Dia 5: Vonyeurismo

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TaoRis

Yifan era una persona social, podía resultar alguien algo serio a simple vista pero al conocerlo llegaba a socializar con casi cualquier persona, era amable, carismático, maduro y con un buen corazón, cualquier chica o chico gustaría ser amigo de ...

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Yifan era una persona social, podía resultar alguien algo serio a simple vista pero al conocerlo llegaba a socializar con casi cualquier persona, era amable, carismático, maduro y con un buen corazón, cualquier chica o chico gustaría ser amigo de Yifan, o incluso pareja de este. 

Claro, como dije, era casi cualquier persona con la que podía llevarse bien.

Yifan pensaba que su primo de China, Huang Zitao, era alguien insoportable para él; demasiado cariñoso, demasiado emocional, demasiado MOLESTO. 

Había tenido que trasladarse de Canadá a China, llegando a casa de sus tíos donde se quedaría por un tiempo mientras llevaba sus estudios universitarios en China. Llevaba ya varios meses allí con sus queridos tíos y su insoportable primo, le tenía harto tanta inocencia para un chico de veintiún años, nadie podía ser tan inocente a esa edad, le resultaba totalmente molesto que fuera de esa manera, lo admitía, aveces quería corromperlo por completo, hacerle ver todo lo malo y perverso del mundo; aquella idea era imposible, Zitao probablemente se pondría a llorar si lo tocaba y no soportaría eso por muy lindo que su primo fuera. 

Como aquella noche al menos, sus tíos estaban de viaje por lo que llevaban algunos días solos en la casa y aún faltaban unos cuantos, había salido a una fiesta que Luhan le dijo he invito a Zitao por cortesía, este solo pareció nervioso a la idea y declinó con una sonrisa nerviosa. Lo dejó en casa, era su problema. 

Suspiro pesadamente al entrar a la silenciosa casa, no había encontrado a nadie quien poderse follar esa noche y Luhan le había abandonado por irse con un coreano que se encontró en la fiesta, así que le tocó venirse tan solo como se fue, ni siquiera se molesto en anunciar su llegada, eran las doce de la noche después de todo. Camino sin muchas ganas a la cocina, bebió un poco de agua y así camino a su habitación, quitándose su camiseta en el proceso para sólo tirarse en su cama a dormir. 

Bueno, lo hubiera hecho si no fuera porque escucho unos jadeos y gemidos bastante curiosos a sus oídos. Se acercó con pasos más sigilosos a su habitación, mirando por el pequeño espacio de abertura que había entre la puerta y el marco; si sus ojos no se salieron de sus cuencas es porque era imposible, porque la imagen frente a él lo dejó completamente impresionado.

Zitao estaba en su cama, con su nariz y boca hundidas en una de sus camisas, ¿no era la que había usado ayer? Su trasero estaba alzado y solo podía ver como la mano del más pequeño movía un dildo algo largo en su trasero, lo sacaba casi por completo y lo volvía a meter hasta donde podía. Bien, la imagen más erotica que había visto en su vida y que le dio un tirón a su pene, encendiéndolo de inmediato. 

—Ngh~...—Zitao se sentó esta vez, apoyando el dildo en su cama para sostener la camiseta contra su rostro y empezar a dar saltos sobre el pene de plástico, masturbandose con su mano libre a la par de estos. 

Yifan no lo pensó mucho antes de sacar su pene de su pantalón, ya estaba muy despierto ante la sexy imagen de su primo, Dios, ¿no que ese chico era inocente? No lo pensó mucho cuando empezó a masturbarse, acariciando con su pulgar el glande para empezar a llevarlo por todo el falo. 

—Hm... Yifan...—dejó que un jadeo se mezclara con uno de los gemidos de Zitao, arrodillándose en el suelo y bajar su cabeza por un momento. No sabía porque diablos solo ver a Zitao masturbarse con eso se sentía tan bien, era simplemente un enorme placer visual...—Ahh~...—miró de nuevo a su habitación, notando que Zitao se inclinó un poco para apoyar sus manos en la cama sin dejar de mover sus caderas.—Yifan... Más... Uhm... Ah~ .—¿que mejor cosa que escuchar al chico que tanto te quieres follar masturbarse y decir tu nombre mientras lo hace? Probablemente sea follarselo y que grite tu nombre mientras invades hasta lo más profundo de él. 

Un gemido se mezcló con los de Zitao ante esa idea, sonaba tan bien, quería sin duda llevar acabo aquella idea. Miró a los ojos del chico, deteniendo sus movimientos al notar que aquellos ojos le miraban sin haber detenido sus acciones en lo absoluto, seguía rebotando sobre el pene de plástico, masturbandose y cubriendo la mitad de su rostro con su camiseta. ¿Lo estaba mirando? ¿Lo había visto? Zitao sonrió apenas para cerrar sus ojos y seguir; si, sin duda lo había visto, pero no le importo, siguió con los movimientos de sus manos rápidos al mismo ritmo que Zitao se autopenetraba. 

—Ven aquí...—escuchó la voz del menor, parecía estar lloriqueando.—Yifan... 

—Eres un sucio.—Yifan se levantó y abrió la puerta para cerrarla con fuerza, se acercó hasta arrodillarse a un lado de la cama.—Anda, termina lo que empezaste.—Zitao relamió sus labios, aún saltando y masturbandose al igual que Yifan, mirándose a los ojos; solo la mirada ajena podía hacerlos venirse.—Eres una sucia zorra... 

—¿Po-Por que?...—jadeo al hablar. 

—No eres tan inocente como parecías; estás en mi propia habitación penetrandote con una polla de plástico, ¿no sería mejor tener la mía dentro?.—se echó atrás hasta caer sentado, dándole una buena vista al más delgado de su pene; Zitao sentía su boca hacérsele agua.—Apuesto a que ni siquiera eres virgen. 

—Hm~ Debería... Darte una estrellita... Sherlock...—no podía evitar jadear y gemir al hablar, así como Yifan gruñía he igual jadeaba. 

—¿Cuantos has dejado follarte pequeña zorra?. 

—¿Importa?... Lo hago... Ngh~... Desde los dieciséis... ¡Ah! Me voy a venir~.—Yifan sonrió de lado para echar su cabeza hacia atrás cuando sintió que se venía. Ambos gimieron con fuerza, manchando sus manos de esperma y sintiendo el orgasmo recorrerles todo el cuerpo. 

—Eres una zorra...—aseguró Yifan, riendo con su cabeza hacia atrás. 

—Hm... Pero si ahora mismo metieras tu enorme polla en mi, podría ser solamente tu zorra.—Yifan le miró, notando como Zitao relamió sus labios mirando su pene antes de mirarle a los ojos.—Ya que estamos... 

—Oh bebé...—Zitao sonrió, sacando el dildo de su interior con un gemido para levantarse.—No serás mi zorra, serás mi bebé, ¿entendiste?. 

—Si papi...—se arrodilló entre las piernas de Yifan, acercándose a su rostro, el mayor sonrió para acariciar su mejilla y su labio inferior con su pulgar. 

—Entonces... Tendremos una larga noche bebé... Y unos largos días hasta que tus padres regresen... ¿Entiendes?. 

—Si papi~...

30 Days of SmutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora