Era sábado por la mañana, me permití dormir un poco más de la cuenta. Los recuerdos de ayer llegaron como un balde de agua fría, traté de desaparecer todas esas ideas y prepararme una taza de café.
La puerta fue tocada por alguien.
Seguro era Jamia preguntándome si tenía un poco de crema para el rostro, no sería la primera vez que me lo pedía. O quizás era el dueño pasando por la renta. Suplicaba que no fuera el segundo.
Ojalá hubiera sido Jamia o el dueño, sin embargo, la persona que estaba paraba al frente mío y con una caja de pizza era Frank. Se veía muy mal, como si no hubiera dormido, su piel estaba más pálida de lo usual, sentí pena por un segundo.
— Yo no pedí una pizza, seguro fue mi vecina, ella ama las pizzas.— traté de cerrar la puerta pero él no lo permitió.
— Es para ti.— llevó una mano hacia atrás y sacó un peluche en forma de osito. — Y esto también es tuyo, dice perdón.
Me lo extendió, aplaste tu barriga y la palabra "perdón" salió de dicho osito.
— Que tierno.
— Es mi voz, fue difícil encontrar una tienda que los hagan con audio personalizado.
Nos quedamos en silencio por varios segundos, yo miraba al osito con ternura, era muy lindo.
— ¿Epseras que te deje entrar?
— Por favor.— suplicó.
— Bueno, siéntate en el sillón.
Él cumplió lo que dije como si fuera un pequeño obedeciendo a sus padres.
Saqué dos platos de la cocina y abrí la caja de pizza, era vegetariana. No era mi favorita pero podía comer sin ningún problema. Dejé una tajada en cada plato.
Salí de la cocina y me senté al lado del castaño.
— Es para ti solo. — dijo refiriéndose a la comida.
— Solo aceptalo y no me hagas enojar.
— Lo menos que deseo es enojarte. Lo sabes.— dejó de lado su plato.— Lo lamento tanto,Gerard. Actúe como un idiota... No sé por qué dije esas cosas.
La comida dejó de ser una prioridad para mí en ese momento. Íbamos a tener una conversación sobre eso, era de esperarse. Sin embargo, me sentía agobiado por ello. Recordar en estos momentos y más una situación como la que tuvimos no era algo que quería hacer.
Podía echar a Frank de mi casa o podía aceptar unas disculpas. Quizás podría darme sus razones de haber reaccionado de esa manera pero ¿Sería lo sucifiente aceptable para disculparlo?
— ¿Enserio crees que prefiero a Robert antes que a ti? — pregunté apartando un poco la mirada ya que me ponía algo nervioso.
— No... O quizás sí, no lo sé. — tartamudeo.— Últimamente dejaste muchas cosas por estar con él, incluso no me hablabas aunque puedo entender... Puedo entender si ustedes estan juntos...
— No lo estamos.— interrumpí. — Solo fui amable con él y quizás quería conocerlo, fuiste tú quien no se acercó a él.

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VIRGIN |Frerard|
FanficGerard ha pasado toda su vida trabajando, no había experimentado cosas que otros sí. A sus veinticuatro años se dio cuenta que seguía siendo virgen y esta dispuesto dejar de serlo.