así que con la misma navaja, la enterré y deslicé en forma horizontal por su cuello, el líquido carmesí comenzaba a emanar.
Yo ya me había corrido, estaba cansado.
Así que me levanté y lave con una ducha que había instalado allí abajo.
Ella estaba desnuda ensangrentada, desearía fotografíarla, su rostro húmedo, su cuerpo lleno de marcas, mordiscos, moretones, allí tirada, abierta de piernas, sangrando, ah, tan hermosa la escena.
Pero, debía salir.
Y llamar a Tzuyu, para ir a un lugar para cojer, ese lugar por obviedad, era mi casa

Subí hasta el segundo piso y traje conmigo el ácido, tomé otros guantes y me hinqué al lado de la moribunda mujer.
Quite la cinta húmeda de su boca, la abrí y vacíe un poco de del contenido de aquella botella, ella, supongo que ya no tenía fuerzas.
Solo escuche que tragó, eso quería, no quería que emitiera ni un sonido mientras Tzuyu estaba aquí.
El ácido quemando su garganta era suficiente, pero no quería arriesgarme, así que enrede toda su cara en cinta gris, ya no es tan bonita.

— Volveré en unas horas— lancé la botella contra ella.
No emitió ni un sonido, supongo que debe saber ya su destino.
Un gran destino.

"Tzuyu, estoy afuera del bar xxxx, ven, tomemos unos tragos"

No tardó ni diez minutos para contestar, en 20 llegaría, la noche es joven, y como mañana no hay clase. ¿Qué mejor que divertirme nuevamente?.

Llegando Tzuyu, entramos, bebimos, terminamos en mi habitación, ella montandome, gritando por más, así que la empotré contra la cama, estábamos cojiendo tan bien, hasta que mi móvil sonó.
Siguiendo en lo mío, respondí, Tzuyu trataba de gemir calladamente, para no interponerse en la llamada, pero, ¿qué más da que sepan que estoy cojiendo?

— ¿Diga? — dije con alguno que otro quejido de mi parte

— Hola, soy Félix, ¿estas ocupado? — Oh, mi fan, qué querrá mi fan.

— Pues a decir verdad sí — nalguee a Tzuyu quien dejó salir un gemido— apenas es el primer round— dije riendo — ¿qué quieres Fel? Por cierto, que buenos postres venden.

— Te... Te llamo luego, perdón por molestar y gracias

Sin más el joven pecoso colgó, mejor para nosotros.

[Sana]

Podía sentir mi boca y garganta arder, estaba quemada, no podía abrir mis ojos pues el psicópata de Changbin me los enredo con cinta, no sentía mis brazos ni piernas, un dolor punzante en mi vagina y vientre se mantenía presente, no dolía tanto como la quemadura de mi boca.
Simplemente no quiero luchar por mantenerme viva.
Y me dejé caer en un profundo sueño.
Para no volver a despertar de éste

𝐿𝑒𝑡 𝑚𝑒 𝑏𝑎𝑐𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora