𝐿𝑒𝑡 𝑚𝑒 𝑏𝑎𝑐𝑘

VII

Íbamos camino a mi auto, le abrí la puerta, él dudó pero al final subió.

— No te sientas incómodo, creo que nos conocemos mucho y muy bien. — dije soltando una ligera risa mientras me ponía el cinturón de seguridad — ¿O me lo negarás Fel×Spear×?

— Ah... Encontraste el juego— dijo tratando de evadir el tema, está bien, aún no le diré que yo soy ese BJ, pero, quiero bromear con él sobre eso.

— Ah sí, era fácil de encontrar, no en todos los juegos antes de la lucha con espadas hay una "historia" — dije mientras encendía el motor, por el rabillo del ojo, note su gran sonrojo, sus orejas estaban muy enrojecidas. Me apetecía moederlas. — Y dime, ¿cuál es tu personaje favorito? — sonreí ladino, íbamos en marcha a la heladería.

— Ahg... Deja de torturarme, sabes que no es un juego... — dijo mientras se tapaba la cara, apuesto debe sentir ardiendo su bello rostro

— ¿Ah no? ¿Y qué es? — mantuve mi mirada en el camino, claramente sabía que era, pero la reacción de aquel joven, su vergüenza e incomodidad eran muy graciosos.

— Changbin... — trago fuerte— es obvio que sabes qué es, no me digas decírtelo.

— ¿Te refieres a que sé que es una página para adultos donde hacen en vivos masturbandose, narrando historias o hasta teniendo sexo? — dije mientras llegamos al semáforo y pude voltear a ver su rostro más rojo que nada, esta rojez hacia que sus pecas se ocultaran un poco — ¿O te refieres a que sé que das donaciones muy altas a un BJ de esa página? — dije tomando su mentón y alzandolo para conectar nuestras miradas, sonreía ampliamente al ver la cara de Felix, quién me miraba con una expresión inimaginable.

— ¿Co-cómo sabes eso? — Dijo, muy avergonzado por la cercanía, nuestras narices estaban chocando al igual que el aire que exhalamos.

Me alejé y volví mi mirada a la calle, avanzando cuando el semáforo se puso verde — Digamos que te investigué después de que aquella persona con mejillas regordetas te hiciera unas burlas demasiado buenas.

— Entonces... También sabes de... ¿Mi pasado? — dijo muy temeroso.

— No, solamente sé eso de aquella página, pero ahora me haz dejado intrigado con tú pasado, ¿tienes miedo que lo llegue a saber? — dije, estábamos cerca de la heladeria.

— ¿Miedo? ¿Crees qué me asusta que sepas de mí? Creo que es eso, al fin puedo darle un nombre cuando pienso en ese pasado— miró a la ventana. Se miraba triste, intranquilo.

El ambiente se había puesto un poco tenso, pero nada que un helado no pudiera solucionar.
Llegamos y bajamos, cuando entramos el corrió a la vitrina, veía todos los sabores, yo iba decidido por uno de Chocolate, pero Felix creo que no sabía ni que pedir.

— ¿Ya decidieron que pedirán? — dijo la amable señorita que se acercó a atendernos.

— Sí, me puede dar uno de esos "especiales" — dije — que tenga todos los sabores, él quiere todos — Felix volteo a mirarme con los ojos bien abiertos.

— Es muy caro— al parecer le preocupa más el costo que el contenido, pues son más de 35 sabores, y ponen al rededor de 3 bolas por cada sabor.

—¿Y? Todo lo que quieras te lo compraré príncipe – Dije sonriéndole, dinero nunca me faltaba, mi padre fue dueño de una gran editorial, y toda esa fortuna me la heredó a mi, a la hora de su muerte, aún mantenía esa empresa intacta, y era de las mejores. A demás, las donaciones que esté pecoso me daba, el dinero no es problema, pero nadie más que yo y Hyunjin sabíamos de la cantidad monetaria que poseo.

Felix solo se sonrojó, fuimos a tomar asiento, llegó el helado, sus ojos brillaban, creo que jamás había comido algo así.

— Oye, ¿recuerdas que en el carro me preguntaste de mi "personaje" favorito? — dijo metiendo a su boca una porción de helado de vainilla con menta.

—hmm, sí, ¿por qué? — le pregunté, metí a mí boca un poco de helado de chocolate.

— Deberías seguir tú también a SpearBj, sus historias son muy ahhhj, Una vez contó cómo lo hizo con un chico en... Una heladeria... — abrí mis ojos como si me hubiera sorprendido, pues, es mi historia y obvio que la sabía.

—¿Me estas proponiendo tener sexo contigo en el baño? — le dije tratando de sonar sorprendido

— ¡¡¡Noo!!!, no tendría sexo con alguien que no fuera ese Bj— dijo metiéndose una cucharada de helado, después señalandome con la cuchara dijo — Ese hombre debe cojer como los Dioses.

Sonreír ladino, y él me miró con los ojos entrecerrados, analizandome, pero luego volvió la mirada a la cubeta de helado frente de nosotros.

—¿Te gustan las pijamadas?