𝐄𝐫𝐞𝐬 𝐭𝐮́ || 𝗖𝗗𝗦 𝟮

Capítulo 14.

Fanny.

Iba de salida al aeropuerto para ir a Monterrey y tratar de hablar con Fernanda.
- ¿Fanny?.- escuché a una voz decir mi nombre. Volteé para ver quién me hablaba, era Daniela.
- ¿Qué haces aquí?.- pregunté.
- Más bien tu que haces aquí.- me regresó la pregunta.- ¿Viniste a enmendar tu error?.
¿Cómo sabía lo que pasó? No quería perder mi tiempo y menos con ella.
- Es algo que no te importa.- contesté.
- Tienes razón, no me importa, pero si viniste a eso me temo que llegaste tarde porque ya no le interesas a Edson.
Lo dijo con tanta seriedad que pensé que no estaba mintiendo ¿De verdad Edson me olvidaría tan fácil?
- No...no te creo, lo dices para fastidiarme.
- Ay Fanny, parece que no lo conoces ¿Realmente crees que se olvidaría de ti?.
- Pues si lo hace no me sorprendería, me lo merezco.- agaché la mirada.
- Tal vez...pero su amor es más fuerte que nada.- dijo apoyándome, era extraño que Daniela me diera ánimos.
- Si, amor que eche a la basura en unos minutos.
- Deja de hacerte la víctima y lucha por el, Fanny, si regresaste es porque estás realmente amas a Edson y estás arrepentida de lo que hiciste.- Daniela me estaba diciendo cosas muy ciertas, tenía que dejar de lamentarme y tomar acciones si quería recuperarlo.- Y aunque no seamos tan amigas, quiero decirte que cuentas conmigo para lo que necesites.
- Muchas gracias Daniela.- dije. Di media vuelta y seguí con mi camino.
- No te rindas.- me gritó.

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Durante mi camino hacia Monterrey, iba pensando en todas las cosas que me habían dicho Sebastián, Haret y ahora Daniela, y anhelaba que de verdad logrará arreglar las cosas.

Edson.

Salí junto con Sebastián a la plaza pero era como si no estuviera ahí con el, me perdí en mis pensamientos recordando cuando pasaba bastante tiempo aquí con Fanny, y no solo como pareja, también como mi mejor amiga, cada recuerdo me ponía nostálgico pues todo eso se había esfumado.

Para ser sincero, la extraño, la extraño con toda mi alma y me aterra que un día no pueda contener mis ganas y salga corriendo tras ella para demostrarle todo mi amor que siento por ella.

Entramos a la cafetería, nos acercamos a la barra para ordenar y en eso suena su celular, se puso pálido al mirar quien era.
- ¿Todo bien?.- le pregunté.
- Si, si todo bien.- respondió nervioso.- Ordena tu, iré a contestar.
Asentí y salió de la fila.

Fanny.

Llegue a Monterrey, no tenía ni la más mínima idea de dónde podría encontrar a Fernanda, así que decidí llamar a Sebastián para preguntarle si sabía.
- Hola Fanny.
- Hola Sebas, ¿Estás ocupado?.- pregunté.
- Bueno... Estoy con Edson.- bajo la voz, escuchar su nombre me erizo la piel.
- Ah... Bueno... No te quito tanto tiempo.- hice una pausa, tenía unas ganas inmensas de hablar con el pero tenía el presentimiento de que el no quisiera.- Estoy en Monterrey, vine a buscar a Fer pero no sé dónde la puedo encontrar, ¿De casualidad no te dijo a dónde iría?.
- Bueno, la última vez que hablamos me dio la dirección del departamento que estaba rentando, te enviaré la dirección por mensaje ¿Si?.- dijo.
- Si, muchas gracias.- suspiré.- Sebas... No le digas a Edson que te llamé, no quiero arruinarle su día.
- Está bien, como tú quieras. Nos vemos.- colgó la llamada.

Dentro de poco me envió la dirección, tome un taxi y me dirigí hacia donde vivía mi mejor amiga.

Edson.

Sebas volvió a entrar a la cafetería, su reacción fue muy extraña al recibir esa llamada. Ordenamos nuestras bebidas y esperamos a que nos las dieran.

Nos sentamos en una mesa, noté que envío un mensaje rápidamente, como si tuviera miedo de que alguien lo fuera a ver.
- ¿Seguro qué estás bien?.- volví a preguntar.
- Si.- respondió.- Más bien yo debería preguntar si estás bien.
- ¿Qué? ¿Por qué lo dices?.
- Estabas distraído, no creas que soy tonto y no me dí cuenta.- dijo.- ¿Extrañas a Fanny, verdad?.- No le contesté nada.- Vamos Edson, acéptalo.
- ¡Si! La extraño mucho, no puedo sacármela de la cabeza.- dije.
- ¿Y por qué no hablas con ella? Arreglen las cosas...
- ¿Para qué? ¿Para qué vuelva a verme la cara de estúpido? Por mucho que me duela admitirlo, estoy bien así.
- No me salgas con eso, deja de engañarte.- dijo regañándome.- Tú sabes perfectamente que nunca estarás bien sin ella pero tú maldito orgullo te está ganando.
Ya estaba harto de esto, que me estén poniendo en cara todo lo que pasó cada que pueden.
- ¡¿Por qué carajos no pueden dejarme en paz?!.- grité golpeando la mesa.- Estoy harto que todo el tiempo me hagan recordar lo que pasó. ¡Ponte un momento en mi lugar!
- En verdad trato de hacerlo Edson, solo trató de ayudarte para hacerte sentir mejor.
- Te digo algo nada me hará sentir mejor ¡Nada!.- salí del lugar muy enojado, o más bien estaba aterrado de volver a entregarme al amor de mi vida.

Fanny.

Estaba nerviosa por lo que estaba por pasar, tenía que estar abierta a todas las posibilidades, podría o no perdonarme.
Toqué el timbre. Cuando abrió la puerta y vió que era yo intentó cerrarla pero no lo permití.
- ¿Qué demonios haces aquí?.- rodeó sus ojos.- ¿Quién te dijo donde vivía?.
- Fue Sebastián, por favor no te enojes con el.- dije.- Vine a hablar contigo, arreglar las cosas.
- Que yo sepa no hay nada que arreglar.- se estaba portando fría conmigo, me costaría más trabajo.
- Por favor perdóname, ya sé que me equivoqué y no sabes cuánto me arrepiento por eso.- estaban empezando a salir las lágrimas.
- Que bueno que lo sepas, no te importo la promesa que hicimos. Tiraste a la basura nuestra amistad y tú “amor” por Edson.- me gritó.- Y te puedo asegurar que la rompiste minutos después de hablar.
No le contesté, pues tenía razón, no paso ni un minuto y yo ya me estaba acostando con James.
- No se que me pasó en ese momento, no pensé las cosas y no sabes lo mucho que odio ese maldito momento.- era un mar de lágrimas.- Por no saber controlarme, alejé a las dos personas que más quiero, entenderé que me odies y que no quieras hablarme, pero necesito a mi mejor amiga, perdóname.

No decía ni una sola palabra, y sentía que no podía aguantar un minuto más su silencio.

- Tienes razón, no pensaste las cosas y posiblemente si, no quiera hablarte pero...es muy valiente de tu parte que aceptes tu error y eso significa mucho.- hizo una pausa.- No puedo odiarte, eres mi mejor amiga y aunque cometas los más estúpidos errores, te voy a querer siempre.
Le dí un abrazo, eso significó que aceptaba mi disculpa. Me puse muy feliz, había recuperado a Fer, solo esperaba tener la misma respuesta de Edson.