Capítulo Dieciséis

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N/A: Esta es la charla de Naruto e Itachi.

N/A: Esta es la charla de Naruto e Itachi

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—Y dime por qué. —lo observo con una ceja alzada y media sonrisa, vaya chiquillo más entrometido, aún así le causaba cierta gracia y ternura, la forma en la que se imponía a pesar de su aspecto físico, queriendo lucir grande e impotente.

Lindo.

—¿Por qué tendría que contártelo?—pregunto recargando los codos en la dura mesa de madera, la biblioteca se había convertido en la confidente de todos los secretos de la escuela, era como un santuario, allí todo el mundo se sentía seguro de compartir lo que sea, es que era tan grade que parecía haber un espacio seguro para cada estudiante. Itachi entrelazo sus manos a la altura de su barbilla esperando pacientemente la respuesta del rubio en frente suyo.

—¿Cómo fue? — le sorprendía de muchas maneras lo parecido que era a Sasuke, la forma de hablar que tenía su cuerpo, el rostro maduro y varonil.

—Eres muy chismoso para mi gusto. — el tono de su voz había cambiado, ya no estaba jugando. —¿Por qué quieres saber?

—Porque Sasuke es mi amigo.—de pronto a Naruto se le vino a la mente la imagen de aquel chico gruñón pero adorable, quien hacía pucheros sin darse cuenta e inflaba sus mofletes cuando algo no le gustaba, o la forma tan chistosa que tenía de arrugar la nariz cuando pensaba demasiado. No le gustaba verlo triste, cada vez que estaba decaído tenía relación con aquel trofeo en la vitrina, con aquel nombre que llevaba su mismo apellido.

—Entonces pregúntaselo a él.

—Él no sabe que yo se. No me lo contaría, por favor, Itachi. Quiero ayudarlo.

Ambos hombres se quedaron en silencio, observándose el uno al otro, Itachi examinaba la cara suplicante del niño frente a él, la forma despeinada de su cabello y los ojos soñadores le recordaban a su hermana.

Suspiro pesadamente y se re acomodo en la silla—¿Qué quieres saber exactamente?—Naruto no pudo ocultar la sonrisa que surco su dulce rostro, ahora se sentía un poco más cerca de Sasuke.

—¿Qué paso con tu hermana? —una tristeza muda tiño el rostro de Itachi, borrando toda expresión bromista, Naruto por un instante se arrepintió de haber sido tan directo.

—Ella… —río sin gracia. —Ella murió. —el rubio lo miró contrariado. —No, no es lo que dicen los medios, no escapo.

—Entonces… ¿Estaba enferma?

—No, ella… Fue mi culpa, no le preste la suficiente atención. —con ambas manos escondió su rostro— Se suicidó. Y yo no pude hacer nada para evitarlo.

Ahora todo encajaba, el porque ella no estaba y porque Sasuke parecía preso de una melancolía pura al ver su nombre tatuado en aquel trofeo escondido. Sólo tenía quince años, era inimaginable el dolor que la había empujado a hacer aquello.

—Itachi-kun. —Naruto con delicadeza destapó el rostro del joven, y tomó ambas manos entre las suyas, la expresión rota en su rostro le partió el alma, eran pocas las veces que había visto a una persona sufrir tanto. —Ella encontró su forma de liberarse, no querría que te mortifiques por algo que vio como una salida. Debes alégrate porque ahora seguro está bien, donde sea que esté. Tú tenias tus cosas. No fue tu culpa. —busco su mirada con los ojos.— No lo fue.

—¿Cómo esta Sasuke? —la voz parecía escapar desgarradoramente de su garganta maltratada.—Él me odia, el día del incendio yo había insistido en que saliéramos juntos, él no quería, pero yo insistí. Cuando volvíamos ya era demasiado tarde. Me culpó por ello y lo entiendo, después con la muerte de Mikafu todo empeoró, la culpa de su partida recayó en mi. Él me odia y lo merezco.

—Sasuke está muy dañado y buscó descargar sus penas en alguien, no, no lo superó. Pero en el fondo sabe que tu no tienes nada que ver. —Itachi lo miro a los ojos, aquel brillo que creía perdido en las personas vivía en él. La forma en como sonreía sin importarle nada y como buscaba consolarlo aunque no lo conociera.

—Tu me recuerdas a ella. —rió ante su asombro. —Siempre estaba muy energética, eufórica, Sasuke decía que se metía cosas y por eso reía todo el tiempo. Ella creía que no había gente mala, solo personas muy dañadas y que con ayuda todo se podía solucionar, solo hacía falta gente que quisiera escuchar.—volvió la vista a él. —Tú le hubieses agradado, al fin y al cabo eres una de esas personas. —afianzó el agarre en sus manos, —Naruto, por favor, cuida a Sasuke y hazle saber que pese a todo yo lo sigo queriendo.

 —afianzó el agarre en sus manos, —Naruto, por favor, cuida a Sasuke y hazle saber que pese a todo yo lo sigo queriendo

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Bro, me dueles Itachi, dueles cabron.

Pd: AMO EL MODO NOCTURNO

Gracias por leer ❤️

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