Chino ; Wos

Diecinueve.

~.Diecinueve.~

— ¿Q-qué?—Volví a preguntar, sin saber que hacer o como actuar después de lo que me dijo, en mi cabeza solo retumbaba su fue por vos y no sabía cómo mierda controlar todo esto que sentía en mi cuerpo, se sentía como una sensación golpeando en mi pecho, como calor y mi corazón uniéndose.

Sus ojos me miraron fijo por un rato, sentí sus manos pasar por mi pelo hasta llegar a mis mejillas, las apretó un poco y quedó ahí.

Quieto, sin hablar.

— ¿Qué?—Volví a preguntar, pero esta vez sin hacer temblar mi voz, tragué saliva cuando sus ojos fueron al techo, su cuello quedó a mi vista, y reprimí todo lo que se cruzaba por mi mente ahora.

— Nada loca.—Rió después de unos segundos, me volvió a mirar y con mucho cuidado me sacó de arriba de él.

Mi corazón volvió a su normalidad, y no sabía si había sido mi mente que me jugó una mala pasada o si de verdad había dicho eso.

— Me voy a bañar, ¿Te jode?—Preguntó parándose del piso y sacudiendo su ropa.

Actúa normal, como si no escuchaste eso.

— Me pone re orgullosa que te bañes, anda.—Murmure por lo bajo, con un gusto amargo en la boca, me senté otra vez en el sillón y volví para atrás la serie que estaba viendo.

— Tonta.—Largó una risa y caminó a su mochila para agarrarla, se la colgó en el hombro y antes de irse al baño para fingir que se bañaba, bajó a mi altura y dejó un beso en mi frente, mirándome a los ojos un ratito.—Ahora lo tenés que admitir vos.

Frunci el ceño confundida por lo que dijo.

— ¿Qué cosa?—Murmure sin entender, me dio una última mirada intentando decirme algo, y no sé porqué, pero no logré saber de que hablaba, aunque su mirada tenía un brillo especial, algo que nunca vi.

— No sé, pensalo.

Se separó de mi y empezó a caminar hasta el baño, largue un suspiro tembloroso y lleno de frustración por no saber de lo que Valentín hablaba algunas veces, me enojaba, pero no con el, sino conmigo por no cazar ninguna y ser tan corta de mente. Me paré del sillón caminando entre insultos bajos hasta el balcón, recostándome en la barandilla.

Respire fuerte llenando mis pulmones y tiré el aire, ¿Por qué tenía que enamorarme justo ahora? ¿En esta etapa de mi vida? Que todo parecía andar como el culo y cayendo en picada, odiaba sentir, me sentía frágil cuando estaba con Valentín.

Y yo odio lo frágil.

(...)

— Que nombre ridículo que es Cacha.

— No se llama así igual, pero posta. Es un idiota.—Escuché la voz de Valentín con algo de bronca, empezamos mirando una de sus batallas, pero eso fue hace tres horas, ahora estabamos mirando la fms mientras Valen me explicaba algunas cosas.

Estaba sentado entre mis piernas, apoyado en mi pecho mientras yo le hacía peinados en el pelo, le ataba en mechones cortos y quedaban todos parados, a él parecía no molestarle, se estaba comiendo toda la uña y mordiqueando el dedo.