Fuerte.
En una sociedad donde puedes morir a cualquier segundo con tan solo cometer un mínimo desliz y nadie hará nada por impedirlo, dónde eres un hombre, una persona superior y con poder pero que a la vez tiene que protegerse de los que son iguales a ti.
No
hay
debilidades.
La confianza no existe realmente, y si pretendes que otro se compadezca de ti deberías de replantearte quién es él que te protegió tanto para creer en tal estupidez. Farav Talas no parecía ser del tipo protegido, parecía ser más bien un hombre que tuvo que escalar desde el suelo pasando por sobre los cadáveres de sus hermanos para siquiera tener el derecho de pronunciar su apellido como suyo.
-Realmente me preocupó su... alergia.
Mi expresión rozó lo envidiable en cuanto a actuación. Era una de mis armas más eficaces por lo que debía de estar afilada para cortar de ser necesario. Su recuperación fue mucho más rápida de lo que se esperaba de un ser humano.
-Uh... dejando el tema de lado... He escuchado que el Sr. Talas tiene un nuevo negocio algo "interesante".
Era una serpiente que zarandeaba su cuerpo para acercarse a la presa. Mis presas siempre eran el doble de mi tamaño en general.
-¿Qué tiene que saber una chica cómo tú sobre eso?
Sonreí avergonzada.
-Vi a mi padre algo interesado en ese asunto.
Sus ojos parecieron oscurecerse en expectativa. El sudor se pegaba a su piel perlandola.
-Es sorprendente...
Murmuró más ansioso por mis palabras. Era un chico difícil de descifrar en todo sentido, no me esperaba menos de él.
-Ah... creo que es tarde, mientras más pase, más tendría que informar a mi padre de lo que pasó en la reunión. Ya sabe, no puede dejarme aquí en soledad y no sospechar que hice algo mal.
Reí suavemente cómo si fuese una broma. Sus hombros se tensaron al oir mi risa clara.
-¿Informar? ¿Qué debes informar?
Él jamás permitirá que algo asi suceda, tendrían que pasar sobre él. Pero Farav no podía matar a la mascota venerada de Abdel Becka sólo porqué sí. Tengo su puto collar en mi dedo y es tan jodidamente importante como para arrodillarse al verlo en manos de un hombre.
-Todo.
Sonreí abiertamente, pareciera que fuera tan estúpida como para mantener una ignorancia infinita hacia el tema. ¿Quién se arriesgaría a revelarle a un estúpido que no quieres que hablé de algo? Mejor era matarlo o hacer que se olvide de eso.
-Últimamente estuve reclutando muchas chicas.
Sacó un cigarrillo de su bolsillo cómo si media hora antes no estuviese a punto de un colapso. Lo colocó entre sus labios y lo encendió con naturalidad. Intentaba cambiar el tema.
-Estoy algo informada de eso.
Las comisuras de mis labios se levantaron ligeramente con una mirada algo inocente pero intrigada.
-¿No te gustaría un financiamiento?
Él sonrió altivamente. Claro que no podías tampoco demostrar que necesitabas dinero si pretendías ser el jodido heredero de una buena casa, era ridículo.
-¿En serio le preguntas eso a un Talas?
Tenía todo el derecho del mundo a ser tan ególatra con el dinero que parecía ya identificar como suyo, ya que de hecho parecía más competente que cualquier otro hermano, pero él no tenía plena ayuda de su familia.
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El secreto de Mishal. [+18]
RomanceMishail Becka era la definición de mujer fatal. Tramposa, seductora y victimista esperando como una víbora para atacarte a la yugular. Pretendía ser una buena hija en el Imperio Becka que creyó podia dominar... todo hasta que Mishal Becka la traici...