Primera misión / capitulo 10

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(Editado)

-No entiendo porque entre tantos lugares del mundo tenían que escoger Florencia -Priscila se sentó a los pies de las escaleras delante de Marcus -¿no le molesta que me siente aquí Marcus? -el aludido simplemente negó mirándola con indiferencia.

-Veo que te preocupa que un vampiro este creando neófitos en Florencia -Aro la miró desde su asiento -¿que es lo que te preocupa exactamente?

-Viví ahí por mucho tiempo, tengo personas a las que quiero en ese lugar -la chica suspiro, recordando a sus amigos del bar y el gimnasio -sólo espero que estén bien.

Las puertas se abrieron, dejando entrar a Jane seguida por los dos neófitos que habían capturado. Uno era alto, calvo y robusto; mientras que el otro, tenía unos escasos rasgos asiáticos, pelo negro y cuerpo delgado. Detrás de ellos, estaban Félix y Demetri cuidando todos sus movimientos.

-Han puesto un poco de resistencia, pero al fin han cedido -dijo Jane posicionándose junto a su hermano.

Un olor desagradable para Jane llego a su nariz al estar junto a su hermano. Fulminó con su mirada a Priscila, tuvo que controlarse para no fulminarla con su don.
Su hermano no había ido a leer con ella esa noche, y cuando lo fue a buscar a su habitación, no estaba. Ahora sabía la razón.
Alec tenia el olor de Priscila por todo el cuerpo, y Priscila, bueno, ella tenia el saco de su hermano. Era evidente que algo había pasado esa noche.

-¿Saben porque están aquí? -los neófitos se miraron entre si ante la pregunta de Aro -creo que no.

-Han llamado demasiado la atención -siseo Caius -digannos quien los creo y donde están los demás, y serán perdonados.

La sala se quedó en silencio unos instantes, esperaban que ambos vampiros cooperaran, pero no fue así. Miraban desafiantes a los tres ancianos.

-Linda chica -gruño el asiático mirando a Priscila -huele bien.

Alec soltó un gruñido, asiendo que el asiático temblase. Aro se divertía con la situación. Se notaba como ese par no estaba dispuesto a cooperar.

-Que decepción -murmuró Aro -crei que serían mas listos.

Con pasos seguros caminó hasta ellos, a pesar de que ambos vampiros no sabían quien era aquel sujeto, se sentían intimidados. El calvo, dio unos pasos hacia atrás cuando Aro tomó su mano sin aviso, tenia la sensación como si se le revolviera el estómago. Se movió incomodo al ver la siniestra sonrisa que el azabache le mostraba, la forma en que sus ojos rosados lo examinaban, lo hacían sentirse ansioso.

Aro también tomó la mano del asiático, quería comprobar sus dudas. Y el resultado fue el mismo. No veía nada mas que imágenes borrosas.

-Que curioso, no puedo ver nada. Pero no es un don -aclaró al escuchar el sombro de sus compañeros -las imágenes que veo son confusas y no puedo controlarlas. Esto ya lo había experimentado antes.

Aro giró sobre sus talones mirando fijamente a Priscila, la chica no hacia nada más que ladear la cabeza confundida. El azabache soltó una pequeña risa murmurando «curioso» una y otra vez.

-Creo que sabes de que estoy hablando, Priscila -miraron a la morena expectantes, ante las palabras de Aro.

-Si, reconozco la brujería tan solo al verla. Tengo una amiga que es bruja, o algo así -se levantó de su lugar aún con las miradas sobre ella -les gusta marcar sus trabajos. Al quitar el sello se rompe el hechizo, pero cuando alteran la mente es diferente.

-Si, eso es algo que ya se -se notaba algo de frustración en la voz de Aro -cuando alteran la mente, roban sus recuerdos y los modifican. Las memorias que han sido alteradas, pasan a pertenecer al brujo que las altero.

Pysches I: El Frío en La Sangre / Alec Vulturi.  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora