Sus músculos comenzaban a arder, estaba perdido deambulando por uno de los tantos pasillos inhóspitos del castillo, con una pila sobrenatural de libros sobre sus brazos, la razón era que no quería estudiar en la biblioteca así que se llevaba todo lo que podía al cuarto.
Un fuerte impacto lo hizo trastabillar y caer de trasero al duro suelo, los libros volaron por el aire, amenazando con caerle en la cabeza.
—¿Te puedes fijar por donde mierda caminas? —dijo Sasuke y bajo la vista del techo, se dispuso a ver a el causante de su desgracia, tirado en el suelo en su misma posición se hallaba a Naruto, con un claro signo de confusión dibujado en su rostro.
—Tú chocaste conmigo, idiota. Los libros no te tiene que tapar la vista. —se impulso sobre sus brazos, una vez de pie sacudió sus pantalones.
—No me digas que hacer.— el pelinegro se había quedado aturdido por algunos segundos, era la primera vez que tenía una conversación directa con él. Se lamentaba el haberla iniciado así.
Naruto lo miro sobre su hombro una última vez, chasqueo su lengua para luego seguir su camino murmurando un "estúpido".
—Hasta que al fin llegas ¿tanto es el camino de aquí a la sala común? —Shikamaru lo recibió en la puerta de la habitación con el ceño fruncido y las manos en la cadera, aquella pose le hizo recordar a su mamá.La sala común era donde todos los caseríos podían compartir espacio, era como un área recreativa, con varios sofás y un par de bibliotecas con libros que no se molestaba en revisar. Naruto quería ir allí para ver como era la gente fuera de su "casa"
—No, solo choque con el idiota ese de cabello negro. —pasó por un costado y asintió a modo de saludo hacía Lee, que estaba haciendo abdominales en el suelo. —No recuerdo su nombre pero es, no lo sé, raro y callado. Esta en la habitación de al lado.
—Sasuke.
—¡Sí! Ese. ¿Qué le sucede?
—Por lo qué oí tuvo algunos problemas el año pasado, con su hermano, Itachi, el ahora está en quinto.
ESTÁS LEYENDO
La Noche Infinita
FanfictionNaruto es un joven hiperactivo, que por cuestiones "sin sentido" se ve obligado a pasar sus años de preparatoria en un internado, un internado a las afueras de la ciudad, encerrado con miles de adolecentes hormonales. Aquello era la perdición para n...