Piel de Caín.
Su celular sonó y pudé ver la notificación de mensaje nuevo en la pantalla, preferí no preguntar, era muy obvio cuales personas estarían buscando a Killian tan insistentemente como para que sus mensajes fueran por lo menos 70 en diferentes chats. Él se lo buscaba solo, y me benefició aceptar la salida con él.
—Me estaría arriesgando bastante si pregunto...
Murmuró por lo bajo mordisqueando su uña del dedo pulgar, ya que lo observaba, sus uñas eran un desastre por ese mal hábito.
—No te he dado mucho por tu secreto, creo que puedes preguntar.
Mordí una galleta rellena de algo rojizo y dulce. ¿Mermelada? Era riquísimo, los helados tenian un sabor magnífico. Él titubeó al hablar, sus labios frunciendose previamente al atreverse.
—¿Qué ha... pasado entre Mishal y tú?
Mi cuchara se clavó mas profundo en el helado. Podia ver mis dedos amarillos aferrarse a su superficie.
—Denegado, otra pregunta.
Tan sólo mi tono no le permitió replicar. Exhaló.
—Entonces cuéntame un poco de cómo es él contigo. Me conforme con eso.
Tomé un respiro antes de empezar.
—Éramos... unidos, como dos cerezas que vienen del mismo tallo, nuestra relación se basaba en confianza, lealtad y... ya sabes.
Me sentía humillada por el sentimiento en mi voz. Mordí mi labio inferior antes de alzar mi rostro.
—Pero tal como el perro que muerde la mano que le da de comer, él me ha arrancado los dedos.
Lo peor, lo que odié hasta la médula, fue no tener ningún tipo de sentimiento de desprecio ante él. Estaba tan programada a quererlo en cada faceta, cada defecto... que era doloroso quererlo tanto.
—Él no ha hablado de ti hasta que apareciste, realmente no puedo decirte como se expresa fuera de tu vista. Sólo que eres lo suficientemente importante como para ocultarte de todos, inclusive de su propia comunidad en la que no se ocultan coas practicamente.
El agridulce sabor al escuchar sus palabras empaparon mi paladar.
—Soportó muchas cosas, más de las que debería, pero la agresión y la frialdad hacia mi no forman parte de la lista.
La oscuridad empezaba a adueñarse de mi pecho. Killian comió silenciosamente su helado.
—No tengo hermanos o a alguien tan cercano para sentir lo que tú, asi que soy inservible para esto.
Su voz era tan profunda como lo que empecé a sentir.
—¿Haz sido utilizado tantas veces cómo para pensar de ti así? ¿Soy útil o no? La sensación de ser utilizado es corrupta, pero puedes dejarla de lado una vez que aceptas tu propio valor. Debería de verme ridícula al dar tales consejos en mi situación.
Y contrario a mis pensamientos su sonrisa relució abrillantando la expresión de su rostro.
—Gracias.
Parpadeé confundida. ¿Uh? Chico tan raro y retorcido... quizás debería de reconsiderar unirme a una persona tan extraña...
—Parece ser que habrá otra fiesta mañana a la noche.
Mencionó leyendo los mensajes en su celular.
—La de la última vez estuvó interesante.
Sonreí suavemente al verlo mirarme aogo sorprendido.
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El secreto de Mishal. [+18]
RomansaMishail Becka era la definición de mujer fatal. Tramposa, seductora y victimista esperando como una víbora para atacarte a la yugular. Pretendía ser una buena hija en el Imperio Becka que creyó podia dominar... todo hasta que Mishal Becka la traici...