Capítulo 6

89 7 0
                                    

-Buen trabajo Shadow- dijo Rubén, estaban en una junta solo de tres, Ricardo, Fernando y Rubén. 
-Consiguió buen material señor- dijo Ricardo, el muchacho resultó muy hábil en tecnología, fotos tomadas por Fernando fueron recopiladas y almacenadas para revisión. 
-Parece ser algún cargamento de armas- dijo Fernando. 
-Si al parecer. Tu que estudiaste el caso antes ¿Como lo ves?
-Al Chacal lo acusamos por tráfico de armas y estupefacientes, se le encontró droga en uno de sus negocios de arte, yo vi las evidencias, pero no directamente, ahora pude ver esto, al parecer son cajas especiales para transportar armas, quisieron borrar los códigos de las cajas, raspandolos, pero sin duda son armas camufladas. 
-LO que tenemos que hacer es abrir las cajas sin ser vistos- dijo Ricardo
-Eso quiere decir- dijo Rubén, mirando a Fernando para ver su reacción. 
-Lo sé, debo seguir seduciendo a Sara, ir a ese yate y poder abrir una de las cajas- a Fernando no le gustaba esa idea. 
-Déjanos solos Suárez- pidio Rubén, el muchacho dejó todo y salió de la oficina. 
-Sé lo que tengo que hacer Rubén. 
-Pero no quieres hacerlo ¿Verdad?
-Es que Sofía aun pesa en mi corazón. 
-Eso lo sé, y no te digo que la olvides, pero necesito que te concentres, estamos muy cerca y necesitamos atraparlo
-Es muy difícil, cuando lo que más quería en el mundo era besar los labios de mi esposa, ahora tengo que fingir un beso con otra mujer. Sara es simpática, pero no tiene la calidez de mi esposa. 
-Vamos Fer, tuviste un día muy pesado, sé que ver al Chacal no fue fácil. 
-Lo tenía en la mira y quise matarlo, pero me contuve. 
-Hablamos mañana, descansa ahora amigo- le dió una palmada en la espalda- excelente trabajo el de hoy Shadow. 
-Gracias Señor- Fernando lo miró serio y salió de la oficina. 
Manejó en silencio hasta su departamento, al llegar tiró las llaves del coche sobre su sofá, se desvistió y tomó un baño, se alistó para ir a dormir, pero al llegar a su cama, vio la foto de Sofia de la mesita de noche, la tomó y la acarició. 
-No sé en lo que me convertí amor- le decía a la foto, algunas lágrimas salieron- ¿Que estoy haciendo?, ya no soy el hombre que alguna vez amaste, pero la vida me puso aquí, y no estaré tranquilo, hasta desaparecer a esa escoria de gente, te lo juro Sofía. 
Dejó la foto y se acostó, necesitaba estar relajado para el dia siguiente. 

