Fernando estaba con una copa de Champagne, escuchando la monótona conversación de los empresarios, sobre la bolsa de valores, índices de mercado y esas cosas, de rato en rato miraba a los lados, para ver si había hombres con aspecto sospechoso.
-No hay movimiento extraño Shadow- decía Alex por el micrófono, ella había tomado el control del área de vigías.
-Conforme-dijo Fernando en un susurro.
Muy hábilmente se retiró del grupo, para poder explorar mejor la zona, era un gran salón, pero tenía puertas laterales, necesitaba que la gente se entretenga con algo, para poder pasar desapercibido y buscar rastros.
-No te arriesgues Shadow- decía Alex- no te puedes desaparecer del todo.
-Yo sé mi trabajo Vega- respondió serio Fernando.
La música empezó a sonar, era momento de la ceremonia, y empezaron a ver bailarines y los organizadores hablando, era el momento oportuno. Fernando entró por una de las puertas laterales, lo llevaba a un pasillo, donde se veía algunas cajas, las mismas de la última vez que el Chacal y Fernando se enfrentaron.
-¿Shadow?
-Vega, esto es lo mismo de hace un año, el tráfico de armas del Chacal no ha parado.
Fernando salió de nuevo al evento, la gente se veía entretenida por unas bellas bailarinas de ballet, pero Fernando vio unos hombres nuevos, con trajes oscuros, creía reconocer a algunos, eran los mismos secuaces del Chacal.
-Hay hombres que conozco aquí, No hay dudas Sara está en el evento.
-¿Fer?
-¿Ricardo?
-Si amigo, soy yo de nuevo.
-¿Y Alex?
-Dijo que me dejaba a cargo de la vigía y salió de la oficina.
-Está bien, tenemos que estar atentos, Sara sabe que estoy aquí.
-¿Cómo lo sabes?
-Lo intuyo.
Fernando avanzó unos pasos hacia el centro del Gran Salón, y el hombre de negro más cercano avanzó, El agente Shadow caminó sin perder la naturalidad, algunas mujeres volteaban a verlo, ya que no se podía negar la elegancia.
En unos minutos, Fernando sentía que los demás hombres estaban tratando de cerrarle el paso.
En eso todos voltearon a ver a una mujer que acababa de entrar al Salón, estaba tan bella con un vestido azul ceñido al cuerpo, largo y con un corte muy sensual sobre la pierna izquierda, el pelo suelto y los labios pintados de rosado pastel.
-¿Qué haces aquí?- le reprochó Fernando.
-Tu no te metas Shadow- dijo Alex, quien era la mujer que todos veían entrar.
Fernando no pudo refutar, estaba muy bella para decirle algo, él mismo se quedó muy sorprendido, era muy diferente verla tan elegante, sin el uniforme de trabajo.
-Y por favor cierra la boca- dijo Alex, viendo con gracia la cara de vergüenza de Fernando ante su debilidad- hay dos hombres a tus 8 en punto.
-Y uno a tus 9 en punto- dijo Fernando- ellos saben que somos agentes.
Alex se puso a conversar con un ejecutivo de lo que acababa de suceder en la ceremonia, el hombre hablaba muy alegremente con ella, pero uno de los hombres de negro se iba acercando más.
-Están acercándose a ti Vega, sal de aquí- Fernando se acercó hacia ella, tenían que salir de ahí.
Uno de los hombres se tocaba el oído, tal vez para recibir órdenes, se paró ens eco y ordenó a dos de sus compañeros a ir hacia Alex, Fernando llegó hacia ella, la tomó de la cintura y habló con el empresario.
-Mi amor, que bueno que ya llegaste- dijo para tratar de evitar que esos hombres se acercaran más, el hombre se asustó un poco y Alex se puso algo nerviosa por el contacto, pero trató de sonreír para que la farsa no se descubra.
-MI amor, si ya llegué- dijo Alex.
-Señor Soler- Fernando se había aprendido el apellido de ese señor- le quiero presentar a mi esposa.
-Es un placer señora.
-El placer es mio.
-Ahora si nos disculpa Señor, queremos disfrutar de la ceremonia- Fernando la jaló y salieron hacia la puerta lateral.
-¿Qué se supone que haces aqui?
-No podía dejarte solo Shadow.
-Bueno está bien discutiremos después, debemos salir e incautar todo esto.
-Ok
Ambos siguieron caminando, salieron hacía unas áreas verdes, al final de aquel pasillo, estaban las mismas cajas que Fernando conocía tan bien, vio la forma de arreglárselas y sacar las cosas, llevaban las falsas obras de arte, y tenían su falso fondo se ocultaba la mercancía ilegal.
-Vaya esto es genial- dijo Alex quien estaba cubriendo a Fernando- lo tenemos.
