Capítulo 24

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Fernando manejaba su coche con calma, por primera vez en más de un año, se sentía relajado, como aquellos días donde su vida era tranquila, por un momento recordó a Sofía, y se miró la mano, en verdad aún llevaba su anillo de matrimonio, lo vio por varios minutos y recordó la que la Güera había dicho, y decidió cerrar ese ciclo, antes de empezar una nueva vida al lado de Alex. 
-Bienvenido Fernando- dijo Rubén al verlo llegar a la Comandancia. 
-Buen dia hermano. 
-Te noto más relajado,
-Asi es, Alex ya saldrá del Hospital y fuera de peligro, nuestro hijo crecerá en un hogar sin preocupaciones. 
-Me alegra, por favor necesito que firmes estos informes. 
-Si, llevo prisa, tengo que hacer algo antes de recoger a Alex. 
Rubén lo miraba algo pensativo, a Fernando le extrañó su actitud. 
-¿Pasa algo Rubén?
-Nada, solo quiero saber si has pensado en tu futuro. 
-Ya te lo dije, por ahora mi prioridad es cuidar a Alex y a mi hijo. 
-¿Y qué has pensado sobre el trabajo? supongo que ya has podido hacer justicia, dejaras esta oficina. 
Fernando no lo había pensado mucho, recien se le vino la idea ahora. 
-No lo sé amigo, a pesar de que no sea lo que hubiera querido, aquí he tenido una familia, has sido mi apoyo en los momentos más fríos, no creo que deje de ser agente, así que no te preocupes, que tendrás agente Shadow para rato, bueno a no ser que Alex me pida dejar todo. 
-No lo creo, ella es igual de arriesgada que tú y la vida pacífica no es lo suyo. 
-Si hermano- Fernando terminó de firmar los documentos y abrazó a Rubén, apreciaba su amistad, Rubén estaba aliviado y satisfecho, su amigo era el mejor. 
-Hermano me voy- dijo Fernando. 
-¿A recoger a Alex? te acompaño. 
-No, quiero ir a un lugar primero, necesito cerrar un ciclo. 
-Entiendo, saluda a Alex de nuestra parte. 
-Está bien- Fernando dejó los papeles, sonrió a su amigo y salió de la oficina, rumbo al ascensor, estaba algo nervioso. Salió rápido del edificio y se subió de nuevo a su coche, manejo a una zona llena de áreas verdes al sur de la ciudad, el lugar tenía grandes campos verdes, llenas de flores, y hacia el fondo, el blanco de las lápidas contrastaba con la alegre vista, Fernando había llegado al Cementerio. Estacionó su coche y empezó a avanzar a pie entre las lápidas, pasando otras zonas donde había gente visitando a sus familiares, llevando flores para adornar. Fernando se sintió algo miserable mientras avanzaba, esta era la primera vez que visitaba a su familia después de esta tragedia, así que no había llevado nada. 
Al llegar a la tumba de su ex esposa y de su hija, lo que vio lo dejó aún más sorprendido. 
Ahí estaba ella, con unas rosas blancas y una sonrisa de sorpresa. 
-¿Qué haces aquí? ¿Cómo supiste?- Fernando tenía muchas dudas. 
Alex lo miró con ternura, ante la sorpresa de su novio. 
-MI amor, yo siempre visito a Sofía y a Camila, 
-¿Quién te dijo donde estaban?
-Me tomé el atrevimiento, de preguntarle a Rubén, supe sobre tu historia y estuve viniendo cada vez que podía a visitarlas. 
Fernando suspiró algo contrariado. 
-¿Estás enojado?
-No mi niña, es solo que me siento culpable, yo debería haber venido. 
-Tranquilo amor- Alex tomó el rostro de Fernando- no voy a juzgar tus acciones, además ellas saben porque lo hiciste. 
Fernando levantó la mano y sacó el anillo de matrimonio que llevaba puesto. 
-Les juré aquí hace más de un año, que haría justicia, todos los que nos hicieron daño iban a caer, hoy que todo eso se cumplió, quiero cerrar este ciclo.- Puso el anillo de matrimonio encima de la lápida de su esposa. 
-¿Qué haces amor?
-Delante de ellas, quiero pedirte que empecemos una nueva vida, estoy seguro que Sofia y Camila ahora están felices por esta decisión. 
Fernando la tomó por la cintura, y con la otra mano tomó su cuello, y la trajo hacia él, ella no se opuso, necesitaba sentir sus labios, las rosas blancas cayeron al piso y se besaron, 
Sentirse uno al otro en medio de ese ambiente tan pacífico, era lo que más habían deseado en estos días de tantas penas y dificultades. 
Al separarse se miraron con amor. 
-Te amo y lo sabes amor. 
-Y los amo a los dos, o a las dos- tocó la pancita de Alex con dulzura- Creo que Sofía y Camila te enviaron a mi vida, para que no me sienta solo. 
-La vida es sabia Fernando, Dios mueve los hilos de nuestra vida de maneras muy complejas, y el destino nos debía juntar. 
Fernando la miraba lleno de amor, la tomó por la cintura y la cargó, la elevó unos centímetros del suelo. 
-Estas loco Fer, bájame. 
-Te amo mi niña, te amo. 

