VIRGIN |Frerard|

XXII

Era la segunda vez que Frank se quedaba a dormir en mi casa, pero esta vez yo no desperté en el sofá, sino desperté junto a él acurrucados.

Eran las once de la mañana, sin embargo me sentía cansado. Me estiré y con cuidado de no despertar a mi contrario me libre de su abrazo y fui directamente al baño, tras salir me encontré con Frank sentado en la cama y con el cabello despeinado. Creo que me enamoré otra vez con esa imagen.

— Buenos días.— su voz estaba ronca.

— Prepararé el desayuno. Si quieres puedes ponerte mi ropa, después puedes entregármelo.

El asintió con la cabeza. Caminé hasta la cocina preparando dos tazas de café con los restos de la pizza de ayer.

Al girar me encontré al castaño, tenía sus mismos jeans pero la camiseta era mía, la que tenía un estampado de blur.

— Amo tus camisetas.— le extendí la taza.— Gracias. Te escuché cantando un tema de ellos.— dijo señalando a la remera.— ¿Te gusta el britpop?

— De hecho sí. Pero de todos los grupos escucho más a blur, incluso tengo un par de discos de ellos.

— ¿Podrías cantar algo de ellos?

— ¿Qué? —dije nervioso.— No lo creo.

— Por favor.

— Se escuchará espantoso. — reí incómodo.

Admito que me gusta cantar y en muchas ocasiones lo hago muestras lavo los platos o cuando estoy limpiando. Prácticamente mi casa se vuelve en un concierto e incluso algunas veces llegó a notas difíciles de lograr pero nadie los escucha. Cuando estoy con alguien cantar se vuelve difícil, siento que desafinare y quedaré en ridículo.

— ¡Será genial! Enserio lo haces bien pero escucharte con más claridad era un honor.

Sin embargo, Frank me daba cierta confianza.

Pensé en todas las canciones de aquella banda, hasta que encontré la correcta.

— Tender is the night lying by your side. Tender is the touch of someone that you love too much. (Tierna es la noche acostado a tu lado, tierno es la caricia de alguien a quien quieres demasiado) — cerré los ojos por instinto y aunque al principio mi voz salió temblorosa fue adaptándose con cada palabra que cantaba.

Trataba de mantenerme calmado y seguir la siguiente frase.

—... Tender is the day the demons go away. Lord I need to find someone who can heal my mind. (Tierno es el día en que los demonios se van. Señor necesito encontrar alguien que pueda curar mi mente). — Abrí los ojos, él estaba mirándome fijamente con una sonrisa un tanto boba. Supongo que no estuvo tan mal... O al menos esta fingiendo que le gusto, de todas formas me hace sentir genial.

— Rad.— aplaudió.

— ¿Qué? 

— Fue bellísimo, tienes una voz muy linda. ¡Incluso podría aprender las notas en la guitarra y cantar los dos algún día!

— Podría ser.— reí tiernamente. Sentí la necesidad de encender mi celular pero no lo tenía a mi lado — Olvidé mi celular en mi dormi, ahora vengo.