-Nada de eso, esto puede ser una trampa- Fernando se puso de pie, y acomodó de nuevo las obras de arte, se acomodó la corbata del traje y jaló de nuevo a Alex.
-¿Que haces?- dijo ella.
-Vamos, tenemos que regresar, si no nos ven esos hombre pueden sospechar.
-¿Y la evidencia?
-Regresaremos, para llevarnos todo esto, pero ahora es mejor salir, ya sabemos donde está y si Sara sospecha que no estamos nos puede ir mal.
Regresaron al Salón, estaban brindando y el organizador estaba agradeciendo a su mayor benefactor, los hombres de negro que estaban alrededor, se acercaban ahora eran cuatro.
-Shadow, piensa rápido, yo me encargo de los dos de la derecha y tú de los dos de la izquierda.
-¿Estás loca Vega?- le dijo Fernando, estaba pensando que hacer para distraer a los guaruras.
-Entonces ¿Que sugieres?
Fernando no lo pensó dos veces, tomó de la cintura a Alex, la atrajo hacia su cuerpo, la otra mano la puso en su nuca, para que ella no pudiera negarse, se acercó peligrosamente a sus labios y la besó, un beso que fue un impulso en un primer momento, pero que se volvía más placentero a medida que pasaba el tiempo.
Alex se quedó en shock, sin poder reaccionar, su cuerpo se erizó de pies a cabeza, por inercia, su brazos rodearon el cuello de Fernando, para disfrutar del enorme y placentero beso, pero de repente sus recuerdos la atormentaron, empezó a temblar, quería que el contacto con Fernando terminara.
Fernando se dió cuenta y la dejó libre. Las personas que los vieron se acercaron con curiosidad, formando un círculo alrededor de ellos, haciendo que los hombres de negro se detuvieran, el señor Soler estaba hablando con algunos de los asistentes y empezó a aplaudir, gritando -Viva el amor- contagiando a los demás. Alex estaba muy colorada y avergonzada, Fernando agradeció a las personas y jaló del brazo con delicadez a su falsa esposa para salir al aire fresco.
-¿Por qué hiciste eso?
-Después te explico- tenía la intuición de que ya los estaban siguiendo- Están aqui.
De pronto, algo de seis hombres, los guaruras de negro, estaba rodeandolos, unos de ellos recibía órdenes y sacó un revólver de su bolsillo. Fernando alejó a Alex hacia su derecha y empezó a pelear cuerpo a cuerpo con los guaruras, dos de ellos peleaban y sostuvieron a Fernando, otro lo golpeaba, otro de ellos tomó del brazo a Alex, ella tuvo un reflejo y sacó su arma de reglamento antes, empezó a disparar al aire, los hombres sacaron sus armas y también dispararon, Fernando vio como los asistentes al evento salían despavoridas al escuchar los balazos, la lucha seguía, Fernando logró zafarse de los golpes mientras Alex también se metió a la lucha, era muy buena dando puñetazos pero al ser más grandes y altos, la redujeron, Fernando la ayudó a liberarse, y le metió un culatazo con su arma.
-¿Estás bien?- le preguntó a Alex.
-Si, gracias- su mirada se tornó asustada, Fernando volteó y recibió un golpe a la altura de la sien. LO dejó noqueado por unos minutos, el hombre lo tomó por el cuello y lo estaba asfixiando. Alex habló por el micrófono.
-Refuerzos ya- buscaba su arma en el piso
-Ya fueron enviados- dijo Ricardo.
Fernando luchaba inútilmente, el hombre lo estaba asfixiando, golpeaba con los codos buscando ayuda, entonces escuchó un disparo, el guarura cayó de rodillas y lo dejó libre. Fernando que estaba ya casi morado, respiró con dificultad, vio como Alex tenía el arma en la mano y se acercaba a socorrerlo.
-¿Estás bien?
Fernando asintió con la cabeza mientras tosía, estaban vivos de milagros, los guaruras escaparon mientras podían, las sirenas de las patrullas estaban cerca, el hombre herido no podía moverse, así que sería llevado a la Comandancia para ser interrogado. No todo había sido en vanoDesde un cuarto muy lejos del evento, había un hombre viendo unas cámaras de vigilancia, varias pantallas prendidas enfocando varias zonas del Gran Salón, en eso entraba una mujer, con un abrigo de piel crema y un elegante moño rubio en el pelo.
-Patrona, usted tenía razón- dijo el hombre con una voz rasposa y muy dura.
-Sabía que llegaría el día , por fin lo encontré, esta vez no te escaparás de mi Fernando- dijo Sara González, que en el mundo del Hampa, ya era conocida como la Güera.
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El Agente Shadow
ActionUn notable Fiscal Estatal debe cambiar su vida al perder a su familia. Debe buscar venganza y convertirse en un agente encubierto para encontrar a sus enemigos. Como una sombra acabará con ellos, pero en medio de su cometido encontrará el Amor