Capítulo 37

2.9K 173 5
                                    


Dominic

Maldita sea si no odié las lágrimas que vi en sus ojos.

Su mirada temerosa a causa de mis palabras...

Con un gruñido frustrado, tiro todo lo que está sobre la cama, la ropa, las sábanas, almohadas.

Todo.

Luego me siento sobre ella y me froto el rostro con frustración.

Soy un insensible, un maldito imbécil sin sentimientos, ¿pero qué más puedo hacer? Ella no me entendería, no quiero involucrarme más en esas tonterías del amor, y mucho menos la quiero involucrar a ella.

Porque lo sé, desde hace un tiempo lo supe.

Le gusto.

Pero he sido tan cobarde que fui incapaz de alejarla, sé que debí hacerlo pero ¿cómo? En todo lado está, en todos lados la respiro, la siento, y sé que es tarde ahora que la quiero alejar, porque debí hacerlo hace mucho tiempo.

Tuve que escuchar a mamá decir aquello para darme cuenta que no puedo seguir teniéndola cerca.

No si también quiero lograr eso que quiero hacer.

Ella aún no lo sabe todo, no tuve los cojones para decírselo esa noche que se quedó conmigo, y ahora sé que fue lo mejor.

Siempre lo he sabido, mientras más alejados estemos el uno del otro, más fáciles serán las cosas de sobrellevar.

Pero fui tan imbécil que no pude cumplir algo tan simple como eso.

No pude alejarla.

Aunque después de todo lo que le acabo de decir, estoy seguro que sí lo hice.

Tuve que hacerlo, no me quedó de otra. Pero no todo lo que le dije fue cierto, no me arrepiento. No me arrepiento en lo absoluto de haberle contado lo de papá, ¿cómo arrepentirme de eso? Lo volvería hacer una y mil veces sólo por escucharla decirme todo aquello de nuevo.

Siempre he sentido algo con ella.

Una especie de conexión única e inexplicable.

Tampoco me arrepiento de lo que hicimos, de eso nunca. Sólo nos tocamos, pero fue una de las mejores noches de mi vida. Sentir su cuerpo, tocarlo, moldearlo con mis manos, darle placer, y su manera tan delicada, pero a la vez ferviente de hacer lo mismo conmigo, fue la mejor sensación de deseo y satisfacción que alguna vez sentí.

Yo casi pierdo la cabeza.

Quería tomarla en ese mismo instante, hacerla mía de una vez y por todas. Pero ahora me daba cuenta que fue mejor esperar. Que fue mejor no haber cruzado la línea, o de otra manera terminar las cosas hubiese sido mucho más complicado.

Paso la mano por mi cabello y resoplando me levanto de la cama.

Es mejor salir un rato para despojar la mente y así poder olvidar todo el asunto.

Y el club de Tony no estaría nada mal.

Sólo esperaba que me ayudara a olvidar como en realidad quería hacerlo.

Me cambié en tiempo récord, tomé el bolso con lo necesario para pelear y salí de la habitación, pero antes de bajar las escaleras miré hacia su cuarto. Un pensamiento estúpido surcó mi mente; disculparme por todo lo que le acababa de decir. Pero eso sería una gran estupidez teniendo en cuenta que alejarla era precisamente lo que quería.

Si hacía eso, de nada serviría todo lo que le dije.

Además, si lo hiciera no estaría muy seguro de que ella me perdonaría.

Dominic© ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora