¿Objeto o amor?
Hay cosas simples que me hacen temblar de pies a cabeza, era ridículo porqué siempre he estado bailando entre la vida y la muerte, y no existía cosa más terrible que eso según muchas personas, pero sí había algo más aterrador que eso incluso;
Pérdida.
Odiaba perder. Ya que nunca tuve nada, cada cosa que recibía lo guardaba con profundo afecto, incluso a lo más vil, supongo que por eso termine mezclada tanto con mí gemelo.
—Hoy estamos aquí reun-
No me importaba la voz monótona del juez, ni siquiera estar parada a un lado del estrado mientras mí padre y Jeremiah monitoreaban todo. Habían ojos curiosos preguntándose qué hacía al lado de los Strazza, que hacía Alleniam con nosotros como si no pudiera despegarse de mí, pero no me importaba. Lo único relevante para mí era la profunda mirada de Mishal Becka. Quería reírme en su cara, ser lo más cruel posible.
Incluso su perro favorito, Lenay, había traído a Kenia Peira al juicio. La sangre me hervía como si fuese a derramarse de mis venas. A pesar de eso presté suma atención a como se presentaban los hechos, no era nada que nadie sabía.
—A lo consiguiente, pasamos a las pruebas cruciales por las cuales se ha visto culpado el joven Mishal Becka.
La mano del señor Strazza se dirigió a mí hombro, supongo que sentía mí ansiedad. ¿Cuánto tiempo estuve esperando algo así? Quiero atarlo de pies a cabeza, romper cada mínima parte de él por engañarme. Sin poder ni salida, podía hacer lo que quisiera.
—Debido a acusaciones previas se hicieron los debidos protocolos para encontrar puntos centrales en el juicio. Se ha encontrado en una locación a nombre de Jeremiah Becka un conjunto de posesiones que en un inició estaban a nombre de los afectados Lehan y Pilan.
Jeremiah abrió sus ojos como si no pudiera creer lo que decía. De pronto miro a su nieto con suma furia pero controló su temperamento.
—¿No es eso más cuestionable para el propio Señor Becka que para su nieto?
Preguntó el Señor Giante a mí lado, como queriendo meter el cuchillo a la herida.
—La acusación no fue librada hacía el señor Becka, si no hacia su nieto, por lo que se tomó como si el Señor Jeremiah fuese cómplice.
Creo que nunca vi a Jeremiah tan pálido. Este juicio en verdad no sé regía por reglas básicas legales de forma gubernamental, si no como un debate entre reyes del infierno que era Fenak, así que era normal que no se utilizarán terminologías como "su señoría " u "objeción".
—En dado caso, solo le he dado a mí nieto una tierra cualquiera, así como cada uno de nosotros posee millones de esa. ¿Está intentando acusarme de algo Strazza?
Jeremiah ya estaba intentando limpiarse las manos y dirigiendo la atención a Giante, pero el juez rápidamente tomó el asunto entre sus manos;
—Aclarado eso, quisiera seguir con mí anunciado. —espero unos segundos para continuar mientras ambos hombres miraban directo a los ojos, Giante con indiferencia y Jeremiah con rencor—. Las pruebas son ambiguas a decir verdad, pero ya han registrado una conducta puntual en el joven Becka y sobre su profundo odio a los hombres que se acercan a la joya de Charnabog.
La sociedad solo se refería a mí como una joya, porque para ellos era lo único que me hacía algo en este lugar. Las miradas se centraron en mí mientras mantenía mí compostura como mí posición me lo indicaba. Era bajo para cualquier hombre de aquí perjudicarse por una mísera mujer, más en una que no podía coger como un juguete sexual.
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El secreto de Mishal. [+18]
RomanceMishail Becka era la definición de mujer fatal. Tramposa, seductora y victimista esperando como una víbora para atacarte a la yugular. Pretendía ser una buena hija en el Imperio Becka que creyó podia dominar... todo hasta que Mishal Becka la traici...