𝐿𝑒𝑡 𝑚𝑒 𝑏𝑎𝑐𝑘

XII

[ChangBin]

Ya habíamos terminado con la perra, al fin, yo y mi amor Felix, eso nos une más.
Estoy tan feliz.

— Felix, al fin somos uno, mataste a la perra, por mí. Eres un excelente novio.

— Yo no soy tú novio

— Vamos, me pedías por los en vivos que lo fuera, que te hiciera mío, y ¿adivina algo?, Tú ahora me perteneces.

[Felix]

Cuando me dijo eso, volví a recordar mi pasado.

Flashback

— Eres mío Lee Felix, mío y de nadie más, nadie puede tenerte, este culo tuyo solo es mío. Tú eres mío — decía a mi oído mientras entraba y salía, las lágrimas en mis ojos brotaban por montones, me sentía asqueroso.

Fin del flashback

Tras perderme en mi consciencia, ChangBin se acercó a mí, y me besó.
Un beso ¿tierno?

— No llores, tus ojos se cristalizan— dijo acariciando mis cachetes.

— Sueltame, me duele. — el abrió sus ojos grande.

— Me dejarás si lo hago, pero no puedes hacerlo, porque ya matamos juntos, ya no puedes desmanchar tus manos Felix, estamos unidos.

— No me iré, solo sueltame. – él accedió, tomó mis muñecas y miró las cicatrices en ellas.

— Oh, ya estarás bien Conejito, no necesitarás lastimarte más — besó mis cicatrices, estaba realmente asustado por la manera en que servía su mente.— ¿Sabes qué quiero?

— No, ¿qué?

— Un pastel, iré a la cafetería por uno.

Dijo saliendo del sótano, cerró la puerta con candado, este sótano no tenía ventanas, no tenía nada con el que pudiera escapar, sólo esa puerta.
Estaba sentado en una esquina, cuando volví la mirada, y vi frente de mí aquel cuerpo sin vida, que parecía estar viéndome.
Sinceramente, tengo miedo, parece que se puede mover y cobrar venganza por su trágico final.
Estaba solo ahí escuchando el tik tak del reloj, no quitaba mi mirada de aquel cuerpo que tenía marcas en el cuello, tenía la cara golpeada e hinchada.
A demás de que sangraba.
Su cabellera estaba toda revuelta.
Estaba sin vida, solo mirando a la nada. Porqué ya no había nada para ella.

Entonces volvió aquella voz a mi mente.
Aquella que creí haber perdido en Australia. Me siguió hasta Corea, está me decía "Ya estoy aquí Lixie, tu culo se va a divertir", "no puedes escapar de mi".
Estoy asustado, ¿de dónde viene eso?, la angustia me estaba carcomiendo, entre el tik tak, la mirada de la muerte en esa mujer y esa estúpida voz, estaba llorando, en posición feltal, tapaba mis oído para que no llegara esa voz de nuevo.
Hasta que, llegó mí salvador, diciéndome "Te traje pastel" hizo que esa voz desapareciera, hizo que no sintiera más miedo.
Él, él era mi salvación para esa estúpida voz.

[...ChangBin...]

Cuando salí de casa por ese dulce manjar, me encontré a dos estúpidos en el camino, de los cuales, uno se ofreció a llevarme por mi mejor, mientras íbamos de camino.
El oficial Kim, me dijo que tuviera cuidado con el asesino. ¿Cómo le explico que soy él?, no pude evitar sonreír cuando me mencionó a la pequeña pita que maté, o al bastado solitario.
Solo había un detalle que no me gustaba, y ese, era el nuevo, Lee MinHo, me miraba, ¿será que sospechará de mi? Ja, no tiene prueba, una sonrisa no afirma nada.
Así que comencé a retarle con la mirada, con cada palabra del asesino una perversa idea dentro de mí follando mientras ahorcó a ese estúpido Lee MinHo se iba formando, haciendo que una sonrisa se formará más y más en mi rostro.
Clave la mirada al retrovisor, esperando que ésta se clavara con la de Lee, y así fue, la última antes de bajarme.

Tengo una presa más difícil, y ésta se llama Lee MinHo.