Extraño.
Era difícil respirar, dolía, e inclusive que abriera los ojos fue algo que me sorprendió. Miré la habitación, mi habitación. Nadie estaba a mi lado cuidandome, eso lo esperé. Tenía que reponerme lo más pronto posible. Quería llorar, llorar cómo una niña abandonada porqué eso era. No tenía a nada ni nadie que me hiciera bien, que me abrazará y protegería. Protegí, amé y cuidé... debí de haber hecho algo mal.
—¿Qué he recibido a cambio?
Dijé en cuánto llego Mishal. Sólo me miró a los ojos. No podía entenderme pero me veía cómo si fuera una extraña.
—Sería más fácil amar a mi padre que amarte a ti.
Susurré cubriendo mi rostro con mis manos desesperada. Sólo quería ser amada por una vez en la vida. No lo soportó. Me agarró las muñecas con fuerza, apartando de mi rostro mis palmas para enfrentar su cara.
—¿Después de lo que te hizó te atreves a decirmelo?
Nos miramos. Sonreí.
—¿Todo lo que pasé por ti?
Soltó mis brazos ofendido. Se fué dando un portazo. Reí locamente. Estaba loca, la vida daba vuelta y esto no era para mí. Si amaba, no era amada, yo nunca recibí nada a cambio de todo lo que hicé.
—Solo quiero ser para ti alguien significante, maldita sea.
Sostuve mi cabello entre mis dedos. Nada era real, o parecia serlo. Quizás era más facil solo cuidarme a mi misma. Quizás era más facil...
Es algo que nunca haré.
—¿Cómo estás?
Me preguntó la misma persona que nunca pensé que me preguntaría. Levanté mi rostro y por primera vez le dijé una verdad.
—Siento que en cualquier momento podría gritar.
Se sentó a mi lado. Tomó un mechon de mi cabello y se quedo observándolo. Él era oscuridad, no habia nada en él. Podrian decirme en estos momentos que me amaba y no dudaba en aferrarme a esa mentira.
Esta persona me odió tanto que nunca dudó en entregarme a Jeremiah. Me humilló y me utilizó millones de veces.
—Damé tiempo y seré la misma de siempre.
Susurré cerrando mis ojos. No tardó en irse del mismo modo que Mishal. Indiferente y frío igual que todas las veces.
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Tambaleé al intentar pararme. Era cómo un pequeño cervatillo intentando dar sus primeros pasos, mis huesos se sintieron cómo agua y finalmente cedí golpeando mis rodillas contra el suelo. Observé la comida al lado en la mesada, estaba caliente y recién servida. Pero era pura carne, a excepción de un poco de acompañamiento. Suspiré. El olor me atrajo cómo si fuese la única cosa que existiera.
—¿Cómo estás?
Escuché la voz de Brian desde mi celular. Contesté cortés. Dirigí el primer bocado a mi boca... fue la gloria, de pronto ya no podía parar de comer la carne.
~¤~¤~¤~
Mi cuarto era un lugar frío y solitario, se sentia cómo una cueva que no me era familiar aunque intentara hacer de éste mi hogar, yo nunca tuvé uno, lo intente pero jamás pudé. La decoración era elegante, tenia muchas cosas nuevas ahora, las anteriores estaban rotas en algun lugar, empapadas en sangre debido a mi castigo.
Había perdido de hecho, más líquido del que creí, pero no recibí ninguna transfusión, de alguna forma lo prohibieron y siguieron llenandome de carne. La boca se me hacia agua de tan sólo imaginar carne, lo que era ridiculo considerando que nada realmente me atraia exceptuando la carne, por lo menos en estos momentos.
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El secreto de Mishal. [+18]
RomanceMishail Becka era la definición de mujer fatal. Tramposa, seductora y victimista esperando como una víbora para atacarte a la yugular. Pretendía ser una buena hija en el Imperio Becka que creyó podia dominar... todo hasta que Mishal Becka la traici...