• house of cards (s1) | kth •

catorce

- Yah, Lee Hana.

Desperté de mi sueño en cuanto Hoseok me distrajo con sus manos delante de mi cara.

- ¿Qué te pasa? Pareces dispersa. - levantó la ceja confuso.

- Yah... si sigues enfadada, ya te he dicho que lo siento. - suspiraba Jungkook.

- ¿Por qué debería estar enfadada? - pregunté a Jungkook, dejándole confuso.

- ¿N-no te acuerdas? - preguntó sorprendido.

Me quedé en silencio pensando, estaba tan distraída que no recordaba nada.

- Sobre lo de Zico... - me susurró Yoongi al oído.

- ¡Ah! - exclamé por fin. - No estoy enfadada.

Jungkook ladeó la cabeza confuso mientras los chicos reían.

- Estabas volviendo loco ayer a Jungkook. No dejaba de practicar conmigo cómo debería pedirte perdón esta vez. - rió Jimin.

- Estaba pensando con qué sobornarte. - añadió Jin recibiendo una queja avergonzada de Jungkook.

Simplemente les ignoré mientras seguía mirando hacia la ventana de la cafetería. Taehyung estaba sentando en el banco de siempre fumando.

- Ah... puede que no lo recuerdes, pero solía gustarle mucho estar solo. - comentó Namjoon a mi lado, observando también a Taehyung.

- ¿No tendrá hambre? - pregunté curiosa.

- Quien sabe, él come cuando le da la gana. - rió Jimin.

Me quedé unos segundos observándole, hasta que decidí levantarme.

- ¿A dónde vas? - preguntó Hoseok confundido.

- A hacer compañía a Taehyung.

Me dirigí hacia la salida mientras los chicos me miraban confusos.

kth

Mientras jugueteaba con las cenizas cayendo del cigarro, escuché unos pasos viniendo hacia mi.

Levanté la vista hacia ella, y me sonrió tímidamente.

- ¿Qué haces ahí? Deberías estar comiendo.

Sonreí solo por el hecho de saber de que se preocupaba por mi.

- No tengo hambre, ve tu a comer.

- Ya he comido. - se sentó a mi lado, dejando un pequeño espacio entre medias. Debe de seguir estando incómoda cerca de mi.

- No muerdo. - reí.

Me ignoró y miró hacia otro lado sonrojada. Es adorable.

- Te he vuelto a ver hablando con Zico en el pasillo, parece que realmente va a por ti. - cogí humo del cigarro.

- Bueno... yo no tengo ningunas intenciones. Si quiere ser mi amigo, yo encantada.

- ¿Tú de verdad crees que él tiene intención de ser tu amigo? - reí por su inocencia.

- Y-yah, ¿por qué no?

- Tan inocente Lee Hana. - me eché hacia atrás apoyándome en el respaldo.

- ¿P-por qué? - tartamudeó avergonzada. - ¿Y qué pasa contigo? ¿Acaso tienes algunas intenciones?

La clavé con la mirada. Hana quedó de piedra.

- ¿Y qué es lo que crees tú, Hana? - susurré.

Hana tragó saliva y pude notar cómo sus mejillas se tornaban rosa.