[ESM] Capítulo 30: Perro.

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Perro.

Tengo una debilidad.

Por la que quiero morir y vivir a la misma vez. Esa a la que le daré todo de mí y le concederé el poder de hacerme llorar y sangrar si asi lo desea. Creo que le he jurado todo lo que tengo y tendré, incluida mi voluntad y fuerza.

—Mishal.

Saludé con una sonrisa.

No hay cosa más pura que mi devoción por él, y a la vez no podria existir cosa más manchada y sucia que eso. Tanto que la tengo que esconder a toda costa. He elegido mal, o quiza sólo lo hice mal. Sin duda, mi principal creación fue un chico egoísta y tiránico que quería toda mi vida para destrozarla.

—Mishail.

Me saludó con frialdad, aniquiliando con la mirada a Alleniam, pues yo sostenia su brazo con apego. Me aferre a ese chico con adoración; fingiendo o quizá anhelando que este amor que siento se traspasará a un chico más amable y gentil que lo sostuviera y lo cuidará como un tesoro. Fingí que ese chico era Ikar.

No existe tal cosa para mí.

—Padre te llama.

Su tono fue más que frío para mí, y lo acepté con una sonrisa.

—Iré con mi familia, Ikar.

Besé su mejilla con gentileza y me escabullí deshaciéndome de sus manos. Ese niño era impredecible y carecía de moral alguna. Seguí con una prudente distancia a Mishal. Estábamos de nuevo en el nido de bestias, pero había una sustancial diferencia. Esta vez no era una mujer más, no me iba a parar atrás suyo. Sabía que quería algo más, de hecho, me sentí desesperada atada de pies a cabeza.

¿Por qué tengo que hincarme a tus pies?

¿Sólo por ser mujer?

En esta clase de eventos donde toda la maldad se junta puedo hacerlo todo, colgarme la soga al cuello o vender mi alma a Chernabog. Aquél ente que poco le importaba todo y nada. Si me juro a él, si le doy todo a él. ¿Podré hacer que me de lo que deseo?

—¿En qué piensas?

Abdel me preguntó con cierta rigidez, como si me reclamará estar tan distraída en un momento crucial. A veces me preguntaba sus planes.

—Sólo la manera de triunfar.

Sonreí suavemente. Esta ceremonia celebraba la masculinidad y lo relacionado a ello. Más que nada era como estar en un campo de guerra donde atacaban a diestra y siniestra con todo tipo de artefactos. En estas celebraciones los ciervos buscaban el poder de Chernabog que a veces aparecia mientras mas sangriento y entretenido fuese el espectáculo.

—No participarás, eres demasiado…

El desprecio en sus ojos lo pude soportar. No podia obedecerlo, por más que él lo quisiera así.

—Entiendo.

Pretendí conformarme sentandome en los asientos en esa magnífica tienda de campaña de seda negra que tenia una bandera con nuestro emblema en el. Como siempre estábamos rodeado de guardias y sirvientas. Observé mi asiento tan humilde a comparación de ellos, pero era un asiento aunque sea. Miré a la distancia al campamento de Ctirad, su madre estaba parada al lado de su padre que reposaba en el asiento más majestuoso junto a su hijo. Ctirad a pesar de estar con su padre mostrando su poder se veía tan apagado y a la defensiva como si un solo paso en falso fuese a pisar una mina.

—Zeion, ¿lo has conseguido?

A pesar de pedirle información sobre Ihan Perfoné a Jing-soo, me aseguré de una ficha general a manos de Zeion.

El secreto de Mishal. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora