-Kiss me- ((Peru x Potencias))

-Capitulo 11-

El menor paro en seco en medio de su persecución propia para mirar a su atrás, y como esperaba, el mayor no había ni tomado interés en seguirlo; en parte lo agradecía, no le quitaría aquel tan curioso libro, aunque a la vez maldecía su suerte

Joder! Hace unos días estaban bien y por lo menos lo había ayudado a salir de un laberinto de rosas, ahora por que lo aterraban aquellas avellanas que carcomían su piel; había quedado claro para el que no seria fácil hacerse al menos respetado, pero no hacia falta recordar le lo débil que era comparado al alemán que solo le demostraba lo inofensivo que se veía.

Suspiro y miro el libro que aun mantenía en su pecho, aquel diario le había dado algunas respuestas como también inconsistencias.

- Perú!

Dio un salto en si mismo al escuchar el alemán cerca llamando por su nombre, trago saliva y miro a los alrededores por un buen escondite, para su suerte no había ninguno, y para sumarle todo , el alemán cada vez aunque sin darse cuenta estaba detrás de el.

Los nervios no lo dejaban pensar y cuando se volteo vio al alemán embalado corriendo hacia el, asustando aun mas al peruano.

Tomo aire y susurro su grito de guerra.

-gAAA

Dando un grito susurrado interior volvió a correr con el libro en mano, sin notar como hojas caían a su paso de aquel diario viejo que se desmoronaba.

Minutos pasaron para que el menor cayera rendido en el suelo de tanto correr en una pared en la que habría encontrado una puerta que le serviría de escondite; miro por unos segundos atrás de la puerta, notando al alemán como mirada para direcciones, este solo podía cruzar los dedos para que no lo encontrase y le quitara aquel tan preciado objeto.

Mucha fue su suerte para no ser pillado, soltando un suspiro de alivio se sentó en el suelo y quito su gorro para liberar aquel pelo azabache incontrolable que se manejaba en su cabeza - aH hELATIA MODE ON-

- Estábamos tan bien! Ah no! Pero viene a joder con que no puedo tener esta belleza! Que se joda

Levanto el libro con ilusión tratando de recomponer las energías, aunque los colores de su piel blancos se pusieron al notar hojas al punto de caerse de aquel cuaderno.

- Por que todo lo que toco se rompe! 

Se quejo de si mismo dándose un manotazo en su cara y suspirando, si alguien encontraba ese libro y las piezas que faltaban a su disposición, la pasaría bien feo comiendo baguett como despedida. Por que aunque podría haber ido como marsupial en competencia a por las hojas faltan-tes, su GRAN amigo alemán no le dejaría escapar, había tardado como 15 minutos en huir , no estaría dispuesto a correr como perra loca por todo el estrado.

Aumentando el riesgo que el alemán aun seguía buscándolo, pero sabia muy bien que no llegaría a encontrarlo a-

-Te encontré.

cHALES 

- No me hagas daño!

Tiro el cuaderno a la cara de la persona con nada de delicadeza y con su chuyo se cubrió el rostro con temor.

- A...que te refieres?

Dijo sin entender el italiano mientras se sobaba la cara de aquel librazo que se lo cargaron.

-Italia! 

Se quito de su escondite rápidamente y miro al mayor agachado a su altura.

- Pero que haces aquí?

Enarco una ceja, que coincidencia mas suertuda, cuanto apostaría a que si fuera otro a mechas lo hubiera hecho devolver el libro, aunque si lo pensaba mejor, aun había esa posibilidad en que Italia lo haga, pensando en eso el menor solo tomo otra vez el libro y estuvo a punto de guardar...si no fuera por el italiano señalo aquello cuando lo iba esconder.