Rebelión por la princesa.
Cuando Mishal Becka tuvo el valor de aparecerse en el despacho de su padre, Zeion lo miró como escoria. Si existía alguien tan contrario a su hermana, ese era su hermano gemelo Mishal. Abdel lo odiaba. Cada vez que lo veía, Zeion sentía esa repulsión surgir desde lo profundo de su pecho. Quizá porque era igual a Jeremiah, no importase como lo mirara, la expresión, los gestos y hasta su altivez eran idénticos a los de su abuelo.
-Padre.
Le dio asco cuando ese chico pronunció esas palabras. Su pecado era creer que podía hacerse dueño de todo, y que cualquier cosa que desease sería suya, así fue la forma en que lo crió su hermana. Peligroso, impulsivo y por si fuera poco controlador. No pudo evitar pensar que de solo haberlo criado Mishail, él sería excelente, pero Jeremiah lo manchó, así como arruinaba todo lo que tenía en frente.
-Mi hermana... ¿Dónde está?
Abdel lo miró con unos ojos iguales a los de un asesino. Si no fuese por Mishail, él hubiese muerto hace ya mucho tiempo.
-¿Tú quién crees que eres basura para tomarme como tu asistente personal?
Arrojó el vaso de alcohol que estaba tomando hacía él. Mishal ni siquiera se atrevió a esquivarlo y lo recibió. El vaso se rompió sobre su cabeza desparramando el alcohol y mezclándose con su sangre.
-Kenia Peira debería estar en sus instalaciones a dónde la asignó.
Zeion habló con una voz indiferente. La situación era completamente ridícula. ¿Comparar a esa mujer con Mishail Becka? ¿Qué tan pobre era su perspectiva de la vida?
-Cuida a tu perra si no quieres que le corté el cuello. Te atreves a comprar a una mujer para convertirla en que... ¿En tu hermana?
Abdel rió burlescamente ante la sangre que derramaba su hijo y el temblor de su cuerpo.
-Hermana solo te di una, y no te conformaste con ello.
La sonrisa ladina de sus labios no iba con el odio y furia de sus ojos. Eran fríos y cortantes con todo aquel que no fuese ella.
-Y nunca conocí a una mujer tan posesiva y fría como ella.
Era su única, primera y última compasión para su hijo varón. Era evidente que todos lo sabían. Alguien que había vivido su vida ganándose su lugar, peleando y levantándose por ello, sólo había tomado por sentado una única cosa, a su amado hermano Mishal, y una vez que se enterase que otra mujer "la había reemplazado", pobre de esa pobre alma... y salve dios a Mishal Becka, aunque conociéndolo sólo se reiría subestimando la capacidad de su hermana.
-Kenia Peira sólo es entretenimiento...
Si, todas las mujeres eran un juego, excepto la pelirroja, porque si llegabas a perder, lo pierdes todo. Pero tantos años Abdel había intentado separar a esa lacra de su hija como para saber que por fin lo había conseguido.
-Lárgate.
De pronto Abdel estaba ligeramente más relajado. Zeion no sabía si era por haber lastimado a Mishal o porque ese idiota estaba arruinando tanto su único seguro de vida.
-Disculpe, Sr. Becka, Sr. Demovik.
Una voz rasposa y masculina pero que tenía un tono de voz bajo se apareció en escena después del permiso de entrada. Zaika se apareció. El Demovik se sintió de repente incómodo, algo que pudo también saber Abdel.
-La notificación que me ha llegado... planeaba informar sobre ello ya que tiene que ver con mí dueña.
Era una figura que pronto empezaba a mejorar. Los Demovik obtenían fuerza de la relación que establecian con su dueño, mientras mejor fuese más fuertes eran, y Mishail había consentido a Zaika desde que llegó a la mansión. Aunque él sabía que no tan solo su pequeño tamaño se debía a la escasa relación con su dueño, si no a que era maltratado, pero prefería ignorar ese hecho. Sabía que Mishail le daría todo y cuánto más, era inevitable pues Zaika era muy indefenso, inteligente y sobre todo disciplinado, características que lograrían satisfacerla..
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El secreto de Mishal. [+18]
RomanceMishail Becka era la definición de mujer fatal. Tramposa, seductora y victimista esperando como una víbora para atacarte a la yugular. Pretendía ser una buena hija en el Imperio Becka que creyó podia dominar... todo hasta que Mishal Becka la traici...