Capítulo 7

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-Jefe esto es grave- le dijo Ricardo a Rubén. 
-No puede ser, Shadow llevaba el receptor de señal. 
-Si, y lo ubica en una zona muy cerca a aguas internacionales, donde no tenemos jurisdicción. 
-Demonios, tenemos que hacer algo, no lo podemos dejar solo. 
-Jefe sospecho, que es lo que Fer quiere. 
-Lo sé, no te creas, sé muy bien que Fer quiere matarlo, pero no dejaré que arruine su vida. Tenemos que sacarlo de ahí, como sea. 

A Fernando le molestaba la luz que poco a poco entraba por sus pupilas, al parecer había tardado mucho tiempo en reaccionar, poco a poco fue reconociendo el lugar, era como una casa de playa en mal estado, se sentía olor a salitre, y se veían paredes manchadas por la humedad, intentó ponerse de pie pero lo habían atado de pies y manos a una silla de metal, al tratar de decir algo también notó que le habían puesto una mordaza en la boca, trató de ver lo que había a su alrededor, vio al hombre de negro que cuidaba a Sara, y a su peor enemigo. 
-Vaya, vaya, nunca esperé esta sorpresa- miró a al hombre- Trae a mi novia, quiero que sepa lo que hizo. 
El hombre salió y los dejó solos, si las miradas mataran de seguro el Chacal ya estaría muerto, Fernando nunca pensó tenerlo asi de cerca en tan poco tiempo, el hombre daba vueltas alrededor de su prisionero, mirándolo minuciosamente. 
El hombre regresó trayendo bruscamente a Sara, se la entregó a su señor y se puso detrás de Fernando, para quitarle la mordaza. 
-¿Que pasa?- dijo Sara con temor, ella sabía muy bien cómo era el Chacal cuando se enojaba, ya se había vestido y lucía muy asustada. 
-Pues querida, como te digo, no puedo creer, que chiquito es el mundo, que hayas puesto tus ojos en este señor. 
-No sé de qué hablas- trató de negarse ella, Fernando trataba de liberarse, pero el hombre detrás suyo le puso su mano sobre el hombro, lastimandolo. 
-No niegues que te estuviste besuqueando con el señor. 
Ni Sara ni Fernando hablaron, entonces el Chacal empezó a reirse. 
-Vaya mi amor, ya que no hablas te haré una pregunta, ¿Sabes quién es él?
-Se llama Robert, es un empresario- dijo ella con miedo. 
El Chacal puso su brazo en la cintura de la mujer y la atrajo bruscamente hacia su cuerpo. 
-Dejame decirte amor, que te han tomado el pelo, este señor que es muy apuesto no es quien dice ser- miró al hombre y le hizo una señal, éste sacó su revólver y le apuntó a Fernando directamente a la cabeza- Le puede aclarar a la dama cual es su verdadero nombre. 
Fernando no habló, quería ganar tiempo, de seguro su gente estaba tratando de localizarlo, y tenía que estar junto a la evidencia para poder detenerlo. 
-Veo que no dirás nada así que- dejó a Sara a un lado y le propinó un fuerte puñetazo a Fernando en el estómago, Sara saltó de miedo y Fernando recibió el golpe sin chistar, aguantó el dolor y la falta de aire, aunque no evitó toser ante el golpe. 
Al seguir mudo, El Chacal dio el segundo golpe, esta vez en la cara, Fernando no decía nada, aunque su labio sangraba un poco. 
-No sabes cuantas ganas tenia de hacerte eso, imbécil, desde que me encerraste estuve deseandolo. 
-Y tu no sabes cuanto tiempo deseaba poder acabar contigo mal nacido- dijo Fernando y el hombre jaló de su pelo para darle un golpe en la boca, que esta vez sangró mucho mas, luego lo volvió a apuntar con el revólver.
Sara estaba muy confundida viendo la escena, el Chacal no dudó en sacarla de la duda. 
-Verás mi vida, este hombre que ves aquí, es nada más que el fiscal que me encerró en prisión desde hace 3 años. 
Sara estaba desconcertada, ante ella estaba un hombre que le había ofrecido el cielo hace unas horas, y no quien su novio decía. El Chacal se dio cuenta de sus dudas. 
-O sea que no me crees, pues preguntale quien es. 
Ella se acercó hacia Fernando, el la miró con furia, ya no tenía caso seguir fingiendo. 
El hombre le jaló del pelo de nuevo y le apuntaba con el arma, obligándolo a hablar. 
-Mi nombre es Fernando Tellez, agente encubierto. 
Sara lloraba de ira, y no se aguantó, le pegó una cachetada a Fernando, porque se sentía engañada. 
-Asi que ahora eres agente- dijo el Chacal con sorna- se supone que eras solo un fiscal que se creía invencible. 
-Soy agente desde que tú destruiste mi vida, y no descansaré hasta mandarte al infierno desgraciado. 
Fernando, mientras hablaba había logrado zafarse de los nudos de sus manos, se soltó con facilidad y tomó al guarura por el cuello y lo asfixió, el hombre soltó el arma,El Chacal y su mujer se hicieron a un lado, Fernando  luego se desató los pies y derribó al hombre empujando con fuerza.
-Vete de aqui- le dijo a Sara, la compadeció por el destino que le tocó y le dijo que se fuera. 
Ella no se movió. 
-No tienes derecho a sacar a mi novia asi. 
-Cállate- Fernando arremetió y golpeó en la cara al Chacal
-Has practicado mucho, se nota que me odias. 
-Y mucho- Fernando empezó a golpearlo, se armó un duelo de golpes entre ambos. 
El guarura despertó y trató de ayudar a su jefe. 
-LLEVATELA- gritó el Chacal. 
-Si señor- dijo el hombre, Fernando se percató de esa voz, era la misma de aquel dia, el maldito que mató a su esposa. El chacal aprovechó la distracción y golpeó tan fuerte a Fernando que lo mandó volar varios metros fuera de alcance. 
El guarura se llevó a Sara jalandola del brazo, y se ocultaron cerca de la puerta de salida. Desde ahí se escuchaba todo

