Ella es la indicada (Fairy Tail)

Capítulo 19: Tiempos difíciles.

Paso una semana desde los acontecimientos que alborotaron todo Fairy Tail.

Gray había sido llevado por el consejo, normalmente se iniciaría un juicio dónde podría alegar su defensa, pero dado que confesó frente a todo su gremio y se encontraron las evidencias necesarias, fue puesto en custodia en la cárcel para magos de Magnolia.

Con respecto a Lucy, ya estaba en su hogar, pero no salía de casa por ningún motivo.

Habían hecho un plan de cuidados para ella, Natsu iba casi todos los días a visitarla para intentar subir su ánimo, lo que era realmente difícil.

Erza le compraba alimentos y cosas del hogar, con frecuencia llevaba pastel de frutilla.

Levy iba a cocinarle varias noches a la semana, junto a Gajeel, que tocaba nuevas canciones para ella.

Mirajane, Elfman y Lissana, llevaban juegos de mesa para pasar el rato y limpiaban en departamento.

Evergreen iba en varias ocasiones, le gustaba peinarla y arreglarla, quería que volviera a sentirse bella.

Lucy ya no se arreglaba, usaba ropa suelta y no escotada.

No comía casi nada, bajo mucho de peso y su cabello se caía.

Intentaban acompañarla la mayor parte del día, pero era difícil, ya que no siempre estaba dispuesta a abrir la puerta.

En más de una ocasión encontraron sus venas cortadas, estaba cansada de vivir con miedo de que el volvira.

Freed coloco runas alrededor de la casa, como protección, creía que de esta manera quizá ella de sentiría más segura pero aún tenía miedo.

Incluso Laxus iba, entraba y se sentaba frente a ella, sin hacer ni decir nada, lo hacia durante horas.

Era su forma de darle espacio y tranquilidad, en cierta forma funcionaba.

Los fines de semana iba Cana, con su barril de cerveza, ambas se embriagaban, al maestro no le gustaba, pero era una de las pocas formas en las que Lucy podía dormir toda la noche.

Rogue quería visitarla y mostrarle su apoyo, pero Lucy mando una carta para el, en ella decía que no estaba lista para verlo, que debía aclarar las cosas en su mente para ver qué podía hacer con lo sucedido.

Rogue lo respeto, aunque le dolía mucho no verla, si ella se lo pedía era porque realmente lo necesitaba.

El verdadero motivo era que Lucy no quería ser vista así, mucho menos por el chico que le gusta.

Ella planeaba que su aislamiento durará poco, pero conforme pasaban los días, más le costaba salir de casa.

Luego de otra larga semana, Rogue comenzó a escribirle cartas, en ellas relataba aventuras, hablaba sobre novelas y aveces mandaba fotos graciosas de Frosh.

Se volvió una costumbre, cada día a las 10am pasaba el cartero, a esa hora salia de cada a buscar la correspondencia y volvía a entrar.

Era el único momento del día en el que salía.

Siempre respondía feliz, mandaba pequeñas citas de libros, incluso empezaron su propia novela mediante cartas.

Luego de un mes entero, sucedió.

La puerta de Lucy sonó, se escuchaba como alguien tocaba la puerta delicadamente.

_Quien es?
Pregunto la maga, muy desconfiada.

_Soy yo Lucy, Rogue.

A ella se le iluminaron los ojos y su corazón empezó a palpitar rápidamente.

Esto no duró mucho, porque noto el gran desorden, que estaba increíblemente desarreglada y hacia 3 días que no se bañaba.

Entro en pánico.

_E..Escucha R..Rogue!! Necesito que me esperes 10 minutos, ya voy!

_Tengo todo el tiempo del mundo.

La maga agarro todo lo que estaba en el piso, algunas cosas fueron a parar bajo la cama, otras las encerró en su armario.

Fue a darse una ducha express, mientras pensaba que podía ponerse.

Increíblemente iban 7 minutos, solo debía cambiarse y peinarse un poco.

No creyó que esas iban a ser las tareas más difíciles del día..

Ningún atuendo le quedaba, había bajado mucho de peso y todo le quedaba enorme.

Recordó que virgo era rápida para cocer, la invoco y le suplico que le hiciera algo bonito, que no dejara que se viera su estómago ni sus cicatrices.

Mientras virgo se ponía manos a la obra ella se peinaba, le deprimida pasar el cepillo y cada vez que lo hacía, mechones de pelo salían despedidos de su cabellera.

Se puso un poco de maquillaje para cubrir su piel, que se había secado mucho con el tiempo.

Una vez que virgo termino, se coloco la prenda rápidamente y fue a abrirle a Rogue.

Era un conjunto extraño para ella, una camisa mangas largas, una falda y unos cancanes negros. No mostraba ni una parte de su cuerpo.

Cuando abrió la puerta, se sonrojo, hace tiempo no veía al mago, pero durante todo el tiempo separados se escribieron, se sentía aún más cercanos.

_Traje a Frosh, espero no te moleste.

_Hola Soy Frosh!!
Dijo el mínimo mientras sacudía su patita.

Lucy lo miro de arriba abajo, no lo recordaba tan guapo.

Tenía el cabello amarrado, no iba con su usual vestimenta negra, le favorecía mucho usar color, resaltaba sus ojos.

_Hola Frosh, hace tiempo no los veo.

_Perdon por venir tan de repente Lucy, pero necesitaba verte.

Ella estaba sonrojada y algo nerviosa, no le había contado toda la verdad.

Tenía contarle que hace un mes no sale de casa, el pensaba que ella estaba mejor cuando era todo lo contrario.

_Estas mucho más delgada.

_E..Estoy haciendo dieta.
Dijo con una sonrisa forzada en su cara.

_Si? No deberías, eres realmente bonita como estás.

Rogue se tapo la boca y la miro sonrojado, hacia tanto tiempo que se escribían que por un momento, perdió toda su vergüenza.

Ella sonrió y se sonrojo.

Definitivamente lo había extrañado.