Maldito idiota con mandíbula más marcada y centímetros más alto que él.
Se creía que con solo sonreír tendría a todo el puto mundo a sus pies.
Puede que a Tenten sí, la chica cada vez que miraba más de dos segundos seguidos al Uchiha mayor le comenzaba a sangrar la nariz y sus mejillas se encendían.
Con ella sí podían funcionar sus trucos engatusadores, pero con Naruto no.
Con su amigo no
Sasuke consideraba a Naruto un chico, —que si bien era medio rebelde y torpe— muy inteligente y perspicaz.
O al menos eso deseaba.
No quería presenciar una relación entre esos dos, sería…
Raro.
Sí, esa era la palabra perfecta, no había dudas de que el revoltijo en su estómago al verlos juntos era producto de la incomodidad, porque Itachi era mayor que Naruto y eso no estaba bien.
Sí, por eso no le gustaba verlos juntos, esa relación no era correcta.
Debía alejarlos, pero solo porque no estaba bien.
Solo por eso.
O al menos aquello daba vueltas en la cabeza de Sasuke cuando el auto de la señora Uzumaki se aparcó en el garaje de una casa de estructura americana, de dos pisos amplia y blanca como la nieve que caía en su techo de dos aguas.
A ella no le fue difícil estacionar porque el suelo había sido—al parecer—previamente apaleado, casi sonrió al imaginarse a la fina mujer con una enorme pala en mano removiendo kilos y kilos de nieve hacia un costado.
Cuando el auto se detuvo con ese leve temblor tan usual al frenar Naruto levantó su cabeza del hombro de Sasuke, donde había dormido las últimas dos horas.
El rubio estiró sus brazos y soltó un largo suspiro, ya sus rizos atolondrados y rebeldes estaban libres de aquella tela lanosa, la cual había quedado perdida en algún rincón del auto, entre piernas y valijas. Todo alrededor, las voces y los ruidos de su madre al quitar los cambios se sentían como un eco inentendible en sus odios, solo podía sentir la calidez de un brazo rodeando su cintura y el tacto de la ropa rozando su mejilla.
Cuando levantó apenas los ojos se topó con el áureo perfil de Sasuke, tenía el cabello levemente desordenado y las mejillas tintadas de aquel rosa bebe, tan tierno y ardiente al mismo tiempo.
A ese hombre no le faltaba nada, por Dios. Vendita la madera donde sus padres habían hecho el frutifantástico.
Terminó de alejarse por completo y su espalda impacto con el pecho del otro Uchiha, quien aún se encontraba cohibido por las palabras de Sasuke. Naruto casi volvió a reír como hiena enferma al rememorar lo sucedido. Pero se apiadó del probé chico avergonzado y le sonrió, queriéndole transmitir calma.
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La Noche Infinita
FanficNaruto es un joven hiperactivo, que por cuestiones "sin sentido" se ve obligado a pasar sus años de preparatoria en un internado, un internado a las afueras de la ciudad, encerrado con miles de adolecentes hormonales. Aquello era la perdición para n...