Cuatro.

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~.Cuatro.~

— Bueno, vos quedate acá que yo voy un rato al baño y vuelvo, no te vayas eh.—Habló parándose del sillón mientras le ponía pausa a la película y me hacía una seña, largue una carcajada y asentí con la cabeza.

Se fue casi corriendo y cuando escuché que cerró la puerta del baño agarré mi celular, el bizcochuelo que había hecho fue un asco, de gusto estaba bien pero abajo se le había quemado y parece que comí carbón de lo tan duro que estaba, igual no le dije nada, se veía tan entusiasmado con su bizcochuelo chanco que fue mejor guardarme la opinión en el culo y comerlo igual.

Al menos la chocolatada y la película estaba rica, eso si me gusto, pero si algún día llega a ir a mi casa no voy a dejar que nunca cocine, es un recordatorio por las dudas.

Afuera se había largado a llover, una tormenta se escuchaba en el techo de la casa y las gotitas de agua salpicaban para todos lados cuando nos fijamos en por la ventana, hacía frío y este chabon vivía en una heladera, me estaba cagando de frío. Levanté la vista cuando escuché que Valentín se aclaraba la garganta y sonreí al verlo con una manta en sus manos.

— ¿Tenés frío?—Preguntó sentándose en el sillón, asentí rápido con la cabeza y subí mis pies cuando me dio la manta violeta para taparme, la otra parte se la quedó él.

Nos acomodamos un poquito más cerca hasta que nuestros brazos chocaron y me puse un poco nerviosa cuando noté su mirada en mi, aclaré mi garganta y me hice la boluda empezando a acomodarme mejor en el sillón.

Se dio cuenta y dejó de mirarme, pero es que ¿quién no se pondría nervioso con esos faros azules intimidantes?, al menos a mi me intimidaba.

— Yo digo que no vuelvas.—Habló después de un rato, en el que solo se escuchaba el ruido de la televisión y el sonido de la lluvia, frunci el ceño y lo miré, pero él seguía teniendo su vista en la pantalla.

De costado parecía verse mas hermoso, ese pircieng era tan lindo.

— ¿A dónde?—Pregunté mirándolo todavía hizo una mueca y bajo sus ojos al control de la tele, empezando a jugar con los botones.

Bue chabon ¿Tan lindo tenés que ser?

— A tu tu casa, esta lloviendo y hace frio, podes enfermarte, no se... osea yo digo, bah como quieras ¿No?—Empezó a titubear mientras hablaba, sabía que sentía mi mirada en él, y no entendía porque yo lo ponía nervioso.

¿Mi cara asusta? Se que parezco una drogadicta en rehabilitación, y eso es lo que soy pero tampoco es que le voy a sacar un pedazo.

O si... pero de labios, si no deja de ser tan perfecto le como la boca y toda la cara junta, me chupa un huevo.

— No sé, hasta que pare un poco de llover.—Dijo por último al no escuchar respuesta de mi parte, sonreí y me moví en el sillón, con total confianza apoyé mi cabeza en su hombro y asentí con la cabeza.

No podía desconfiar de un chico que tiene una cara de buenito, y mucho menos después de haberme hecho pasar una tarde re linda, hablamos mucho y sacando que su bizcochuelo estaba re cochino, todo había estado mas que perfecto.

— Si no me matas, esta todo bien.—Hablé mirando otra vez la pantalla, no sé si fue un chiste o no lo que dije pero me salió de la nada, así como si fuese lo más normal del mundo, soy una rara del culo.

Chino ; WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora