𝐿𝑒𝑡 𝑚𝑒 𝑏𝑎𝑐𝑘

XIV

[Recuerdos de Felix]

— Mamá, he vuelto de clases— dijo el pequeño de once años, nadie respondió a su llamado, así que se adentró en su casa para buscar a alguien.
Pero estaba sólo, al menos eso duró unos instantes, ya que borracho por la puerta entró su padrastro.
Felix tenía miedo de él.
Pues Felix se daba cuenta como JinYoung lo veía cuándo se cambiaba, o cuándo simplemente estaba por la casa con el torso descubierto.
JinYoung solamente admiraba la piel desnuda de Felix, la miraba con deseo, con necesidad de tomarla y quitar la inocencia de aquel joven.
Y Felix lo notaba, Felix veía la lujuria en la cara de ese asqueroso hombre.
Y no era la excepción hoy, sólo había un detalle.

El alcohol nubla el juicio de la gente.

— ¡Hola pequeño Lixie! — dijo aquel hombre tambaleándose por todo el corredor. Felix se iba haciendo para atrás, quería salir corriendo de ahí, pero el miedo y el temor lo tenían paralizado.— Hmm, ¿no vas a saludar a "papi"? — dio una asquerosa risa que a Felix jamás se le iba a salir de la mente — Al parecer vienes llegando de la escuela, noto tu sexy uniforme, ¿sabes?, eres un chico muy bueno — él estaba casi cerca de Felix, sus piernas no reaccionaban "vamos Felix muévete" se repetía internamente, una y otra vez. — No hay nadie por lo visto. ¿Sabes qué significa?

Allí es donde el verdadero miedo de Felix al ver esa tétrica sonrisa hizo que sus piernas se movieran rápidamente. Por desgracia, no tan rápido, pues aquel hombre logró tomarlo de la mano, haciendo que el cayera al piso.

— No te vayas, Lixie, la fiesta apenas va a empezar, dime la verdad a mi también, sé que le dijiste a tu mami que te gustan los hombres. — dijo mientras levantaba al chico y apretaba sus brazos con fuerza desmedida —¿Sabes qué es lo que un hombre puede hacerte?

— Déjame o grito, déjame ir JinYoung, le diré a mamá — lloriqueo el menor tratando de escapar del agarre de este hombre.

— Oh, ¿le dirás a mamá? — hizo un asqueroso puchero mientras iba bajando su mano en busca del trasero del menor para acercarlo a él. —¿Y crees que mami te va a creer?

Felix no respondió nada, estuvo callado mirándolo, teniendo que tragar ese asqueroso aliento a alcohol, teniendo que tragar sus lágrimas y fingir que no sentía esa mano asquerosa tocando su trasero.

— Sé un niño bueno con papi

De esta manera arrastró al menor a la habitación de lavado.
Bajó su pantalón, Felix luchó para que no lo hiciera, pero la fuerza brusca de este hombre era mayor a la de él.
Lo estampó contra la lavadora, introdujo completamente su pene dentro del niño, no espero a nada, y comenzó a embestirlo, mientras callaba los gritos de éste con su mano y una playera.

Felix no pudo seguir luchando, se sentía sucio, triste, sentía el interior de él arder, sentía como lo desgarraba, como salía y entraba, tan asqueroso todo lo que aquel hombre estaba haciendo.
Éste hombre al final le susurró al oído "no le digas a mamá, ella no te creerá y se sentirá triste"
Felix amaba a su mamá, verla triste era lo último que quería, pero la felicidad de ella estaba siendo a costa del sufrimiento de él. ¿Un precio razonable?
Felix sintió aquel líquido caliente entrar y llenar su interior.
Estaba realmente asqueado.
Aquel hombre satisfecho salió de Felix y soltó su cuerpo, dejándolo caer al frío piso.
Y sé fue a dormir. Tan tranquilo como si nada hubiera pasado.
Felix estaba debastado llorando en el piso, pero ahora del baño, mientras se lavaba bruscamente su cuerpo, lavaba minuciosamente cada parte que aquel ser asqueroso había tocado.
Estaba envuelto en llanto, ira y confusión.
¿Qué debería hacer? Era todo lo que pensaba.

Su felicidad o la de su madre.