Fueron varios días, donde Fernando iba engatusando a la mujer del Chacal, ya que tenía su número, le escribía y mandaba algunas fotos, haciéndole creer de todas la obras de caridad que hacía Robert Durand, Sara estaba encantada con él, Fernando se hacía el difícil un par de días, hasta que aceptó verla de nuevo en persona. 
-De nuevo serás mi vigía Ricardo.- le dijo al muchacho el día del encuentro, le estaba acomodando de nuevo la microcámara y los micrófonos. 
-Así es señor. 
-Ya no me digas señor, sólo Fer ¿de acuerdo?
-Está bien Fer. 
-Ya está todo listo, Shadow, es hora- dijo el jefe- Ya sabes que hacer. 
-Siento que hoy es el dia, de acabar con todo esto.
-Ten mucho cuidado Fernando, ya sabes lo quiero vivo. 
-Tendrás todas las pruebas y ese mal nacido vivo- Fernando hablaba de la boca para fuera, si podía, mataría al Chacal de una buena vez. 
-Te estaremos vigilando, por favor no corras riesgos 
-De acuerdo- Fernando tomó las llaves de su coche y salió hacia la bahía. 
-Hola bombón- Sara lo estaba esperando en el yate, las cajas seguían en la cubierta del yate, , pero se habían aumentado una más, muy distinta a las otras, tenía que hacer algo para poder acercarse a ellas sin que lo vean. 
-Hola preciosa ¿Me extrañaste?- Fernando se puso algo meloso, para que Sara se encandile. lo logró muy facilmente.
-Mucho Robert, me has embrujado. 
-No lo creo, solo soy una distracción mientras tu novio no está. a propósito ¿Estas segura que no vendrá?
-No bombón, está muy ocupado, ahora que está retomando sus negocios, está con sus compradores, mostrando su mercancía. 
-¿Y qué comercia?
-No seas curioso, ven vamos a dar un paseo.
Esta vez, zarparon del puerto y dieron unas cuantas vueltas por la bahía, Sara sabía muy bien navegar y estaba divirtiéndose, Fernando necesitaba estar solo en la cubierta un momento para revisar, pero no hallaba la forma de zafarse. 
-¿Por qué no regresamos?. y pues, nos resguardamos en el camarote. 
-¿En el camarote?- Sara tenía una cara de emoción- Claro que sí. 
Viró el timón de regreso al puerto, Fernando vio su oportunidad, cuando llegaron le dijo a ella que vaya entrando, así él se quedaba solo en cubierta, se acercó sigilosamente hacia la cajas. 
-Ricardo ¿Estás ahi?
-Si Fer. 
-Por favor, guarda todo lo que ves, voy a abrir la primera caja. 
Sacó una navaja del bolsillo, y buscó la cerradura, la caja estaba acondicionada para llevar obras de arte, vio por donde se abría y forcejeó un poco, al abrirla, vio un par de lienzos, eran en realidad obras de arte. 
-Maldita sea- rechinó entre dientes, pero se percató que debajo de los lienzos, había una ranura muy peculiar, sacó con cuidado las obras de arte y metió la punta de la navaja en la ranura, ésta dio lugar a una tabla que tapaba contenido debajo. Fernando levantó la tabla y vio la armas, fusiles y armas de largo alcance de corte militar. 
-Dios mio- dijo sorprendido. 
-Fer es excelente- dijo Ricardo. 
-Las otras cajas deben tener la misma estructura, pero hay una caja distinta, más pequeña. 
Se acercó a la caja pequeña, buscó la forma de abrirla, y en efecto eran lienzos más pequeño, pero con la misma ranura, al sacar la tabla, descubrió casi 20 paquetes envueltos con cinta de embalaje ploma, Abrió una de ellas con la punta de la navaja. una harina blanquecina salió. 
-Esto es droga- dijo Fernando acercando un poquito de esa harina a la nariz- Al parecer Marihuana. 
-¿Ahora que hacemos Fer?- dijo Ricardo. 
-Llama al jefe y muestrale lo que tomamos, necesitamos al Chacal aqui para poder demostrar que está volviendo a delinquir. 
-Ok Fer.
Fernando trató de acomodar de nuevo las cajas, para que nadie se diera cuenta. 
Se metió al camarote de nuevo, ahi Sara lo esperaba en la cama, estaba con un hermoso bikini azul, no era fácil evadirse de ella. 
-¿Qué pasó Robert, por qué te demoraste tanto?
Fernando pensó rápido en una respuesta coherente. 
-Bueno es que debía tomar valor para lo que quería decirte. 
-¿Que me querías decir?
-Que no puedo negar que me gustas, me gustas mucho, desde el evento no dejo de pensar en ti. 
-Yo igual Robert, no dejo de pensar en ti. 
Ella se levantó de la cama e hizo lo mismo de la otra vez, se puso de puntillas, tomó la nuca de Fernando y lo besó, él siguió el juego
-¿Y Tu novio?
-No importa, él me ha tenido como un juguete de exhibición todo este tiempo, tú me has enseñado que hay muchas cosas más que los lujos. 
-Entonces ¿qué propones?
-Vamonos de aqui, en este yate, vamonos lejos. 
-Pero tienes hombres que te vigilan. 
-No puedo más Robert, ya no quiero esta vida, llévame lejos. 
Fernando no podía irse de ese lugar sin que algo comprometa al Chacal, tenía que pensar rápido. 
-Entonces hagamos un plan de escape. 
Ni tiempo tuvo Sara de decir algo, de pronto la puerta del camarote se abrió de un golpe. El hombre de negro que la cuidaba entró, apuntandoles con un arma. 
-No puede ser-dijo Ricardo, al ver que Fernando estaba en peligro. 
-Salgan ahora- dijo el hombre, sin dejar de apuntarles. Sara estaba asustada, pero Fernando presentía que El Chacal los había descubierto, era justo lo que quería. 
Ambos avanzaron y salieron del camarote a la cubierta, ahi estaba el Chacal con unos hombres muy elegantes, de seguro eran sus compradores. Fernando alzó las manos sobre su cabeza. 
-Vaya con que era cierto, que mi dulce y caritativa novia me ponía el cuerno con un hombre muy apuesto.- el Chacal se quedó en silencio unos segundos, mirando fijamente a Fernando, el antiguo fiscal había cambiado mucho en su aspecto físico, pero el Chacal lo detectó rapidamente. 
-No lo puedo creer, pero mejor arreglamos cuentas más tarde- miró a uno de sus hombres- arranca, nos vamos a otro puerto, que nuestros amables invitados quieren ver más. 
Fernando seguía con las manos en alto, cuando sintió el ruido del motor del yate encendiéndose, saldrían de ese lugar. 
El hombre del arma bajó el brazo, a petición del Chacal, pero sólo para darle un fuerte golpe en la cabeza a Fernando. 
Después, TODO SE HIZO NEGRO

El Agente Shadow Donde viven las historias. Descúbrelo ahora