Pysches I: El Frío en La Sangre / Alec Vulturi. [TERMINADA]

jaulas / capitulo 19

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Miraban con atención la puerta. Cada vez se escuchaban más cerca los gritos y forcejeos de Priscila. Demetri abrió la puerta de par en par, detrás de él, venia Félix con Priscila sobre los hombros.

Félix dejó caer a Priscila. Paso a un lado de ella para colocarse junto a Demetri.

Priscila se levanto rápidamente mirando fijamente a Aro.

-¡A la otra, dile a tus bestias que tengan mas cuidado! -dijo con voz dramática -soy una dama, por si no se habían dado cuenta.

Olga miraba sorprendida a Priscila, no era como se la imaginaba. La latina, no se había percatado de la presencia de aquellos visitantes.

-Me temo que era un asunto urgente -Aro miró de reojo a Olga.

Priscila fruncido el ceño, y siguió con su mirada la de Aro. Dio unos pasos hacia atrás, al ver a aquellos seres parados en una de las orillas de la sala. Estaba asustada, por alguna razón. No le tenia miedo a los seres de extrañas armaduras, eran los de orejas puntiagudas quienes le ponían los pelos de punta. La voz de su cabeza no paraba de gritarle que matara a todos y saliera corriendo.

Los elfos miraban con seriedad a Priscila. El agarre en sus cetros se volvió firme. Olga al mirar los rostros de sus compañeros, confirmo sus dudas. Era él.

-¿Que pasa? ¿tienes miedo? -Olga miraba con seriedad a Priscila -sería mucho mejor si salieras de tu caparazón.

-¿Quien eres? -preguntó Priscila.

Olga y Matias se quitaron sus mascaras, sólo hasta entonces pudo darse cuenta que ambos eran Vampiros.

-Mi nombre es Olga, y él, es mí esposo Matias -miró a los cuatro elfos -a ellos ya los conoces.

-Nunca los había visto antes -
Priscila ladeó la cabeza confundida.

Aunque Priscila estaba hablando con Olga, sabia que las palabras de la rubia no eran dirigidas para ella. El cuerpo de Priscila temblaba. Ella, estaba asustada; y él, lleno de ira y sed de venganza.

-Si no sacas la mano de tu títere, nosotros lo haremos por ti -la mirada de Olga era sería, pero se notaba que se divertía -es hora de que salgas... Khorne.

Tenia años que no escuchaba ese nombre. Priscila miró a Olga con horror, esa rubia era muy tonta, no sabia en lo que se estaba metiendo, o tal vez si.

Priscila pensó que si atacaba ahora, los tomaría por sorpresa, pero en realidad la sorpresa sería para ella. Su brazo se transformo en una larga espada roja. Se lanzó contra Olga, pero al estar a escasos centímetros de su rostro, se detuvo. Priscila parecía una estatua, sólo sus ojos seguían moviéndose.

-Dense prisa -habló con dificultad Matias -no podre mantenerlos congelados a ambos por mucho tiempo.

Los cuatro elfos se colocaron alrededor de Priscila, formando un cuadro. Levantaron sus cetros en alto. A medida que relataban su cántico, las piedras en la punta de sus cetros comenzaban a brillar.

Aro, al igual que todos, estaba fascinado por ver tales poderes. Su mirada pasaba de Matias a Priscila, el don de aquel vampiro le recordaba a los gemelos.

El don de Matias, era tan rápido como el de Jane, tenia el mismo efecto que el de Alec, pero solo atacaba a una persona a la vez.

-¡No se muevan! -Olga miró amenazante a Alec.