Capítulo Treinta Y Tres.

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Itachi suspiró, sus manos descansaban sobre la fría cerámica de la cocina, en su mente había una cadena de imágenes futuristas, todo lo que pasaría en los próximos días y temía que su frágil relación con Sasuke volviera a lo que era

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Itachi suspiró, sus manos descansaban sobre la fría cerámica de la cocina, en su mente había una cadena de imágenes futuristas, todo lo que pasaría en los próximos días y temía que su frágil relación con Sasuke volviera a lo que era.

Es que pensándolo con madurez, era lo mejor. Era lo correcto. A Itachi solo le faltaban algunos meses para graduarse y Sasuke podría terminar sus estudios especializados en alguna institución extranjera. Con el tiempo todo se acomodaría.

-Esto parece hecho a máquina-. dijo Deidara, entre sus dedos se hallaban las galletas de jengibre, de exactamente tres centímetros de grosor.

Itachi sonrió con melancolía.

Itachi sonrió con melancolía

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-Tramposo de mierda-. Sasuke arrojó el mando por algún lugar de la alfombra y cruzó ambos brazos

-Mal perdedor.

-Tramposo.

-Principiante.

-Cállate, vete a la mierda-. refunfuñó Sasuke. Naruto se carcajeo en su lugar.

El ambiente era hogareño y reconfortante en la sala de estar, iluminados por las llamas de la chimenea y la pantalla con el videojuego en pausa.

Estaban la mayoría, algunos envolvían regalos, otros como el Vicente virtual solo existan y los mayores terminaban los preparativos para la cena.

Los regalos iban a parar debajo del árbol de navidad, había una pila considerable allí. Los presentes más grandes eran de parte de Kushina y los más humildes (obtenidos con salarios adolescentes) eran de los jóvenes, Naruto esperaba secretamente que a Sasuke le gustará el suyo.

Era una de sus festividades favoritas, puede sonar un poco materialista pero su parte preferida era la entrega de regalos, no solo por obtener algo material nuevo, sino por la implicancia emocional que conllevaba cada obsequio, o al menos Naruto era muy cuidadoso en eso, procuraba que cada cosa tuviera un significado. Una razón de ser.

-Aw..., ¿Sasuke-kun está haciendo un berrinche?-el rubio se arrastró por la alfombra hasta llegar a su lado y picar la mejilla de Sasuke, recibió un manotazo en respuesta, obviamente. Volvió a cruzar los brazos.

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