Capítulo 17

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La feliz pareja aún seguía dormida cuando el sol entró por su ventana, los pilló abrazados y demasiado relajados, pero no todo puede ser como lo planeas, la mañana no iba a empezar tan bien. 
El teléfono de Fernando, sonó ligeramente, él se despertó para contestar. 
-¿Por qué apagaste tu comunicador Fernando?- Rubén sonaba bastante molesto en la línea, Fernando se sintió algo miserable. 
-Lo siento, pero necesitaba un tiempo a solas con ella. 
-Que sea la última vez, Fernando, te necesito concentrado. 
-Está bien, no sucederá otra vez, lo prometo. 
-Bien Shadow, necesito que ambos estén listos en una hora, la ceremonia empezará algo temprano, creo que hubo un problema en la organización del evento y necesitan ganar tiempo. 
-Está bien, estaremos listos, estuvimos ayer revisando el perímetro, al parecer la ceremonia tendrá una invitada especial. 
-¿Crees que sea ella?- preguntó Rubén. 
-Para nuestro propósito, nos conviene verla hoy, así acabamos con todo esto, lo que no puedo asegurar , es cómo reaccionaría al ver al infeliz que mató a mi esposa. Ese malnacido es hombre de confianza de la Güera, y de seguro estará ahí. 
-Sé que aún guardas rencor, pero debes enfocarte. 
Fernando acomodó a Alex con mucho cuidado para que no se despertara, se levantó de la cama y salió hacia la regadera. 
-No te preocupes por mi, estaré bien y muy concentrado, hablamos en una hora- y colgó. 
Preparó el jacuzzi, con aceites aromáticos y fue a despertar a su novia, la vio tan bella y tranquila así dormida, que no quiso molestarla, pero ella empezó a moverse, al verlo parado frente a ella, le sonrió. 
-Buenos días amor- dijo ella con calidez. Su mirada era distinta, más radiante que nunca.
-Buenos dias mi niña, hora de levantarse- ella lo miró y se levantó de la cama, Fernando la condujo hacia el jacuzzi y le ayudó a entrar, luego él también entró. 
-Excelente forma de amanecer, aquí a tu lado- dijo Fernando acariciando su espalda en medio del agua- te ves demasiado hermosa y radiante, diferente  a anoche. 
-Me siento diferente, gracias a ti, es una sensación muy extraña, pero realmente satisfactoria. Pero sé que tenemos cosas que hacer aquí. 
-Así es mi niña. debemos estar listo en 40 minutos. 
-Pues a trabajar- ella le dio un beso largo y salió del jacuzzi, tomó un duchazo y se alistó para salir, Fernando también se alistó rápidamente y estuvieron en el lobby del hotel a la hora acordada, mostrando sus invitaciones al evento. 
Estuvieron recorriendo las instalaciones del hotel junto con los demás invitados, siempre vigilados por Ricardo, que volvía a ser su vigía. 
-Todo tranquilo Fer, no hay señales externas de ella. ni de otro movimiento. 
-Está bien- dijo Fernando en un susurro. 
Un grupo de señoras de alta sociedad  convenció a Alex de que las acompañara a un paseo para hablar de obras de caridad, mientras los esposos se quedaban para recibir a la invitada de honor. 
-Revisaré esa área- le dijo Alex guiñandole un ojo- Estamos comunicados. 
-No te alejes mucho- le dijo Fer y le dio un beso, las demás damas la miraron algo incómodas y  la invitaron hacia el lado norte del resort. 

Mientras tanto, los hombres esperaban en la sala de convenciones a la invitada de honor, Fernando se sentía vigilado, los pelos de su nuca se erizaron, señal de peligro. 
-Ricardo, siento que algo no está bien. 
-No veo nada extraño Fer. 
Un hombre vestido completamente de negro captó la atención de Fernando, caminaba de un lado al otro, hablando por teléfono. él quiso seguirlo pero un caballero lo invitó a seguir a la comitiva. Fernando no tuvo más remedio que seguir. 
-Señora- decía el hombre- ya está hecho, ellos se separaron. 
-Está bien, entonces seguiremos con el plan, que las demás mujeres la lleven cerca a nuestro almacén, cuando ella esté sola, entonces Quevedo atacará- la mujer hablaba enfáticamente- el Agente Shadow hoy caerá en nuestra trampa.- y colgó la llamada. 

