El secreto de Mishal. [+18]

[ESM] Capítulo 01: Mi sangre derramada.

Mi sangre derramada.

Era un día frío, la nieve reluciendo en las copas de los arboles en plena madrugada. Mi cabello rojizo en ondulaciones se veía bello, mi rostro adornado con un maquillaje sutil que apenas resaltaba mis enormes ojos azules.

—Mashail, tu hermano no regresa.

Volteé mis ojos hacia mi madre. Su cabellera era pelirroja pero no de un color intenso como el mío, que pareciera que alguien hubiera pintado en mis cabellos con pintura roja. Sonreí levemente.

—Mishal sabe cuidarse bastante bien, mamá.

Mi tono siempre era suave como apenas un susurro del viento. Intenté sonar lo mas inofensiva posible. Mi madre me miró enternecida, resulta que era muy parecida a ella de joven, por lo que constantemente suele observarme con añoro y amor.

—Espero que llegué pronto, el desayuno está preparado.

Asentí sirviendo los platos y vasos, éste era mi labor, hacer todo tipo de tareas domésticas mientras ella solamente estaba tranquila como de vacaciones. Pero no me quejé ni una sola vez, mi idea siempre habia sido la misma de mantenerme tranquila y serena, oculta  de todos, inclusive aunque eso incluyera estudiar online mientras mi hermano disfrutaba su vida social tan libre y llamativamente como pudiera.

Mi trabajo era controlar la casa para Mishal, que èl viviera cuánto pudiera por los dos, y luego, sacarnos de aquí. Observé los bellos ojos verdes de mi progenitora. Otra mañana más, padre estaría apenas despertando en otro lugar, pero en los ojos adormilados de mi madre sólo podia verme a mí, a su hermosa anterior yo, definitivamente Mashail no estaba en sus ojos.

—Probé una receta nueva.

Mi rostro era amable. Candice era el nombre de la mujer delante de mi rostro, tan bonita como las flores, tranquila, educada, encantadora, una señora de casa adinerada... bueno, eso es lo que todos ven, pero jamás  se atreverian de hablar de la Candy que se quedaba horas observando la foto de su casamiento a altas horas de la noche, la mujer de rostro cereza al igual que sus ojos.

—Espero que te encante, mami.

Me mantenía tan pasiva como un conejo, complaciendola, siendo prácticamente su sierva, mientras ella sonreía ante mi, hipnotizada con mi resplandor.

—Claro que sí, Candy.

Nuevamente no notaba el error en sus palabras. Observé la puerta. Era verdad que Mishal debería de estar volviendo a estas horas despues de una gran fiesta en la qué, como siempre, sería el lider en ella, asi era la cosa, Mishal el asombrosamente guapo galán del Reveira, quién presumía de una posición económica envidiable, un ligue exuberante y calificaciones extraordinarias, contra, la hermana desconocida, de quién nadie sabía su apariencia, la protegida princesa en la torre por quién Mishal mataría si sólo intentas hablar de ella. Esa era yo, su hermana gemela escondida, la joya del imperio de los Becka, una hermana e hija complaciente, una señorita pasiva y encantadora.

—Mishal...

Susurré contra el celular mientras caminaba de un lado a otro en mi habitación. Era recurrente que Mishal no volvierá a casa, e incluso faltará por días, pero jamás, ni una sola vez había hecho eso sin avisarme, siempre respondía mis mensajes, aunque fuese unos minutos después, lo hacia.

—Dios...

Mordí mi labio inferior observando la pantalla del teléfono que indicaba que el celular estaba apagado o fuera de linea. Le había comprado un cargador portátil para Iphone, la posibilidad de que Mishal tuviera la batería descargada no cabía. Yo misma lo tendía en su cama, cargaba el celular, el cargador portatil.