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—Fascinante —murmuró Aro.
Los ojos de Priscila se habían vuelto totalmente negros, y una cantidad anormal de sangre comenzaba a correr en reversa por su cuerpo.
Lentamente levantó la mirada en dirección al techo, y al abrir su boca, la sangre salió disparada de su cuerpo. Era como ver un volcán en erupción.
Su sangre comenzó a girar, formando un remolino que comenzaba a parpadear, mostraba imágenes borrosas y sonidos que no lograban diferenciarse. De repente, se quedo congelado.
Una niña de 13 años, se encontraba sentada en un columpio, miraba las rosas que había delante de ella.
Sus largas pestañas, estaban húmedas por sus lágrimas. Unas ramas se rompieron a su espalda. Rápidamente limpio las lágrimas de sus mejillas, y agachó la mirada para ocultar sus ojos enrojecidos.
—¿Porque lloras pequeña? —le preguntó un hombre pálido de ojos dorados mientras se sentaba junto a ella.
—No estoy llorando —murmuró.
—Puedes confiar en mi, no le diré a nadie.
—Ni siquiera te conozco —dijo mientras jugaba con un hilo de su vestido.
—Mucho gusto, mi nombre es Samuel —extendió su mano a la pequeña quien la estrecho gustosa —¿como se llama usted pequeña mujercita?
—Priscila.
Las manos de Samuel, eran mas frías que las cadenas del columpio.
—Lo ves, ya no somos extraños —habló dulcemente —¿que pasa?
Soltó un suspiro y tragó saliva, al parecer le era difícil hablar sobre lo que le pasaba.
—Los demás niños, suelen burlarse de mis ojos —su voz sonaba apagada —dicen que soy diferente, nadie quiere adoptar a una niña diferente... Defectuosa.
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Pysches I: El Frío en La Sangre / Alec Vulturi. [TERMINADA]
RandomPriscila, vive una vida normal, pero ella no es normal. Se ve obligada a despertar sus demonios, al caer en las garras de los Vulturis. Su vida da un giro al enterarse que esta encadenada a uno de los miembros de la guardia Vulturi, Alec, un sádico...