¿Intimidado?
Las horas en clases me ponían de los nervios, porqué algo se avecinaba y las diferencias en tan sólo un día podian verse claramente. Antes, callaban ciertas cosas cuándo entraba a un cuarto, pero ahora seguían murmurando cómo si ya fuera otra persona. Giovanni me había dado información, pero necesitaba más, estaba sedienta por eso.
—Hola.
Sonreí ligeramente al enfrentarme a un chico escualido, pequeño y menudo, lo suficiente tímido e inofensivo cómo para encogerse de hombros ante mi presencia.
—Ho-hola.
Saludó. Su emblema de alas doradas brillaba en su uniforme bien puesto, planchado e impecable. La parte arrogante de mí, estaba irritada porqué creían más capaz a este chico que a mí para ésta comunidad secreta.
—¿Liam?
Levemente asintió. Liam Nam, hijo único de la casa Nam, una familia rica exportadora de muebles.
—Han estado murmurando mucho este día... y me preguntaba qué era lo interesante.
Fui discreta, pero él solo pudó fruncir levemente su ceño ante mí.
—Lo siento, no puedo decir nada.
Su voz temblaba ligeramente, le tenía más miedo a lo que pasaría si me decía, qué a mi misma. Me acerqué a su rostro.
—Liam Nam, te equivocas si crees que aceptaré un no como respuesta.
Mi voz fue baja y profunda, aún asi evité sonar intimidante. Él tembló, o por lo menos sus hombros lo hicieron, era más evidente con esa contextura delgada.
—No me haga esto, por favor...
Era formal al hablar conmigo, en realidad me temía, aunque no lo suficiente.
—¿Hacer que?
Jugué un poco.
—Soy parte y recién estoy iniciando, sólo pido un poco de información.
Lo intente disuadir. ¡Este chico era lo suficiente vulnerable para ser presa facil! Me miró con ojos dudosos.
—No es prudente, aún no, apenas tiene un emblema, y si no se lo han dicho es por algo.
Cerré mis puños forzando una expresion serena.
—¿Me estas subestimando, Nam?
Pregunté. Este insignificante chico era cómo un pequeño ratón, y me estaba haciendo de menos.
—¡Jamás!
Expresó espantado. Me acerqué a él.
—Tarde o temprano voy a saber, mejor temprano que tarde.
Mis manos querían contraerse para proporcionarle un golpe bien dado. Intentó pararse derecho pero al instante quería encorvarse, era cómo si quisiera protegerse.
—Hoy es Lunes de fuego, nuestro Señor nos ordena cuando hacerlo, por eso mismo hoy todos están emocionados para la gran noche.
Habló tan rápido que apenas procese, lo que ataje a hacer es sonreír levemente.
—Buen Liam.
Pasé mi mano sobre su cabello rizado. Su nariz se contrajo haciendo torcer sus lentes, realmente fue algo que no había planeado. Me fui de su lado con serenidad.
—Tienes un deseo.
Le guiñé un ojo con cierta diversión. Tan pronto cómo eso sucedió me aproximé al baño más cercano para sentarme en la tasa del váter. Mis piernas temblaban, padre me había amenazado y yo fingía estar completamente sana, pero mi recuperacion tardaba más que dos semanas cuando no comía adecuadamente, después de separarme de Mishal... me abstenia de comer lo de antes. Fue una mala idea que llevaba consecuencias que sufría en esos momentos.
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El secreto de Mishal. [+18]
RomanceMishail Becka era la definición de mujer fatal. Tramposa, seductora y victimista esperando como una víbora para atacarte a la yugular. Pretendía ser una buena hija en el Imperio Becka que creyó podia dominar... todo hasta que Mishal Becka la traici...