-Ricardo ya estamos cerca- dijo Rubén que pilotaba una yate más pequeño. 
-Si señor. 
- ¿Y ya llegó la orden de cateo?
-Si señor con las fotos que se envió al ministro, él mismo se encargó de todo. 
-Espero que lleguemos a tiempo, sino Fernando habrá matado al Chacal. 

-LEVÁNTATE Y PELEA.-gritó el Chacal. 
Fernando se sentía mareado, la caída fue fuerte, se levantó con dificultad, pero recibió una patada de su rival y lo tumbó de nuevo en el piso. 
-Lo sabía no tienes las agallas, eres un hombre de escritorio, que no puede con un hombre como yo, que no sabe dar golpes, te esconderás detrás de un jurado, como siempre detrás de los papeles. 
Fernando se levantó con furia y empujó al Chacal, ambos cayeron al piso, y se dieron de golpes, Fernando no resistía tanta impotencia, tenía que matarlo de una buena vez. 

En eso se oyeron disparos afuera de la habitación, ambos dejaron de golpearse para escuchar. 
-Quietos todos, están arrestados- era la voz de Rubén, en la cara de Fernando se dibujó una sonrisa de triunfo. 
-Te lo dije maldito, te lo dije, ahora no podrás salir libre de ésta
-Ay Tellez, tú no puedes conmigo.
-Tus negocios ahora están al descubierto. violaste tu libertad condicional al salirte de tu jurisdiccion, volverás a prisión. 
Se oyeron pasos de miles de hombres entrando a las habitaciones contiguas y gritos de los clientes del Chacal. 
Fernando se puso de pie, para poder aprehender a ese criminal, el Chacal vio el arma cerca de su mano, y en un descuido de Fernando la tomó. 
-Ahora quien rie mejor, idiota- apuntaba directo a la cabeza de Fernando, en su defensa él tomó el arma y empezó un forcejeo, ambos estaban muy cerca del gatillo, y en cualquier momento las balas podían herirlos. 
Fernando intentó quitársela, pero provocó el primer disparo, que cayó en la pierna del Chacal, derribandolo. 
-Ahora quien rie idiota, de esta no tienes salida. 
-Lo sé, pero yo gané, yo iré a prisión, ¿Y Tú?, te quedaste sin nada. 
-Cállate, ríndete de una vez. 
-No tienes las agallas, me enviaras a la justicia, esa que no te ha servido de nada, porque tu no tienes los pantalones para disparar. 
-CALLATE IMBECIL. -gritó Fernando, una palabra más y podía cometer una locura. 
-Quiero hablar y tú no me vas a callar-miraba de reojo y vio un pedazo de vidrio, con mucho cuidado lo tomó y lo trató de esconder- te voy a contar cómo murió tu esposa. Como suplicó por la vida de su hija ante mi leal perro fiel, a ver si así te sale la hombría. 
Fernando no aguantó más, disparó directo a la otra pierna del Chacal, dejándolo completamente en el piso. 
-¿Nada mas eso?, eres un gallina Tellez, te mereces quedarte solo por cobarde. El Chacal hablaba entrecortadamente, por el dolor. Fernando amartilló su arma y se acercó un poco para poder decirle una última frase.
-Pudrete en los infiernos Gerardo López, esto es por mi familia. 
Disparó directo a la cabeza, y la sonrisa del Chacal desapareció. 

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