Capítulo 20

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Fernando empezó a darle besos en la frente a Alex, lo había estado deseando desde hace mucho, ella lo recibió con mucho amor. 
-No sabes que dolor fue verte estos dias y no hacer esto mi amor- dijo él- y no me niegues que has estado mal, al menos estas tres últimas semanas. 
-Me he sentido mal es verdad- Alex lo seguía abrazando- pero ya fui a ver al médico. 
-¿Y qué te dijo?
-Yo no sé cómo decirte esto. 
Alex estaba algo nerviosa pero le salvó la campana, su teléfono empezó a sonar, era Rubén. 
-Dice Rubén que tengo que salir a una misión, es al norte de la ciudad. 
-¿Sobre qué trata ahora?
-No me dijo, pero necesita a todos los agentes disponibles
-Entonces vamos. 
-No Fernando, aún tu brazo no está en condiciones de disparar un arma, te faltan unos dias para regresar de tu licencia. 
-No voy a dejarte sola. 
-Por favor amor, hazme caso, yo no voy a estar sola, todos estaremos y también está Rubén. 
-No puedo, ya te dije, ella está en todos lados. 
Alex le tomó de las manos y lo miró a los ojos. 
-Te prometo que me voy a cuidar, te lo juro, además no quiero dejar de sentir esto que siento, porque quiero decirte algo, algo que nos hará felices. 
-Dimelo ahora. 
-No Fer, creo que necesitamos estar en otro ambiente para lo que tengo que decirte. 
Fernando beso las manos de Alex. 
-Está bien mi niña, pero por favor, cuidate, estaré de vigía, por favor, 
-Te amo- Alex le dirigió una última mirada y salió de la sala de juntas. 
Fernando la vio salir y sentía que algo no estaba bien, miró al techo muy intrigado. 
-Por favor, que no sea lo que estoy pensando. 
Se fue a la sala de operaciones, donde trabajaría de vigía en esta misión, ahí lo esperaba Ricardo. 
-¿Cómo estás Ricardo? me alegro de verte- se acercó y le dio una palmada en la espalda. 
-Gracias Fer, es bueno regresar, bienvenido a mi mundo. 
Ambos se pusieron en contacto con Rubén, que dirigía la operación, y empezaron a controlarlo todo. 
Alex no le había dicho toda la verdad, se trataba de una pista del paradero de La Güera, era lo que más temía. 
-Alex, por favor cuídate- le dijo por medio de los radio comunicadores. 
-TRanquilo, todo está bien. 
Varios minutos pasaron, y empezó una balacera, Fernando veía mediante las cámaras si Alex estaba a salvo, ella com maestría logró esquivar varias balas, y atrapó al líder del grupo. 
-Trabajo terminado, no hay rastros de la Güera, pero ya tenemos más pruebas para que sea arrestada cuanto antes. 
-Gracias a Dios, por favor, debemos reagruparnos-Dijo Fernando aliviado. 
-El próximo ataque lo realizaremos contigo Shadow, nos hiciste falta hoy. 
-Shadow debe cuidarse- dijo Alex. 
Todos los que escucharon la conversación rieron, era un secreto a  voces la relación de ambos agentes. Alex se sintió algo incómoda por su desatinado comentario, así que decidió apagar su comunicador, así no se metería en más chisme 

Pero de repente Alex notó un extraño movimiento en una de las habitaciones que allanaron, tomó su revólver y lo cargó, y sin que nadie se diera cuenta se alejó del grupo. 
Caminó unos metros y entró a la habitación, estaba vacía, pero tenía muchas zonas que no habían sido revisadas por los agentes, pero no había nadie. 
-Me lo imaginé- se dijo a si misma- aquí no hay nadie. 
Estaba por salir de la habitación, cuando vio la silueta de una mujer, con el pelo rubio, Alex se puso en alerta, puso su arma delante y entro más al fondo, la silueta de la mujer se iba alejando. 
-No es posible- Alex se acercaba más. con su arma por delante, pero la mujer se iba alejando más. la habitación tenía una puerta trasera, la mujer salió por ahi, Alex entonces tuvo que correr, para alcanzarla. No le importó si alguien la cubría, su deseo de atrapar a la mujer crecieron.
-Alto, en nombre de la ley- dijo Alex , pero la mujer no escuchó. 
Su grupo de compañeros ya no estaban en el lugar, Alex se había quedado sola, persiguiendo a esa mujer, había llegado hasta el final del complejo, la mujer rubia se detuvo, sin darle la cara. 
Alex volvió a gritar. 
-ALTO EN NOMBRE DE LA LEY- levantaba su arma, apuntándole a la mujer, que aún seguía de espaldas- ponga las manos donde las vea. 
La mujer no se volteó ni se inmutó, se notaba muy segura, Alex, en cambió, empezó a sentirse vigilada, miró de reojo a sus laterales, pero no vio nada. 
-¿Qué no me oyó? Ponga las manos donde las vea 
-Ya te oí, agente- la mujer con voz ronca y muy melosa empezó a voltear, en eso Alex tuvo ante ella a Sara González, LA Güera. 
-Vaya, agente, se le fue el habla ¿Verdad?
Alex se había quedado muda unos segundos, se dio cuenta que había cometido un grave error al seguirla, y eso era exactamente lo que la Güera había buscado 
-Tal vez, pero ya es hora de terminar con esto. Estás detenida Sara. 
-Vaya, que tienes agallas muchachita- Sara la miraba sonriendo maquiavélicamente- creo que no te has dado cuenta que estás sola. 
Alex se empezó a poner nerviosa
-Eso no importa, no te escaparás de mí, ya no hará más daño. 
-¿Te refieres a Shadow? ay que linda, defendiendo a su hombre, pero creo que esta vez no será. Esto era justamente lo que yo  quería, baja el arma
Alex no hizo caso, pero sintió el cañón de un arma similar en su nuca. eso lo obligó a bajar su arma. Unos hombres la rodeaban, apuntándole con sus armas, el hombre que estaba a sus espaldas, la tomó de la muñeca y con la otra mano puso un trapo húmedo en su boca, Alex luchó con ese hombre, pero poco a poco vio todo negro, y no recordó más. 
La Güera se acercó a Alex, la movió y comprobó que estaba desmayada, luego sacó el teléfono y los aparatos de comunicación que llevaba, y los tiró al suelo. El teléfono se hizo añicos al caer.
-Bien Quevedo, llévatela al auto, necesitamos salir de aquí, para poder llamar a Shadow, esto le va a encantar. 
Quevedo cargó a Alex inconsciente, mientras los demás hombres se subieron a un portatropas, La Güera se subió a su coche y salieron del lugar. 

