Gerard ha pasado toda su vida trabajando, no había experimentado cosas que otros sí.
A sus veinticuatro años se dio cuenta que seguía siendo virgen y esta dispuesto dejar de serlo.
- Buenos días, me da una pastilla contra la gripe por favor.
Sentía mi vida irse por un barranco por culpa de la estupida gripe, mi nariz estaba tan roja y mis ojeras se pronunciaban más. Tenía sueño, solo quería estar en casa tomando la sopa que hacía mamá cuando me enfermaba de niño.
Salí de la farmacia y tomé un taxi para ir al trabajo, se me estaba haciendo tarde. Al entrar podía escuchar perfectamente casi doloroso todos los ruidos que hacían los muchachos en la oficina.
Habían pasado cuatro días desde que salí con Robert... O debería decir Rob. No voy a negar que ignore unas cuantas veces a Frank por estar con Rob, aunque tuviera muchas ganas de esta con el castaño me recordaba yo mismo que no podía seguir ilusionandome con alguien que ya tenía una pareja.
En cuanto a Jamia, solo la vi salir apresurada de su hogar, ayer nos chocamos en el pasillo y me dijo que alguien la esperaba y estaba llegando tarde, me preguntaba si ese "alguien" era Frank. No negaré que sentí un golpe en el corazón ante la imagen que creo mi mente de ellos dos en una cena romántica.
Por otro lado salí con Rob en dos ocasiones más, negando a Frank cuando me preguntaba si quería salir con él. Quizás sea muy exagerado en ignorarlo, después de todo para él yo no soy nada más que un amigo y eso siempre fue, así que no sabe que me voy al carajo cuando pienso en él.
Entré a la oficina, Frank estaba sentado pero al levantar su mirada hacia mí me sonrió, no una sonrisa habitual o como siempre lo hace, era una sonrisa un poco... Rara. Tomé asiento. Pasaron los minutos, cada uno estábamos sumergidos en nuestros labores.
- Jared mandó esto a todos.- dijo entregándome un papel.
Las palabras que saltaron a mi vista fueron. "Descuento del 15% hasta el tiempo indifinitivo."
- ¿Qué? No pueden hacer esto ¿Por qué?
- Nadie lo sabe, solo dijo que hasta él tiene el descuento.
- Trabajamos mucho para recibir una mierda y ahora será peor. Increíble.- mi cabeza dolía por el estrés y por la gripe, era una basura viviente.
- No te preocupes. Quizás solucionan las cosas más rápido de que lo pensamos.- dijo parándose de su asiento para caminar a dirección mía.
Mi cuerpo se tenso al sentir sus manos en mi hombros. Él estaba atrás mío y la silla giratoria era lo único que nos separaba.
- ¿Puedes sentir tus hombros muy duros?- preguntó pero no espero una respuesta.- Es porque estás muy estresado.- comenzó con su trabajo de hacerme un masaje.
- ¿Como no estar estresado ahora?- dije cansado.- No sé cómo puedo tener una relación buena con mi familia, mi padre me odia, mi madre no sé da cuenta que ese hombre es malo con ella, Mikey... Mikey es Mikey, entre otras cosas. Siento que todos me decepcionan o quizás yo decepciono a todos.
- No decepcionas a nadie, si sigues pensando que tu mundo está mal y no haces nada por cambiarlo seguirás teniendo esta vida.
- Es difícil... Toda mi vida he creído eso... - No podía formular palabra alguna. Frank se acercaba cada vez cerca a mí rostro.
Me quedé paralizado cuando sentí sus labios, mi mente estaba en blanco. ¿Me estaba besando? ¡Me estaba besando!
Cerré los ojos instinto, continuamos haciéndolo, uniendo nuestras lenguas, luego de unos segundo nos separamos por falta de aire.
Podía jurar que mi cara estaba roja, sentía mis mejillas muy calientes y mis labios hinchados.
Me pare de mi asiento mirándolo frente a frente. Admiraba su belleza, mirando estaba vez sus labios. Como si estuviera leyendo mis pensamientos, él se aventó a mí dándome un beso, íbamos a un movimiento muy rápido, moviendo nuestros cuerpos sugerentemente. Llegamos a la puerta, Frank de aseguró en cerrarla.
Él metió sus dedos fríos por debajo de mi camiseta, sus labios bajaron a mi cuello. Solté un pequeño gemido.
- Tendremos que ser silenciosos.- habló con picardia.
Lo besé, eran tan imponente sus ojos mirándome. Él siguió con el beso en un movimiento acelerado, totalmente húmedo. Acariciaba mis piernas de manera tortuosa, llegando cerca a mi entrepierna y después regresando al muslo.
Me separé un momento de él, me quité mi camiseta, él comenzó a besar cada parte de mi abdomen, yo sentía mis pantalones ajustando dolorosamente. Me los quité.
Frank empezó a desvestirse, prenda por prenda. Yo lo miraba con detenimiento, tenía el cuerpo repleto de tatuajes, era una obra de arte. Aunque me sentía muy tímido.
Agarró mi pene para masturbarlo lentamente, yo gemia por el placer que me estaba dando, él con solo verme gemia, boca pasó un recorrido a mi abdomen hasta llegar a mi hombría. Lamia lentamente. Agarré su cabeza para manejarlo a mi antojo, estaba a punto de correrme pero él no lo permitió.
Extendió tres dedos hacía mi boca, no sabía que tenía que hacer en ese momento.
- Lamelos.- ordenó. Su voz sonaba muy ronca.
Inmediatamente los chupe, mientras hacía eso lo miraba atentamente, miraba sus ojos con mucho placer, gemia de vez en cuando.
- Eres tan... Hermoso.- Dijo apenas.
- Frank... - gemia despacio aunque quería explotar.
Un ruido molesto y conocido invadió mi mente e incrementaba su intensidad.
Me desperté de golpe, mi cuerpo sudaba y mis labios estaban rojos, al parecer me los mordía. Apagué la alarma con fuerza.
Acaba de tener un sueño... Con él. Pasaron minutos y yo seguía sentado como un idiota. Vi la hora a través de mi celular.
6:49
Me cambié rápidamente y todo el treyecto seguí estando paralizado. Al menos no me había descontado.
Al llegar a la oficina me encontré a Frank sentado, tal cual como en el sueño. Me sonroje con solo pensarlo.
- Hola Gee.- saludó.
- Hola.- contesté. Ni siquiera podía verlo a los ojos.
¿Nunca han oído de ese mito sobre que si los sueños predicen cosas en un futuro?
Eso fue lo primero que pasó por mi mente al ver a Frank dirigirse hacía mí.
- Tenemos que hablar.-ordenó.
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Perdón si es un asco jsjajaja es mi primer smut ok 😔 y también perdón porque fue un sueño
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