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treinta y dos

Ha pasado ya un tiempo desde que vi a Taehyung, ha estado muy ausente estos días.

Según escuché de los chicos, había vuelto a América para encargarse de unos asuntos. Ellos tampoco sabían de qué se trataba, y desde el día que me regaló la pulsera, no volví a verle.

- ¿Ya le echas de menos? - sonrió Jimin pícaramente mientras observaba que jugueteaba con la pulsera en mi muñeca.

- ¿De qué hablas? - reí disimuladamente mientras bebía de mi zumo. Jimin dejó salir una silenciosa carcajada acariciando adorablemente mi cabeza.

- ¿Os habéis enterado de lo de Zico? - murmuró Yoongi.

- ¿Qué cosa? - preguntó Hoseok curioso.

- Se cambia de universidad. - dijo apoyándose en el respaldo de la silla. - Parece ser que se han ido extendiendo rumores sobre él. - continuó hablando mientras me miraba provocando que bajase la mirada nerviosa. - Pero tranquila, nadie sabe que la víctima fuiste tu.

- ¿Cómo estás tan seguro? - preguntó Namjoon elevando una ceja.

- He estado preguntando. Me han dicho que en varias fiestas Zico ha intentado drogar a distintas chicas. Ha estado extendiendo el rumor una de las víctimas. - dijo sorbiendo de su batido.

- ¿Se sabe quién es? - preguntó Jin haciendo negar la cabeza de Yoongi.

- No estoy muy seguro, nadie sabe su nombre. Le han visto pocas veces en el campus.

- Bueno, no te preocupes por nada Hana, nosotros te defenderemos si los rumores llegan. - me sonrió Hoseok contagiándome su sonrisa.

- ¿Qué haces aquí? - murmuró de pronto Jungkook con una voz grave, haciéndonos reaccionar.

Mi cuerpo se tensó al verle de pie delante de nuestra mesa.

- Tengo que hablar con Hana. - contestó secamente.

- ¿No has tenido suficiente? - resopló Jimin levantándose de su asiento bloqueándole la mirada hacia mi.

- Quiero aclarar cosas.

- ¿Aclarar el qué? Todos saben que te dedicas a drogar chicas en fiestas, ¿qué más tienes que aclarar? ¿La droga que utilizas? - preguntó Jimin sarcásticamente y de forma desafiante.

Zico apretó la mandíbula y los puños, aguantándose la rabia.

- Por favor. Mañana me voy y no volveré a molestar más, pero necesito hablar con Hana.

Todos los chicos me miraron en silencio. Estaba nerviosa y casi asustada.

- ¿Quieres ir a hablar con él? - susurró Jungkook colocando su mano con delicadeza sobre las mías.

Mordí mi labio y negué lentamente, sin poder levantar la vista.

- Ya lo has visto. - dijo secamente mirando a Zico.

Éste resopló frustrado.

De pronto Jungkook se levantó del asiento y se acercó a él.

- Ven conmigo. - susurró apoyando su mano en su hombro.

- Jungkook. - Jimin le agarró del brazo, deteniéndole.

- No voy a hacer nada, te lo prometo. - dijo con una sonrisa intentando tranquilizar a Jimin.

Jimin no contestó y le miró sin poder fiarse mucho.

Al ser soltado, dio media vuelta e indicó a Zico con la mirada para caminar juntos fuera de la cafetería.