En la comandancia, Fernando se sentía muy nervioso, todo el grupo que había intervenido hoy ya había llegado, todos estaban menos Alex. 
-Dios mio, Alex no está. 
-¿Cómo que no está?- Rubén no se había fijado en Alex, después de terminar la misión, sacó su teléfono y la llamó, lo enviaba directo a buzón. 
-Maldita sea, Ricardo, ella tiene su receptor de GPS, búscala- Fernando ordenó a su amigo, y éste al instante empezó a mirar su ordenador, el receptor de GPS la ubicaba en el lugar de la Intervención. 
-Parece que sigue ahí-dijo Ricardo, siguió tecleando y pasó a usar las cámaras de vigilancia del lugar, pero no había rastros de ella. 
-No está ahí, maldita sea, esto es mi culpa, Sara tiene mucho que ver aquí. 
-Pero ella no estaba ahí- dijo Rubén. 
-Es obvio, ella lo planeó todo, fue más astuta que nosotros, te lo dije, esta mujer es peor que el Chacal, armó este atraco para atraparla, porque sabía muy bien que yo no estaría ahí. 
-No puedo creer que te odie tanto- dijo Rubén- tanto para destruir su propio imperio solo por que llegues a sus manos. 
-Despecho femenino tal vez, pero lo llevó aún más lejos, yo no importo, pero Alex no tiene la culpa, nadie la tiene, esto empezó por mi causa y yo haré que esto termine. 
Fernando tomó su arma, salió de la sala de operaciones y se dirigió al ascensor, debía buscar a la Güera, así podría llegar a Alex. 
-Shadow espera ¿Qué haces?- Rubén lo siguió. 
-Saldré a buscar a Alex. 
-Espera hermano, piensa y analiza tu situación, Sara ha logrado volverte vulnerable, y sabe que harás cualquier cosa por Alex, lo sabe, tu mismo lo has dicho, te ha estado siguiendo, sabe lo que haces. 
-Entonces dime que hago ¿Dejo a Alex sola a su suerte?
-Yo nunca dije eso
-Pero lo insinuaste, esta vez no me quedaré aquí sin hacer nada, no voy a perderla, NO PIENSO PERDER A ALEX COMO PERDÍ A SOFÍA. 
-Entonces hazme caso Fer, por favor, vamos a planear algo, no salgas a lo loco, ella está esperando que vayas y que te dejes matar por salvarla, por una sola vez, sé más astuto que ella. 
En eso sonó su teléfono, al ver el número, vio que era desconocido, como la otra vez, Rubén lo llevó a la sala de operaciones, con señas le pidió a Ricardo que encriptara la llamada para poder verificar desde donde provenía. Ricardo levantó el pulgar cuando estaba listo y Fernando contestó. 
-Diga- dijo Fernando serio, Rubén con señas le pedía que hable calmado. 
-Vaya Shadow, que calmado estás, ¿Ya te diste cuenta que te falta tu noviecita?
-No sé de qué me hablas- Fernando entendió el objetivo de Rubén, necesitaban ganar tiempo para ubicar las coordenadas de la llamada. 
-Ay hombre no te hagas, aunque debo admitir que estás demasiado relajado a pesar de la noticia. 
-Mira Sara ¿Cómo puedo estar seguro que tu la tienes?.
-Así que ya sabes negociar, no tendria que darte ninguna prueba- Fernando miraba a Ricardo, él estaba pegado a su ordenador, levantó la mano para indicar que siga hablando con ella. 
-Pues fijate que si, no confío en ti Sara, 
-Pues esta vez te toca confiar, pero sabes, como ando de buen humor, te daré la prueba que necesitas. 
Ricardo levanto el pulgar en señal de haber tenido éxito, y Fernando dejó que terminara la llamada. 
-Pues estamos en contacto querido, ahora ya sabes quien tiene el control, Besos tronados- y Sara colgó. 
Fernando recibió un mensaje con una foto, lo que vió no dejaba ninguna duda, ella era la que mandaba. 
En la foto estaba ALex, inconsciente tirada en un colchón viejo y tenía las manos atadas, a Fernando se le vino el mundo a los pies.

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