Chino ; Wos

Doce.

~.Doce.~

— ¿Pueden dejar de hablarse y prestarnos atención?—Habló Tobo, girando los ojos y tirandonos una lata de cerveza que estaba vacía, frunci el ceño, la agarré del pasto y se la tiré más fuerte, pegándole en la cabeza.—¡Aia boluda! Valen decile a tu novia que no me pegue.

Valen fruncio el ceño sacando al fin la vista de su celular y miró a Tobo.

— ¿Qué qué?—Preguntó apagando su celular y apoyando su mentón en mi cabeza, por fin abrazándome, porque desde que llegamos a la casa de Valentino e hizo que me sentara arriba de él, no había dejado su celular de lado.

No se a quien mierda le escribía, o capaz que algún familiar estaba ripeando, cosa que dudo.

— Que le digas a tu novia que no me tire cosas.—Giró los ojos divertido, él sabía que estábamos lejos de ser novios, solo lo dice para romper las bolas, cosa que no tengo pero Valen si.

Valentín suspiró y dejó un besito en mi mejilla.

— Amor, no tires cosas.—Habló lo suficientemente alto para que lo escuchen, abrí un poco grande los ojos cuando la ds3 empezó a agitar y a hacer ruiditos como de "uhww que lindos" y a Wawa bailando el ritmo de una cumbia.

Llevé mis manos a mi panza y la apreté para que no siga haciendo esos movimientos raros, la respiración calmada de Valentín chocaba contra mi oído y me hacía dar cosquillas, unas cosquilleo hermoso.

Puta madre, ¿Quién me mandaba a enamorarme de Valen?

— Chu.—Fue lo único que alcancé a decir, bajé la mirada a mis zapatillas y suspire, Valentín se río y me abrazó mas contra su pecho, intentando ocultarme de sus amigos, que nos habían empezado a sacar fotos.

— No que se pone tímida, mi chiquita.—Dice pegando mi cara contra su pecho, y yo aproveché para oler su perfume.—¡Atrás salvajes!—Gritó pegando patadas, me reí y me separé de su pecho, subiendo mis ojos a los de él.—Mi chiquita linda y preciosa, cuchi cuchi.—Habló fingiendo una voz melosa.

Largue una carcajada y le pegué suavemente en el hombro.

— ¿Cuchi cuchi? ¿Qué es eso Valentín?—Grité riendo, el también largó una carcajada y se hundió de hombros.

— No sé, pero suena bien, cuchi cuchi.

— Suena a chucha.—Hablé riendo, largó una risa y mordió su labio negando con la cabeza.

— Hace frío, abrazame.—Dijo escondiendo su cabeza en mi pecho, lo rodee con mis brazos y le hice un par de mimos.

Era lo menos que podía hacer, le había sacado su buzo y estábamos afuera, esperando a que Martín y el Depa terminen de hacer las hamburguesas en la parrilla, mientras nos tomábamos unas birras y fumábamos.

— ¿Querés el buzo?—Pregunté mirando el cielo, hoy las estrellas parecían resaltar mucho mas de lo normal, y quería acostarme en el pasto a verlas con Valentín.

— No, con tu calorcito se me pasa.—Susurró, metió sus brazos adentro del buzo y yo me retorcí cuando me di cuenta de que estaban fríos, mi piel se erizo, dejé un beso en su pelo teñido y suspire.