nueve

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De pronto Taehyung me atrapó en sus brazos dejándome bastante confundida.

No me soltó durante unos segundos. Estaba tan nerviosa que no podía ni respirar.

Cuando pude darme cuenta, ya se estaba separando de mi.

- ¿Estás bien?

- ¿Eh? - pregunté como una tonta consiguiendo una risilla por su parte.

- ¿Tanto te ha sorprendido? - rió echándose hacia atrás sentándose encima de mi tocador.

- N-no me lo esperaba. - tartamudeé intentando no parecer nerviosa, pero obviamente, fracasé.

Cada vez le parecía más gracioso mi comportamiento, soy un chiste para él. Se inclinó un poco hacia mi hasta agarrarme de la cintura, tirándome hacia él levemente.

Mi cuerpo aún seguía débil, y tropecé un poco, pero pude apoyar mis manos en su pecho.

Taehyung sonreía mientras bajaba la mirada hacia mi. Sabía que me estaba mirando, y también sabía de que estábamos solamente a unos centímetros de distancia, pero no podía levantar la vista de lo avergonzada que me encontraba.

¿Por qué solo él consigue ponerme de esta forma?

Taehyung alzó mi barbilla con su mano, obligándome por fin a mirarle.

Apretó más fuerte su mano aún colocado en mi cintura, y me pegó más hacia él, haciédome tragar saliva de los nervios.

Sin ningún aviso, ladeó la cabeza acercando más su rostro hacia el mío, y yo, como una tonta, volví a cerrar los ojos.

kth

flashback

- Yah, Taehyung, ¿qué estabas haciendo?

- Cuidar de Hana. - contesté inocentemente.

- Sé lo que intentabas hacer, Taehyung. No hagas estupideces, sabes lo que le puede suceder a Ha-

- Lo sé. - le corté.

.

- Yah, Taehyung, no hagas tonterías, ¿de acuerdo? - me susurró.

- ¿A qué te refieres?

- Sabes a lo que me refiero. Confío en ti.

♠ -

Mis movimientos pararon y abrí lentamente los ojos. Mis labios estaban rozando los de Hana, pero retrocedí lentamente observando su rostro.

Reí por cómo cerraba los ojos esperando el beso.

Hana abrió los ojos lentamente mirándome sorprendida.

- ¿Qué pasa? ¿Acaso esperabas algo? - reí por su cara de confusión.

- ¡Y-yah! - gritó levantando el brazo para golpearme, pero le detuve. Tiré de su brazo hacia mi y coloqué mis labios cerca de su oreja.

- Hoy no es el día. - susurré.

Volví a retroceder. Su cara era un poema de lo confundida y avergonzada que estaba.

- ¡Fuera de mi casa! - exclamó roja como un tomate.

Simplemente reí por sus acciones. Me parecía adorable.

- ¿Me echas después de cuidarte? - pregunté haciendo un pucherito con mi labio, en forma de burla.

• house of cards (s1) | kth •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora