¿Es raro pensar en querer incendiar cosas?
¿No es genial ver como la materia se consume bajo el fuego?
¿Cómo el simple calor puede convertir cosas en simples cenizas?
¿Qué tan abrumador debía ser eso?
Sentir que te derrites hasta terminar en simple polvo.
Lo cierto es que no debería estar pensando en esas cosas a las tres de las madrugada de un miércoles, cuando en solo algunas horas tendría clases. Pero era irremediable, no quería dormir, se sentía bien dentro de su mente teniendo pensamientos un tanto psicópatas, pero así él se aceptaba.
Mientras no llevase a cabo sus planes pirómanos.
Suspiró una vez más, no podía dejar de pensar en esos capítulos que le quedaban para terminar "Kacchan On ice" ¿abría ganado la medalla de oro, y ese salto cuádruple al final le salió bien?
Malditos dos últimos capítulos, y maldita escuela prehistórica sin acceso a Internet.
Como deseaba estar bajo las mantas de su cama leyendo mangas yaois para después intentar hacer bocetos de sus shipps más deseados.
Cuando volviera se armaría una valija aparte con solo cómics BL, y un pendrive lleno de intros de anime.
Y esta vez intentaría no llorar con 'Fuyu No Hanashi' , pero era tan malditamente difícil, casi imposible, ya de solo recordar su letra sentía los ojos acuosos y un pequeño nudo formándose en su garganta.
Giró la cabeza hacia su costado derecho, donde los azabaches cabellos de Shikamaru se expandían en dibujos deformes sobre la almohada, ese desgraciado si que disfrutaba dormir, quien lo viera así: abrazado a una almohada y con un puchero de los más adorable, pensaría que no era capaz de matar a una mosca.
Miró hacia la izquierda está vez, donde no entendía como Lee seguía sobre su cama, no estaba tapado con nada, a pesar de que la noche estaba fresca, y aseguraba que en su boca abierta entraba su puño entero, y aún así el chico no despertaría. El charco de baba en su almohada se hacía cada vez más grande, con razón todos los días al despertar llevaba el pelo medio mojado. Ahora no volvería a revolver aquellos cabellos cochinos.
Y aunque su pieza no era pequeña, o sucia, o molesta, se sentía encerrado, como si no hubiera verdadero aire para respirar, como cuando corres mucho con un barbijo puesto. Una sensación asfixiante de lo más horrible porque por más aire que entre a tu cuerpo en grandes cantidades sientes que nada es suficiente.
En aquellos casos sabía que lo mejor era apretar los ojos fuertemente y contar hasta diez, regular su respiración y sólo esperar a que pasase, como todas las veces anteriores en las que su cuerpo lo atacaba de imprevisto y sentía ese miedo profundo a morir.
Dos golpes en la puerta lo distrajeron de su labor.
¿Dos golpes?
¿Un directivo a aquellas horas deambulando por los dormitorios?
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La Noche Infinita
FanfictionNaruto es un joven hiperactivo, que por cuestiones "sin sentido" se ve obligado a pasar sus años de preparatoria en un internado, un internado a las afueras de la ciudad, encerrado con miles de adolecentes hormonales. Aquello era la perdición para n...