Capítulo Cuatro.

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—Señor Uzumaki ¿se anotará o no? —Naruto miró de nuevo la lista de integrantes ¿debería…? ¿Lo hacía porque él quería? ¿O era el mandato invisible de su padre?

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—Señor Uzumaki ¿se anotará o no? —Naruto miró de nuevo la lista de integrantes ¿debería…? ¿Lo hacía porque él quería? ¿O era el mandato invisible de su padre?

Suspiró y pasó el bolígrafo de una mano a otra, miró de nuevo al profesor pidiéndole disculpas por el retraso.

Quizás era bueno intentar, y si no le gustaba lo dejaba, sin importar lo que hubiese dicho su padre.

—Al fin... —el profesor Iruka suspiró, revolvió el cabello del adolescente y volvió a su oficina nuevamente. Tenía que organizar los equipos.

—Hay alguien que te espera en la sala común, Naruto. — le llegó la información de su amiga Tenten, quien se recargaba en sus rodillas, agitada. —Es un chico un tanto extraño.

Naruto con las escondidas esperanzas de que fuese Sasuke enganchó a la chica del brazo dirigiéndose a la sala común. Al llegar examinó el lugar, pero no lograba nada con ello, ya que no sabía quién lo llamaba.

—Es él. —Tenten señaló a un joven recostado en el brazo de uno de los sillones. Tenía el cabello largo amarrado en una coleta baja, un par de mechones largos y castaños caían a los costados de su rostro. Se paró a sus espaldas y le piqueteo el hombro. El joven de ojos perlas se giró y lo examinó de arriba hacia abajo antes de decir algo.

—¿Naruto? —inquirió finalmente.

—Él mismo. Dijeron que me buscabas.

—Genial, yo soy Neji, sígueme. —sin esperar respuesta lo tomó de la mano arrastrándolo a la biblioteca. Naruto pensó que era una acción demasiado confianzuda de su parte pero no le importó, a menudo él era de actuar así. Se encogió de hombros y sonrió.

Una vez en una de las tantas mesas silenciosas, detrás de un estante enorme de libros, fuera de la vista de la bibliotecaria, Neji lo soltó y le indico con la mirada que se sentase.

—Necesito un favor… —comenzó—Verás… Uf que difícil—pasó las manos por su rostro en un signo claro de nerviosismo —. Tengo una… Prima y podría decirse que esta muy… Muy ¿emocionada? Por conocerte, sí, emocionada. Y me preguntaba si tu podrías acercarte y hablarle o no lo sé, intentar ser su amigo.

—¿Y por qué no se acerca ella? A solo hablar. —Preguntó, decir que la actitud de ese chico era rara quedaba corto.

—Es un poco tímida y desde que te vio… Digamos que ha estado interesada, por así decirlo.

—Bueno, supongo que sí. —se encogió de hombros ¿Qué tan malo podía ser? Después de todo no conocía a mucha gente después de sus compañeros de habitación y Tenten.

—Se llama Hinata, pelo largo y oscuro, los mismos ojos, sabrás quien es… Créeme.

Naruto tras una despedida formal salió de aquella habitación más confundido de lo que entró, no recordaba a nadie de nombre Hinata. Quizás era de otro caserío.

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