Ambos pusieron las rosas en ambas lápidas, Fernando dejó su anillo de matrimonio enterrado en la tierra  y se despidieron de Sofía y Camila, se fueron tomados de las manos y Fernando acomodó el maletín de Alex, su coche se alejó del Cementerio, en el coche empezaron a platicar. 
-Entonces ahora que procede agente Vega- dijo Fernando mirando hacia la carretera. 
-¿Disculpa?- lo miró Alex extrañada 
-Bueno, eres mi jefa en el asunto de la Güera, por eso lo pregunto. 
-Entonces agente Téllez, o quiero decir Shadow- Alex miró a Fernando de forma amena, y ambos se rieron- primero debo ir a la Capital para presentar mi informe, y esperar órdenes, para evaluar el caso de Sara. 
-¿A qué te refieres?
-Pues el Ministro me indicará si Sara se va a la Capital o se queda aquí, en el Reclusorio Femenil. 
-Tienes razón, Rubén no mencionó eso. 
-Él no sabe eso, el Ministro me dio esa orden mucho después de mi llegada a la Comandancia y me pidió prudencia. 
-Está bien. 
-Nos toca ahora una última cosa por hacer- dijo Alex ya en tono serio. 
-Confrontarla. 
-Así es, no sé qué pasará 
-Pero lo afrontaremos juntos- Fernando tomó la mano de Alex y ella lo miró sonriente. 
Ambos llegaron al departamento de Fernando y Alex dejó s maletín, se pusieron ropa más formal y partieron a la Comandancia, Rubén los estaba esperando. 
-Me da gusto verte repuesta Alex. 
-Gracias Rubén, ya estoy de nuevo en acción. 
-Aunque el trabajo que les espera no es nada agradable. 
-Está todo listo- dijo Fernando. 
-Si Shadow, ahora solo falta saber si lo harán los dos o uno de ustedes. 
-Creo que sería más prudente que entre yo- dijo Alex. 
-De acuerdo- dijeron ambos. 
Los tres fueron hacia la sala de Interrogatorios, ahí estaba Sara, sin esposa, sentada dentro del cuarto vació, esperando a la persona que le daría su sentencia final. 
E eso entró Alex, al verla Sara puso cara de decepción, mientras Fernando y Rubén estaban viendo todo por el espejo unidireccional. 
-¿Qué pasa Sara, no te alegra verme?- dijo Alex con tono burlón. 
-Ya sabes que no, prefiero a otro agente. 
-él no tiene asignado estar aquí. 
-No me digas, pues no hablaré con nadie que no sea él. 
-No estás en posición de exigir. 
-Pues no lo haré, si no hablo con él, solo lo haré con mi abogado presente. 
-Fernando no vendrá- dijo Alex. 
-Entonces no diré nada. 
Alex salió algo enojada y entró en la habitación donde estaban los otros. 
-TRanquila amor, será mejor que lo haga yo. 
-Está bien, pero esa mujer está demasiado obsesionada contigo, y no la culpo.
-Alex por Dios- dijo Fernando- será mejor que acabemos con esto. 
Fernando entró a ver a Sara, no tenía la menor intención de caer en su juego. 
-Vaya que por fin te dignas aparecer. 
-No voy a darte explicaciones, pediste que esté presente, aquí estoy Sara. 
-Sabes que te odio Shadow. 
-Y lo que no entiendo es ¿Por qué?
-No te hagas el desentendido, desde que me engañaste, mi vida cambió. 
-Estás mal Sara, yo nunca te di ilusiones de nada, sólo era parte de mi trabajo. 
-Eres un desgraciado. 
-Y tu no eres una santa paloma, estuviste consciente todo el tiempo de los negocios de tu novio el Chacal, y aún así no dijiste nada, sabías que tu novio era un delincuente y un asesino y tú disfrutaste de los beneficios que él te daba, yo sólo fui un escape a tu realidad. 
-Tu me desgraciaste la vida. 
-Tu también, casi mataste a mi novia, mataste a muchos de mis compañeros, asi que acepta tu culpa. 
-Jamás. 
-Entonces no podremos hacer nada por ti, los cargos en tu contra son grandes. Podemos quedar en algun arreglo. 
-No habrá ningún arreglo, te odio Fernando. Nunca dejaré que vivas en paz 
-Basta Sara, yo no te hice nada, por Dios, déjame en paz, estás obsesionada conmigo, deja ese odio infundado y acepta tus culpas, eres aún más miserable que tu novio. 
-Cállate Fernando- Sara se puso de pie con furia en su mirada, Fernando se alejó de ella con rapidez, se puso cerca al espejo- Donde esté haré que tu vida sea miserable. 
-Lo dudo Sara, estás condenandote tu sola a vivir sin paz, ahora tus crímenes serán juzgados, 
-Pero saldré libre, te lo aseguro y regresaré por ti. 
Alex vio por conveniente llevarla de nuevo a su celda, mandó unos guardias y se la llevaron esposada 
-Te odio Shadow, jamás te librarás de mí. 
-Te estaré esperando Sara, te estaré esperando. 
Sara desapareció de la vista de todos, Alex se acercó a Fernando y lo abrazó, él le dio un beso en la frente. 
-Aquí termina todo ¿Verdad amor?- preguntó Alex. 
-Espero que si mi niña, espero que si- Fernando esperaba no volver a ver Sara en mucho tiempo. 

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