Alex, que estaba siguiendo a las damas, se estaba inquietando, tenía un mal presentimiento de los que podría ocurrir, pero al parecer no había nada sospechoso, así que siguió con el recorrido. Al llegar a una zona de descarga marítima, se percató que habían como pequeñas recámaras con aspecto algo fuera de lo común, con puertas selladas y no tenían ventanas, parecían almacenes cerrados, tipo búnker, le ganó la curiosidad y se alejó del grupo de señoras para ir a investigar, eran alrededor de seis recámaras similares y una de ellas tenía la puerta abierta, estaban descargando cosas en la bahía y unos hombres cargaban sacos en  secreto, sin que nadie lo notara. ella se acercó sigilosamente, y se estaba ocultando entre algunos sacos, al parecer con alguna clase de harina para no ser vista, cuando vio que una de las recámaras estaba abierta, se acercó lo más que pudo y esperó a que lo hombres terminaran de descargar los sacos, al verlos alejarse, se metió dentro de uno de esos almacenes, y descubrió, que dentro habían sacos llenos de restos de alcaloides y pasta procesada de cocaína, ahí las empaquetaban para ser traficadas a otros países, era un mini laboratorio, también había cajas de traslado de obras de arte, listas para ser acondicionadas para la carga ilícita. 
-Esto es genial- dijo Alex muy satisfecha, sacó su celular y tomó fotografías, quería llamar a Rubén, pero no tenía señal telefónica, tomó algunas fotos y salió afuera para hacer su llamada. Vio que no había absolutamente nadie a su frente y empezó a marcar los dígitos. Cuando sintió como una mano muy fuerte, la tomaba por detrás, ejerció fuerza contra ella sujetando su muñeca y con la otra, tapaba su boca, dejándola sin aire. Alex trató de huir, pero fue inútil. el hombre la había inmovilizado. 
-¿A quién llamas preciosa? Nadie puede salvarte de mi.-el hombre había susurrado esa frase, y a Alex se le cayó el mundo encima, esa frase y esa voz habían habitado las memorias de ella durante 15 años, eran la misma voz del maldito que había abusado de ella, era la misma frase que había dicho aquella fatídica noche, era el mismo hombre, no podrían haber dos seres iguales, era él. Alex luchó contra todo para que ese hombre la soltara, pero no pudo, él tenía más fuerza, mucha más convicción. ella pataleaba, trató de zafarse, pero no lo logró, se sometió al pavor que este hombre le producía. 
-No puedes huir de mi linda, ahora me voy a divertir contigo- Quevedo le empezó a besar en el cuello, jugando con su presa, Alex estaba ahora llorando, sin poder hablar ni defenderse, su miedo superó su fuerza y sólo cerró los ojos, para esperar que ese hombre acabara con ella de una vez. 
Fernando estaba esperando impacientemente con los otros caballeros, pero la dichosa invitada no llegaba, en eso la sensación de peligro aumentó y su mente voló inmediatamente a Alex. No lo pensó más y dejó a los otros esperando, se dirigió en dirección contraria. 
-No puedo esperar más, busca a Alejandra, por favor Ricardo. 
-Su rastreador dejó de funcionar, estoy viendo si se le puede rastrear con las cámaras de vigilancia- Ricardo demoró unos segundo y volvió a hablar- Fer, Alex está en peligro, dirígete al embarcadero. 
Fernando corrió todo lo que pudo y llegó a la entrada del embarcadero. 
-ALEJANDRA- gritó Fernando, sacó su arma y la cargó revisando todo a su alrededor- ALEX, ¿DONDE ESTAS?
Se desesperó, pasó frente a los almacenes sospechosos encontró en el piso el teléfono de Alex, con la pantalla quebrada y sin señal, en eso alguién habló, Fernando apuntó al lugar de donde salía la voz. 
-¿Acaso nos buscabas agente Shadow?- Quevedo apuntaba con una navaja a Alex y la  llevaba toda aterrada, y sin poder hablar, ella tenía las manos sujetando el brazo del hombres y intentaba liberar su boca,pero le fue imposible. 
Fernando tenía el arma apuntando directamente a la cabeza del hombre que había matado a su familia, el mismo con el que peleó aquella vez en la bahía, y que ahora llevaba prisionera a su novia. 
-SUELTA A MI MUJER, INFELIZ. 
-La Güera tenía razón, eres vulnerable Shadow, veo en tus ojos el miedo, tienes miedo de que la mate ¿Verdad?. La Güera sabía que esta niña es importante para ti. 
-SUÉLTALA. 
-Lo haré, cuando estemos lejos y pueda gozar con ella un momento, así como lo hice con tu amada esposa. 
-CÁLLATE MALDITO, SUELTA A ALEX AHORA
-Lo siento, no lo haré, la Güera quiere que sufras un poco antes de acabar contigo. 
Alex se sacudía tratando de liberarse, Fernando los seguía apuntando con el arma. 
-Baja el arma o ella pagará por tu arrogancia, baja el arma.
Fernando no accedió, seguía apuntando, cuando algunas sirenas sonaron, eran los refuerzos. 
-Esto aún no ha terminado Shadow, la Güera ahora sabe de que pie cojeas, y te hará pagar lo que le hiciste-Quevedo soltó a Alex y la empujó bruscamente. Ella cayó al piso muerta de miedo, Fernando tiró su arma para rescatarla. 
La sirenas se acercaban, Quevedo huía y se lanzó hacia una lancha en movimiento que salía al embarcadero, Fernando vio de nuevo a Sara, no había duda que este evento fue una trampa para atraparlos, así como habían estado haciendo para cazar policías, Sara manejaba la lancha y ayudó a su fiel secuaz a subir y huir juntos, no sin antes mirar a los ojos a Fernando y mostrarle su sonrisa de triunfo, ellos estaban en medio de los balazos de los agentes que estaba llegando para detenerlos, pero Sara logró huir, sin rumbo conocido. 
Fernando abrazaba a Alex, que temblaba sin parar. 
-Tranquila, tranquila mi niña, ya pasó. 
Alex estaba tan asustada que no pudo contener el llanto. 
-Ya acabó ahora estás conmigo. 
-Él fue- dijo Alex entrecortadamente por el llanto. 
-¿Quién mi niña?-Fernando se asustó por el tono de voz de su novia. 
-Ese hombre fue quien abusó de mi hace 15 años- terminó la frase llorando y muerta de miedo, su espantoso recuerdo aún no estaba sellado, aún dolía como aquella vez. 

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