Capítulo 13

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Dominic


Ella sabe que estoy molesto, lo noté en su expresión corporal, cambió inmediatamente cuando miró mi rostro, y maldita mente sí que lo estoy, me dejó esperando como un tonto en el estacionamiento del instituto. Cuando volví al salón, la maestra Roger me dijo que ya se había ido.

De camino hasta aquí, consideré la idea de ni siquiera venir directo a la casa, si no al club de Tony, necesitaba entretenerme con algo y dejar de pensar tanto, especialmente en ella. Pero preferí venir directo a casa, y por el camino mi cabeza era un caos de tanto pensar, entre tanto pensamiento llegué a uno, el de la biblioteca, ¿en qué carajo estaba pensando? ¿acaso la iba a besar?, no lo sé, aunque tengo que reconocer que tenerla tan cerca, y sentir su olor, me volvió completamente loco.

—Cariño, ya le dije a Milan que me iré a Nortwich por unas semanas— el comentario de mamá me devuelve al presente.

No me inmuto por eso, ella siempre lo ha hecho, su trabajo siempre a requerido viajar lejos para asistir enfermos, supongo que ese es el deber de un enfermero ¿no?

—Bien— digo simplemente, aún sin poder apartar mis ojos de Milan.

—Bueno, entonces ya me voy— dice levantándose de la mesa para poner el plato en la encimera— por favor compórtate, no hagas fiestas, y sobre todo portate bien con Milan.

Me cruzo de brazos recostándome del asiento.

—Descuida, ni siquiera me notará.

Ante eso, ella sube la vista y se encuentra con mis ojos. Quiero que lo sepa, no la molestaré mientras estemos sólos, la ignoraré lo más que pueda, de hecho ya estoy considerando la idea de quedarme por unos días en el club de Tony.

—Bien, ya me voy— dice y luego se dirige a Milan— Milan, te quedas en tu casa, nos vemos.

Luego de eso va hacia la puerta y sale por ella, por lo que nos quedamos solos. La noto nerviosa mientras come su puré, en realidad siempre la noto nerviosa cuando estoy cerca de ella.

El silencio fluye entre nosotros, pero luego de un momento decido romperlo.

—Te esperé y no llegaste— le digo y no tengo que darle mas detalles, ella sabe a lo que me refiero.

La veo tragar.

—Yo...recordé que tenía que decirle algo a Daisy.

La miro entrecerrando los ojos, no sé por qué, pero no le creo ni una sola palabra.

—¿A sí?

—Sí— responde rápidamente mientras se levanta de la mesa con todo y plato, para recoger los otros de la encimera y comenzar a lavarlos— también me dolía un poco la cabeza.

Esta vez soy yo el que se levanta y va hasta ella, me recuesto de lado contra la encimera cruzandome de brazos.

—¿Alguna vez te han dicho que eres pésima mintiendo?— le pregunto y ella da un sobresalto, otro signo de nerviosismo, o tal vez no sintió cuando me coloqué a su lado— mejor ya dime que no querías venir conmigo.

Ella detiene lo que está haciendo y luego me mira.

—No estoy mintiendo— se defiende pero yo la sigo mirando serio, entonces suspira— estabas con tu novia y no quise interrumpirlos.

Ahora entiendo todo.

Lo sabía, quería quitarme a Emily apartarla tan pronto como la ví llegar hasta mí. Terminé con ella anoche mismo, cuando me invitó a su casa. En realidad núnca tuvimos nada oficial, pero quise terminar todo aquello que para ella significaba algo. Por supuesto, se negó y esta tarde en el instituto, insistió en que volviéramos, quise quitarmela de encima, pero se abalanzó sobre mí y me besó, supongo que en esa interacción fué en dónde Milan nos vió juntos.

Dominic© ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora