Amargo.
Era evidente que no fui muy proactiva al planear mis movimientos de forma rápida y eficaz. Hasta un niño podria saberlo, el que se tratase de hermandad lo hacia más complejo y delicado para ser tocado por mí. Miré absorta en mis pensamientos hacia la pizarra inteligente. Me sentía pesada al sólo intentar calcular el momento ideal para tener a Jing-soo. Pero él era una pieza fundamental y valiosa asi que incluso creyendome una santa, sería imposible de ignorar. Mejor sería enterrar algo tan poco útil como los sentimientos. Era un negocio, no una relación.
¿Cuántos años tendría su hermana?
Quizás rondaba los 9 años considerando que le daba dulces y juguetes aún, lo que era más agobiante pero a la vez más tranquilizador. No tenía la edad suficiente para que sus padres se apresuraran a venderla con necesidad, pero estaba desprotegida y era más frágil.
Presentía que no sería tan fácil cómo con la madre de Sirus.
Supe que lo primero era ofrecer una mano amable antes de apuntarle con una pistola para sostenerla.
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Me dirigí a mi oficina, era amplia, minimalista y tenía una seguridad impresionante que sólo me complacía. Analicé las hojas frente a mi, las había pedido por mensaje para que estuviesen preparadas cuando llegase con los chicos que se dispusieron a ver el lugar.
—Ya veo...
Murmuré. Mis manos se pusieron rígidas al observar las letras. Ella tenia 3 años, era pequeña y tan insignificante que ni yo quién había estudiado a las personas de Fenak podía reconocerla. Dae-hyun Lehan, era la única hija de la familia Lehan, al ser una familia con raíces coreanas de linaje puro y conservador, la cabeza de la familia sostenía sólo relación con mujeres que se registraron como esposas y concubinas oficiales, entre ellas la la tercera concubina era la madre de Jing-soo y esa niña.
—Dae-hyun, suena adorable.
Opinó Killian mirando la hoja a mis espaldas. Asentí.
—Necesitaré una foto aunque sea.
Murmuré angustiada. Zeion no había podido obtener más.
—¿Podrías hacerlo, Sirus? Tengo entendido que ambas familias sostienen relación.
Suspiró suavemente ante mis demandas.
—No creo que vayan a haber reuniones muy pronto.
Lo pensé con detenimiento, no había razon en particular por la que ambas familias debieran cenar justamente por estas fechas.
—Implanta dudas al respecto, eres alguien en la mira de tu padre, estoy segura que si es lo suficientemente precavido tomara en cuenta acusaciones incluso si son de ti.
Él pareció dispuesto a hacer lo que diga. Eso orillaria a una visita para probar terrenos.
—Asegúrate de darle una idea de una reunión en la mansión de Lehan para tantear el suelo antes que nada.
Dije con claridad.
—¿Cómo puedes asegurar que ella asistirá? Es solo una niña.
Preguntó Killian. Sonreí.
—Son una familia coreana muy apegada a su etnia y costumbres culturales, en Corea la hora de la comida es importante, probablemente la cabeza de familia tendrá a todos los miembros sentados allí.
Y era hijo de la tercera concubina, lo que aumentaba las posibilidades a que fuese su tercera mujer. Ambos estuvieron de acuerdo.
—Te informaré al respecto.
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El secreto de Mishal. [+18]
RomansaMishail Becka era la definición de mujer fatal. Tramposa, seductora y victimista esperando como una víbora para atacarte a la yugular. Pretendía ser una buena hija en el Imperio Becka que creyó podia dominar... todo hasta que Mishal Becka la traici...