Capítulo 20

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Dominic

La simple razón de no dejarla sola es lo único que me ha motivado para venir a este lugar, me hubiera largado al club de Tony después de lo que pasó, tanto en el juego, como después de él, y allí en el Ring habría descargado mi ira, pero me inquietaba el hecho de saber que algunos buitres no tuvieran reparo para abalanzarse sobre ella, sé muy bien que podría defenderse sola, pero saber eso no me da la tranquilidad que necesito en estos momentos. En el instante en que llegué, ese maldito cuchicheo y las miradas fuera de lugar han hecho que tomara todo de mí regresar por donde mismo vine.

Ella está ahí sentada como un corderito asustado, sé que se ha dado cuenta de mi presencia pero ni siquiera me ha mirado a los ojos, ¿acaso vió el beso? Maldita sea, estoy seguro que sí, ¿cómo no lo iba a ver? si sentí su mirada en todo el jodido juego, en muchas ocasiones quise levantar la cabeza y buscarla, pero me contuve, me había sentido demasiado bien al venir con ella.

Joder, bien no es la palabra, me sentí magnífico, hablar con ella era realmente maravilloso. Pero no quería incomodarla, no quería que se sintiera extraña por nuestro acercamiento, sin embargo al verla así no tendré reparo alguno, la buscaré, no permitiré que estos bastardos la confundan, no dejaré que nada malo le suceda.

Los ignoro a todos, y Newt y yo seguimos acercándonos a donde se encuentra, entonces vemos llegar a Daisy con dos vasos de lo que parece ser cerveza, le ofrece uno y luego se percata de nuestra presencia.

—¡Ey!— exclama, Newt llega hasta ella y la besa mientras la abraza, luego se despega con una sonrisa— ¡felicidades estuvieron genial!

—La verdad es que logré que ganaramos, porque tú fuiste mi motivación— le contesta Newt con una sonrisa sacarrona, idiota, como si fué él quién nos dio la victoria.

—Apuesto a que sí cariño— dice Daisy para luego besarlo, yo quién no he quitado mi atención de Milan, resoplo. Entonces Newt se sienta al lado de Daisy en el tronco de Milan y yo en el tronco que está a su lado, ni muy cerca pero tampoco tan lejos de ella. Ellos comienzan a hablar como si no hubiera nadie más a su alrededor y yo me concentro en Milan.

Ella me mira tímida pero cuando habló lo hizo lo suficientemente claro porque la escuché decir:

—Buen juego.

—Gracias— le contesto— ¿fue de tu agrado? ¿Te gusta el rugby?

Ella mira su vaso del cual no ha pegado ni un sólo trago.

—Sí es un juego entretenido y el de esta noche estaba interesante...sólo que pasaron cosas muy extrañas.

¿A qué se referiría realmente con eso? ¿Al beso?

Me aclaro la garganta.

—Sí, bueno, al final hubieron cosas que hasta a mí me sorprendieron, cosas muy fuera de lugar— ella me mira, si vió el beso quiero que sepa que no fue algo planeado, y que ni siquiera lo quería, me encojo de hombros— lo bueno es que después, todo quedó aclarado y solucionado.

Ella no dice nada y sólo se queda observándome, daría lo que fuera para saber lo que pasa por su mente.

—Sí— dice asintiendo, y la miro cauteloso, lo va a decir estoy seguro— ese chico...llamado Máx parece alguien que no juega muy limpio.

Algo dentro de mi respira con alivio, no lo ha mencionado ¿será que no lo vió?

—No, no lo es— interrumpe Newt volteando hacia nosotros— porque es un envidioso, por la única razón que está en el equipo a parte de molestar, es para quitarle el puesto a Dominic.

Dominic© ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora