Capítulo 13

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Al día siguiente, tras su rutina de salir a correr y un buen duchazo, Fernando se alistó para salir al trabajo, se puso un traje formal, pero sin corbata, la camisa algo desabotonada, se quitó la barba que iba creciendo, dejando un rostro más joven, se llenó de su loción favorita, y tomó las llaves de su coche, sentía que algo había cambiado  dentro de él, algo se había encendido, pasó por la cafetería al frente de la Comandancia y pidió dos Lattes para llevar, estaba por entrar a su oficina cuando su teléfono sonó. 
-¿Dónde estás Shadow?-era su jefe Rubén. 
-Estoy entrado a mi despacho. 
-Necesito que me ayudes con el interrogatorio, 
-Dame 5 minutos tengo que hacer algo.- Fernando Colgó, dejó su maletín en la oficina y salió rumbo a la de Alex, tocó la puerta a ver si tenía suerte de encontrarla. 
-Hola Fer, buenos días- dijo ella con una sonrisa al verlo, Fernando puso el café delante de él, para que ella lo viera- ¿Es para mi?
-Así es, creía que tal vez habías venido sin tomar desayuno, ya que vienes muy temprano, así que traje uno para tí. 
-Gracias, es verdad que no tomé un desayuno adecuado, es que quería hacer el interrogatorio lo más temprano posible. 
-También para eso vengo, Rubén nos quiere en su oficina a los dos. 
-Vamos entonces- Alejandra llevaba un traje gris y una blusa formal blanca, a Fernando le gustaba su estilo, ella tomó el vaso de café y le sonrió- te ves muy bien sin la barba. 
-Gracias Alejandra, pero mejor démonos prisa, sino Ruben nos matará. 
Ambos salieron de la oficina y se dirigieron hacia el área de interrogatorios, estaban en silencio y Alex, estaba percibiendo el olor de la loción de Fernando, se estaba acostumbrando a ese olor tan masculino, único y sumamente atrayente, ese olor que combinaba madera y hombría, que sólo lo sentía al estar junto a él. 
-Gracias por venir- dijo Rubén al verlos llegar, vio los dos vasos de café que ambos llevaban en la manos y sacó sus conclusiones- de seguro anoche no tomaron atención a lo que hice en esta sala.- Alex se puso algo colorada, recordando la discusión en la sala secreta- pero les haré un resumen, el hombre se llama Enrique Ortigoza, alias Kike, es el tercero al mando de una banda a mano armada, que hace un año trabajo bajo las órdenes de la Güera. 
-¿La Güera?- preguntó Fernando. 
-Él no quiere dar más datos, pero supongo que se refiere a Sara González. Lo que necesito es que hable algo más, que hacen, cómo se contactan, si siguen con lo del tráfico, necesito que saquen algo más. 
-Está bien, será mejor que entremos los dos- dijo Alex. 
-Como tu quieras- dijo Fernando. 
Rubén los vio     y se le escapó una sonrisa, ellos entraron agarrando sus cafés, el hombre estaba sentado ahi, todo desaliñado, esperando a quien de seguro lo obligaría a hablar. 
Alex fue la primera en intervenir. 
-¿Cómo estás Kike?
-¿Cómo cree?- dijo el hombre de mala gana, al levantar la vista vio que Fernando estaba detrás de ella, mirándolo ferozmente. 
-Supongo que quieres salir lo más antes posible, pero lamento que eso no será, tienes una lista muy larga de delitos, los que te tendrían encerrado muchos años. 
Fernando seguía en silencio, quería ver hasta donde se podía llegar con ese hombre de manera cordial, de lo contrario actuaría él. 
-¿Y viene a ofrecerme un trato?
-Así es Kike, necesito información, a cambio podemos pedir que sean indulgentes en alguna condena. 
-¿Qué información?
-Pues, ¿Quién es tu jefe, o tal vez sea jefa?, ¿Qué es lo que están traficando? y la lista de todos los clientes, eso ayudaría mucho. 
-No diré nada, a menos que la oferta sea mejor- dijo el hombre y miró de forma mañosa a Alex, Fernando estaba comenzando a enfadarse. 
-No estamos jugando- dijo Fernando- será mejor que cooperes Kike. 
-Pues no estoy convencido, necesito un abogado, sino no hablaré. 
-Tendrás tu abogado de oficio, pero no saldrás libre de todo esto. 
Fernando golpeó la mesa con furia, se acercó a él haciendo que Alex se moviera, y tomó al hombre de la camiseta. 
-Mira idiota no tenemos tu tiempo, han muerto muchos agentes por culpa de tu jefa si no quieres que te parta la cara ahora mismo, empieza a hablar. 
-No te te tengo miedo, ustedes no podrán contra la Güera. 
Fernando no se aguantó más y le dió un fuerte puñetazo, el hombre cayó al piso y Alex trató de poner orden. 
-Calma Fer, por favor. 
-No podrán contra la Güera, ella estaba buscando venganza. 
-¿Contra mí?- preguntó Fernando
-Ha tomado posesión de los negocios del Chacal y ha jurado que matará a quien le cegó la vida a su novio. 
Fernando recordó esa escena en altamar, cuando mató al hombre que le había desgraciado la vida, no pensó que ella hubiera visto. 
-Te matará, así como mató a tus compañeros, te odia. 
Fernando miraba con furia, trató de acercarse de nuevo pero Alex se lo impidió. en eso entraron dos agentes para llevarse al detenido, aún andaba rengueando por la herida de bala. 
-Te matará agente Shadow, ella sabe donde vives, ella quiere matarte. 
Fernando vio cómo el hombre salía con una mirada de triunfo, muy enojado salió golpeando todo a su alrededor. 
Rubén lo siguió, lo alcanzó en los jardines de la Comandancia. 
-Ese malnacido tiene razón, yo lo maté, y no me importó- dijo Fernando sabía que Rubén estaba detrás suyo 
-No te agobies por eso, la encontraremos, 
-Tenemos que hacerlo, antes de que acabe con todos, no quiero más muertos por mi culpa. 
-Te veo mucho mejor que anoche. 
-Si es verdad, gracias por preguntar
-¿Alex tuvo algo que ver?
-Un poco. 
-Me di cuenta que se llevan mejor
-Si, anoche hablamos y si, ella es muy bonita y especial, no lo sé, no lo puedo explicar, 
-Está bien, mejor regresemos. 
Ambos regresaron y hablaron sobre el interrogatorio, Alex se les unió luego, y vieron la forma de obtener más información. 
 
Pasaron dos semanas, sin poder conseguir alguna otra pista más, se presentaron dos eventos de caridad, pero sin rastros de la Güera ni de su negocio ilícito, era como si hubieran desaparecido. 
-Esto no es normal, de seguro algo está tramando Sara. 
-No podemos hacer nada Fer, sólo esperar- dijo Rubén- por el momento solo debemos estar atentos. 
-Esta situación me tiene muy tenso. 
-Si lo he notado, pero me alegra que ya tengas otro amigo, o amiga. 
Fernando miró a Rubén de seguro se refería a la amistad que había entablado con Alejandra, en esas semanas, se habían empezado a frecuentar, salían juntos del trabajo y hablaban mucho dentro del despacho de Fernando. 
-Si, es verdad. Alejandra se ha vuelto una grata compañía. 
-¿Solo eso Fer?
-Es muy extraño, ella es muy cálida y amable, pero cuando trato de acercarme, empieza a temblar, como si mi presencia le causara pánico. 
-No es sólo contigo, cuando uno de nosotros nos acercamos, escapa de cualquier contacto, creo que ella oculta algún miedo y se refleja así. Ricardo tambíen me lo comentó. 
-Si, supongo que ella guarda algo que le produce vergüenza, es mejor no meternos- dijo Fernando, guardó unos papeles en su cajón secreto y se dispuso a salir. 
-¿A Dondé vas?- dijo Rubén- 
-A descansar a mi casa
-Acaso se te olvidó que hoy hay una reunión. Te dije que haremos un pequeño brindis, en dos días es Navidad. 
-Ya se que me lo dijiste, pero ya sabes, prefiero no asistir 
-Todos estarán ahí, también Alex. 
-Prefiero no asistir- Fernando salió rápido de su oficina, dejando a Rubén con la palabra en la boca, desde que perdió a su familia, no le gustaban las reuniones, prefería estar solo, el año pasado había ocurrido lo mismo. 
Al pasar por los pasillos, veía el ambiente navideño, lucecitas brillando, pequeños Santa Claus colgando de las paredes, música típica y villancicos, y en la sala de Juntas, todos reunidos en medio de la botana. Había alegría, y emoción, pero Fernando no quería participar. 
Estaba por llegar al ascensor cuando una mano muy suave lo detuvo.
-¿No te quedarás?- le dijo Alex. 
-No quiero arruinarles la fiesta. 
-¿Cómo crees? es más, todos quieren verte compartir con el equipo. 
-Prefiero no hacerlo. 
-Vamos, a mi tampoco me gustan mucho estas celebraciones, pero creo que es muy buen momento para sentir ese espíritu de amor, y dejarse contagiar. 
-No lo sé. 
-Vamos Fer ¿Lo harías por mi?- Alex lo miraba con dulzura, imposible para Fernando el poder negarse. 
-Uff, esta bien, solo por ti, solo por ti. 
Ella lo condujo de la mano hacia la sala de juntas, todos al verlos, alzaron las voces con emoción, todos querían ver feliz a Fernando, querían que se sienta parte de la familia, cada uno le daba un abrazo y le sonreia, Fernando en el fondo agradecía ese cariño, que él no les había mostrado a un inicio, al llegar con Rubén, este mostró una gran sonrisa. 
-No lo niegues hermano. 
-¿Que cosa?
-Te gusta Alex ¿Verdad?
-¿Cómo crees?
-Sigue negándolo, pero ella ha empezado a ser muy importante para ti. 
Fernando veía como Alex prepara algo de botana en un plato y traía el refresco hacía ellos, verla sonreír era lo que más le gustaba, Alejandra lo había hechizado sin duda. 

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