Sugar master [Min Yoongi BDSM]

VIII

(Lo siento si ha pasado un tiempo y alguien estaba siguiendo la historia, pero me h estado viciando a anime. Que por cierto, he encontrado un fanfic sobre Levi Ackerman q hice hace un tiempo, y puede que suba algo parecido por aqui. sin más dilacion, disfrutad del cap)

–¿Último día?

–Último día.

–¿Me lo prometes?

–Te lo prometo.

–¿Con meñique?

–Con meñique –Seungbae estrechó el meñique que Yoongi le ofrecía, rodeándolo con su propio meñique. Yoongi sonrió. Con la otra mano acarició el pelo de Seungbae.

–Esas promesas no se pueden romper...

–Lo sé, Yoongi –. Le besó suavemente, sin soltar su meñique. Yoongi se separó un segundo y le dio un beso de esquimal. Seungbae era tan alto que tenía que ponerse contra la pared y doblar las rodillas para poder besarle.

–Amo... –susurró –. Hyesook tiene una fiestecilla en su casa esta noche. Va alguna gente que llevo tiempo sin ver. ¿Te gustaría...?

–¿Ir contigo?–Seungbae sonrió. Abrazó la cintura de Yoongi, pegándolo más a él – . Me encantaría.

Le besó de nuevo, sus labios en contacto con los de Yoongi. Una de sus manos bajó, agarrándole una nalga, y la otra se enredó entre sus pelo. Estaban muy cerca, con sus pelvis pegadas y sintiendo latir el corazón del otro sobre el suyo propio, hechos un amasijo. La mano de Seungbae tal vez estaba yendo un poco lejos, acariciando el muslo interno de Yoongi y separándole las piernas. Yoongi notó como ambos estaban empezando a ponerse cachondos, como la excitación crecía poco a poco y el beso se iba haciendo más profundo. Y, con cuidado, se separó cuando sabía que estaba a punto de empalmarse.

–Amo... te quiero.

–Yo también, Yoongi–le miró a los ojos, con sus pupilas reluciendo, lleno de cariño–. Último día.

–¿Me lo prometes?

–Te lo prometo. –Yoongi dudó unos instantes, pero preguntó.

–¿Con meñique?–Seungbae sonrió y le revolvió el pelo.

–Estaos entrando en bucle, Yoongi. Te veo después de clase. –Le empujó levemente, alejándole un poco de él. Mirando atrás cada pocos pasos para ver la majestuosa silueta de su novio, Yoongi entró en su universidad.

Yoongi acarició la mano de Seungbae, que reposaba sobre el cambio de marchas.

–Gracias por venir a esto conmigo.

–No hay de que. ¿Por qué no iba a venir? –contestó distraídamente él, mientras miraba por el retrovisor levantando la barbilla. Su mano se movió, cambiando a marcha atrás.

–Es que no te gustanlas fiestas...

–No me gustan mis fiestas llenas de gente trajeada e hipócrita.–. Echando un poco el coche hacia delante, lo dio por aparcado en paralelo. El agradable contacto entre sus manos se deshizo mientras salían del coche –. Además, me apetece conocer a tus amigos –añadió, justo antes de tocar el timbre. Hyesook les abrió la puerta enseguida. Una chica con una larga coleta negra apareció detrás de ella, con un vaso en la mano.

–¡Pero bueno! A este chico tan guapo yo le conozco... –Yoongi sonrió y le tendió la mano para estrechársela. Ella, en cambio, le abrazó con energía –.¡Yoongi!