-Israel reprise-

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Después de salir de aquellas 4 paredes, miro a los costados, perdido, y ahora que? El fin de semana era en dos días, y no sabría como comenzar. Debería ir a hablar con Francia? No, si no le contesto antes no le contestara ahora. Brasil? El tiene como perros guardianes a Israel y el Árabe, Japón? No sabría como se encontraba con la situación, así que descartado. Israel? Ese pejelagarto lo odiaba de ley.

Solo busco con la mirada a alguien, no había pista de ninguna alma o los que buscaba, pero el ambiente estaba enrarecido, comenzó a caminar buscando con su mirada a alguien o algo.

Veía las puertas cerradas de las cúpulas de cada uno de los paises, algunas flores estaban pisadas, el color no llegaba a esas partes del lugar, el peruano se sentía diferente, esto era mucho mas grande de lo que imagino, al menos podía observar un color en cada lugar antes, pero ahora... nada.

Apagado, el sol no llegaba ni a las ventanas, era un lugar sombrío, preocupado buscaba alguien con su mirada. ¿Así es como se sienten? Así es como ellos ahora están?. Estaban dolidos, habían sido solo rumores los que hacían odiar y querer a México ... solo eso, solo rumores.

Una puerta se abrió resonando en el lugar y asustando al peruano de paso, retrocediendo un poco, miro a través de esta, oscuridad, alzo su mirada para ver a quien le pertenecía esta casa, era la de arabia, con curiosidad y desconfianza tomo aire para a pequeños pasos acercarse.

Toco la puerta pero no hubo respuesta, aquel lugar parecía vacío, retrocedió un poco, pero un grito lo hizo parar.

- ¡Estas arruinando todo! El solo quiere lo mejor para nosotros! El te dio un hogar y un hijo, y tu le agradeces queriendo irte? 

Reconoció esa voz al instante, Israel, parecía gritarle alguien, miro a su atrás, tenia miedo, el cuarto estaba oscuro pero, lo único que pudo haber escuchado estaba claro, estaba reclamándole a alguien, alguien que tenia un hogar, una familia, una vida... y unas ansias de irse.

Volteo para caminar con cuidado hacia donde había escuchado la voz, comenzó a esta vez con mas rapidez a caminar, entrar y salir, ese era su plan, claro, hasta que un sonido de puerta cerrándose lo hizo parar en seco y ver a su atrás.

Abrió sus ojos como dos platos recién lavados, lo habían encerrado, corrió para la puerta e intento empujarla y o jalar de ella, pero nada, estaba cerrado en ese cuarto.

Y como si fuera poco... escucho como el inconfundible rugido de una bestia se asomaba, volteo un poco solo para darse cuenta que aquella bestia era ni mas ni menos que el tigre de aquel lugar.

Se quedo paralizado, juraba que en su vida no había tenido la sensación de aceptar que seria la comida para ese día de aquel felino que duplicaba su tamaño.

Retrocedió buscando alejarse lo mas posible de esa bestia que lo miraba con atención, pero solo sintió su espalda chocar con la puerta de metal, una simple pero aterradora manera de reconocer que hasta ahí había llegado.

Quieto solo se quedo viendo a la bestia, esperando alguna reacción de esta, no espero que aquel tigre avanzara con cautela y atento a los movimientos del peruano, el menor solo pudo cerrar los ojos para aguantar el aire.

Miedo, miedo es el que te hace huir de donde no hubieras encontrado mas alternativa... lo que sintió todo el tiempo hacia sus compañeros cuando aquello era todo desconocido. Ahora, ahora que había llegado su hora, lo recibiría con todo gusto, sin luchar, ya estaba encerrado y no había luz alguna que lo salvase.

El aliento de la fiera fue hacia su cuello, el menor solo cerro los ojos quieto, con miedo pero con valentía se quedo ahí, esperando que el tigre de su veredicto entre su final y su camino.

-Kiss me- ((Peru x Potencias))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora