Chino ; Wos

Diecisiete.

~.Diecisiete.~

— No quiero bañarmeeeee.—Se quejó Valentín en un gritó mientras seguía fumando, giré los ojos y lo tiré sobre el sillón, hasta borracho era un sucio de mierda, si sobrio no se bañaba, borracho menos, unas ganas de regalarle un jabón al sucio este.

— Valentín la concha de tu madre, te vomitaste todo, anda a bañarte.—Me queje tirándolo de las piernas, sacándolo a las rastras del sillón.—¡NO TE DUERMAS!—Grité cuando vi que había cerrado los ojos con el porro en la boca.

Se lo quité y me lo llevé yo a la boca, menos mal que le había podido lavar los dientes en la casa de Tobo, porque después de salir del boliche, fuimos a lo de Tobo y seguimos tomando. El denso de Valentín no dejó de jorderme en ningún momento, hasta que quebró en su propia ropa y ni al baño lo pudimos llevar, igual le lave los dientes.

Lo dejé sin pasta de dientes a Tobo, pero logré lavarle algo.

— Dame mi... PORRO.—Gritó la última palabra abriendo los ojos, lo miré mal y seguí fumando mientras lo arrastraba por todo el piso de su casa.

Lo agarré de las piernas y lo fui arrastrando hasta el baño, él estaba tirado de espaldas con los ojos cerrados, seguro estaba durmiendo. Pero cuando quise entrarlo al baño se agarró de la pared y empezó a hacer berrinche.

— La concha de tu hermana Valentín.—Me quejé pasando mis manos por mi cara frustrada.

— No quiero bañarmeeeee.—Repitió abrazando la pared, hizo puchero y abrió los ojos para mirarme, le encaje una patada en la pierna y él se quejó.—Juno, veni.—Pidió en voz baja.

Me acerqué un poquito a su lado y me agache, subí las cejas para que hable y él sonrió.

— Mas cerca Junito.—Dijo con dificultad, giré los ojos y lo miré.

— ¿Qué?—Me agaché un poquito más.—¿Qué? Uh ¡No te duermas!—Grité cuando había empezado a roncar, lo sacudí un poco y suspiré cuando volvió a abrir los ojos.

— Mas cerquita amor.—Pidió sonriendo, y Dios, sé que esta borracho, pero me derretí, mordí mi labio y me arrodillé al lado de su cabeza hasta quedar cerca de su cara, no tan cerca. 

— ¿Me vas a decir ahora?

— ¿Nos bañamos juntitos?—Preguntó sonriendo, tomó mis mejillas y acercó su cara a la mía hasta dejar un beso en mi mejilla.—Dame un beso.—Pidió quejoso, llenándome la cara de besos cortos.

Mordí mi labio inferior y saqué el porro poniéndolo entre mis dedos, apoyé mis manos en el piso y decidida me acerqué a su cara para darle un beso y que se deje de joder.

— Guarda...—Murmuró ladeando su cabeza y atrapando mis labios con sus dientes, mi corazón saltó de repente, empezando a latir rápido, me mordió fuerte y después se alejó mirándome serio.

Me quedé helada, me latía todo, el pulso estaba que se me explotaba y cuando miré a los ojos a Valentín, se acercó tomando mis mejillas mientras se sentaba en el piso, y me besó, lento y despacio, no reaccioné, tenía el corazón explotando en mi pecho y a punto de salir, mi panza daba cosquillas y sus labios no dejaban de moverse.

Sus labios húmedos y suaves.

Hasta que se separó, abrí los ojos con las mejillas rojas mirándolo asustada, nunca reaccioné con el beso. Sus ojos azules brillaron y de un momento al otro se paró del piso tambaleándose, entonces me di cuenta.