ʟᴏᴠᴇ ꜰᴏʀᴇᴠᴇʀ ★ᴊᴏꜱʜ ʀɪᴄʜᴀʀᴅꜱ★

Capítulo 25

8/14

Domingo -8:30 p.m.-

Estaba en mi casa viendo una película. Josh me había dijo que vendría por mi como a las 9:20 p.m.
Miré mi la hora de mi cel.

-En diez minutos me arreglo.- dejé mi celular a lado mio

5 minutos después tocaron ma puerta. Tomé mi celular y me levanté para abrir y dios..

-¿Josh? ¿qué haces aquí? ¿no ibas a venir a las 9:20?- pregunté sorprendida. No estaba vestido formal, sólo tenía un pans y una sudadera, como yo xd

-Si bueno, quería sorprenderte- se rió levemente

-Pero..todavía no estoy lista

-Venga- me tomó de la mano- no importa, yo tampoco.

-pero..

Ya estaba afuera de mi casa. Ya no podía hacer nada. Me abrió la puerta y me subí al coche, la cerró y después se subió el. Yo estaba totalmente sacada de onda ¿qué coño estaba pasando?

-Josh..- giró a verme

-Rose, no quiero llevarte a lo que comúnmente hacen los demás, no quiero llevarte a un restaurante, hoy no.- dijo  y prendió el coche- quiero llevarte a algo más especial.- estuvo segundos en silencio- Quiero llevarte a un lugar que sea especial solo para nosotros.

En ese instante Sonreí, este chico siempre tiene algo que te sorprende.
Empezó a conducir, mientras en el camino íbamos hablando y riendo. Ese momento ya era especia.

-Te propongo algo- hablé

-Suelta- dijo mirando hacia adelante

-Preguntas incómodas- en ese instante volteó a mirarme rápidamente mientras dejó salir una pequeña sonrisa

-¿Cómo?- preguntó casi riendo

-Cada quien que diga una pregunta incómoda, que sea de...5 preguntas cada una- hablé

-Vale, tendré que aprovecharlas- se le veía una sonrisa. Esa sonrisa que te dejaba embobada.

Después de un rato llegamos. Salió del coche y seguido yo igual. Abrió la cajuela y sacó una pequeña canasta y dos mantas.

-Vamos, sigueme- habló

-Dame eso- tomé las mantas

Estábamos caminando poco, después llegamos a un lugar increíble. Se podía ver como la cuidad brillaba. Era una vista hermosa. (Multimedia)

Me quedé viendo por unos segundos, mientras que salía de mi boca huma por el frío, sentía como mi nariz se ponía roja.

-Dios, es hermoso- dije sin mirar

-A que si- se puso a lado mío

Puse una manta en el suelo para poder sentarnos es esa. Josh puso la canasta casi en medio de nosotros. Y con la otra manta nos cubrimos las piernas, que a pesar de todo, no nos cubría del todo, los dos teníamos piernas largas.