XXI

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Ya había soñado esto miles de veces, mi madre diciéndome una y otra vez, "solo eres un estorbo", solo soy eso, ¿También seré lo mismo para Lixie?
Pensar en ser un estorbo para alguien más.
Tengo miedo.

– Felix, ¿Estás despierto?– pregunté al joven que estaba acostado a mi costado.

No recibí ninguna respuesta, así que él debe estar dormido.
Pasé mi mano por su cabellera, su cabello naranja era muy lindo, sus ojos cerrados y su pequeño puchero en su boca, su nariz se arrugó al sentir mi fría mano tocar su bello rostro.
Alguien como yo no merece a alguien como él.

¿Debería dejarlo solo? ¿Debería quitarme de aquí?

Cuándo ya me iba a ir, él me abrazó – Hace frío. – dijo con una voz tenue y dormilada.

– Felix, yo tal vez no deba estar contigo más.

– Háblanos mañana de eso Binnie, vamos a dormir, ¿Sí? – apretó el agarré a mi cintura.

Volví a la misma posición en la que estaba, solo que está vez, aquel bello rostro que acariciaba, ahora estaba sobre mí.
Tan cálido, él hacía que él frío de la habitación se fuera. Hacía que dejara de titiritar, hacía que dejara de recordad a esa estúpida señora.

Pasamos la noche en esa posición. Era cómoda, acojedora. Pero debemos levantarnos al sonar las alarmas.
Me paré muy lentamente, estaba demasiado cómodo estando rodeado en sus brazos.

— No vayamos, por favor — dijo mientras me tomaba por la cintura y puso su cabeza en mi espalda.

— Pero tenemos materias difíciles — dije, nin moverme de su agarre. Realmente ni yo quería ir.

— ¿Para qué estudiamos? — Dijo reprochandome.

— Para no aburrirme aquí, mejor me aburro en la escuela, a demás debes ver de quién era el gato.

— Deberías dejar de matar gente de la escuela, será un problema si alguien se entera. — dijo separándose para sentarse a mi lado.

— Me centraré en tí de ahora en adelante. Ya no debería matar si quiero estar a tu lado mucho tiempo.

[Felix]

Al escuchar esas palabras de Changbin un frío recorrió mi cuerpo, ¿por qué siento miedo?

Abracé al hombre a mi lado – Así vamos a estar siempre, ¿ok?

— Bien, ahora a la escuela. Iré a cambiarme, ¿qué comen los gatos?

— ¿Comida para gato? — le respondí a lo cual él me hizo una mueca por mi obvia respuesta.

Me arreglé y partimos para la escuela, a este punto, ya íbamos a mostrar nuestro amor.
Él iba tomando de mi mano, o me abrazaba mientras caminamos, ¿qué le pasa?
Llegamos al salón nos sentamos, pude sentir que su mirada se quedaba clavada en mí.

Al fin llegó la última clase, y la más difícil.
Pero entró un directivo al salón.

— Está clase está suspendida el día de hoy, la maestra no llegó — dicho esto, salió.

Giré mi mirada al pelinegro, quién ya esperaba por mí mirada.

— Sorpresa cielo.

— Hablamos en la casa, ¿gracias? — le sonreí acariciando su mejilla.

Por la noticia, ya teníamos la tarde libre, así que guardamos las cosas, me despedí de él, pues tenía que trabajar.

— ¿Pasarás por mí a la salida? —pregunté dándole un último beso.

— Vayamos juntos, quiero un chocolate, y paso por ti cuando salgas, ¿ok?

Asentí y salimos camino a mi trabajo.
Allí ya estaba Jisung, quien al verme, gritó "¡tengo mucho que contarte!"
Changbin sonrió y me hizo un gesto para que fuera con aquella ardilla loca del otro lado de la vitrina.

𝐿𝑒𝑡 𝑚𝑒 𝑏𝑎𝑐𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora